Capítulo 5

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- El viaje a sido largo - Suga dibujaba una sonrisa tan inmensa en su rostro, que ni siquiera se notaba el cansancio de conducir kilómetros- Al menos tu si pudiste descansar un poco cariño
- Lo siento, para esta semana conduzco yo, a donde sea, ok?
- Ok - le dio un pequeño beso en la mejilla, Suga ni siquiera estaba enojado, estaba feliz de que Daichi pudiera dormir, no lo hacía mucho porque tenía la emoción de su primer día universitario, pero daría mucho por una pequeña siesta-
- Ok, ya están los muebles, bajemos las cosas y dormiremos un momento, si?
- Tu duerme, trataré de ordenar las cosas en la cocina y la sala para prepararte una cena romántica para compensarte las horas de viaje
- Dios Daichi, hay algo en ti que hace que no deje de amarte - Presionó un pequeño beso sobre los labios de Daichi-
- Descansa Tomatito - Daichi captó enseguida que Suga estaba ruborizado por el frío- Alguna vez vas a dejar de decirme así!? - Suga amaba ese apodo, pero la manera tierna y coqueta de Daichi al decírselo era el botón para que Suga se pusiera más rojo aún- Y tu alguna vez dejaras de ser tan hermoso? - Daichi ya sabía que Suga estaba Rojo, por más de que le dio la espalda, amaba poder decirle todo el tiempo cuanto lo amaba.
- Suga se despertó con un atardecer en el gran ventanal de su habitación, se sentó y cruzó en la cama, aún recordando lo que había cambiado su vida ya hace una semana, aún recordando las palabras de Daichi, aún recordaba el sentimiento de felicidad recorriendo por su cuerpo, solo queriendo besar a Daichi, para que ya no hablara y empezaran de una vez por todas, Suga se había enamorado de Daichi desde el segundo que lo ayudó a levantarse de un golpe, fue la primera vez que vio la sonrisa de Daichi, la luz más pura que había visto, la más pura y sincera, era el flechazo que necesitaba para saber que era su alma gemela, pero el estaba con alguien más, si no fuera por eso, Suga se habría ilusionado más de lo que ya estaba, pero Daichi también sentía lo mismo, y Suga lo sabía, Daichi golpeó levemente la puerta, llevaba un suéter y unos pantalones flojos, el pelo desordenado y húmedo, había salido de bañarse:
- Despertaste Tomatito, que tal tu siesta - dio un salto a la cama, lo abrazo desde la espalda y le dio un pequeño beso - no es noche de una cena elegante, cocine ramen e hice jugo de naranja, programe una película en la televisión, solo necesito que te bañes mientras termino de arreglar todo, ok?
- Oh cariño, sabes que te amo mucho, gracias, donde están las cajas con mi ropa - Daichi apuntó a una esquina de la habitación y continuó diciendo: No quisiera que se te arruinara la sorpresa Tomatito, solo avisame cuando te bañes todo y ya estés en pijamas, ok? - Suga giró mirándolo y presionando un beso en los labios de Daichi - Somos solo nosotros, desde hace una semana, pero siento que quiero pasar el resto de mi vida contigo, te amo - Esta vez fue Daichi quién se sonrojó - Ah mira, quién es el Tomatito ahora - le dio un beso en las mejillas y se levantó de la cama - Asahi, ya llegó a la universidad, la próxima semana la empezamos, en que momento pasaron tres años? Dios, ok, me meto a bañar vete cachetes bonitos - Daichi asintió y se fue, Suga quedó viendo los últimos segundos del atardecer y encendió la lámpara de la habitación, recogió sus cosas y se bañó.
- D-Dai-san, ya estoy listo, puedo salir?
- Suga, Ya voy, espera
- Ok, tengo hambre, apurate - Daichi llegó y le mostró una venda, Suga solo asintió y Daichi se la colocó, Le dio un pequeño beso en el cuello y lo guió bajando las escaleras - Huele riquísimo Dai, Eres mi chef favorito
- Todo por ti tomatito - Al llegar a la mesa ubicada al medio del sofá y la televisión, le quitó la venda a Suga.
- Dios daichi, esto no es solamente ramen, esto es un festín
- Tomatito, todo esto es por ti, para agradecerte aparecer en mi vida, si no te hubieras ido a Karasuno, tendría que haberte esperado tanto, pero no, apareciste como una luz en mi oscuridad, por eso te amo mucho
- Dios Daichi, te amo - Suga le dio un pequeño beso a Daichi, Daichi lo agarró de la cintura acercandolo a él, e intensificó el beso - Te-o-di-o-Da-ichi - Dijo Suga entrecortado por los besos de Daichi - Te odio a ti, a tu carita, y a tu forma de ser - recorrió con besos la cara de Daichi para luego quedar mirando los ojos café de Daichi, podía ver lo enamorados que estaban uno del otro y eso hacía que Suga sintiera que era la persona más especial del planeta.
- Dios Suga, no pude haber tenido mejor alma gemela que tú, eres el arte que me robé del museo y me encanta admirar todo el tiempo, te amo mucho mi tomatito - dio un recorrido de besos por la cara de Suga para terminar en sus labios y escuchar la dulce risa de su amado.
- Podría comerte a ti pero me interesa hoy comer el ramen - dijo Suga entre risas para bromear.
- Jaja, no sabes la gracia que puedes causar cariño - le dio un beso en la mejilla.
Mientras suga ponía play a la película, Daichi acercaba el plato de Ramen para ambos, se acomodaron en el sillón y terminaron el ramen, Daichi se había quedado dormido, Suga quedó acariciando el cabello de Daichi, lo amaba, y deseaba pasar el resto de su vida con él, al terminar la película apagó la televisión y se acomodó para dormir al lado de Daichi, Daichi lo abrazó y Suga cayó dormido acurrucado junto a él, lo amaba, claro que lo hacía.

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