CAPITULO 20

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Narra _____

Así me despedí de los tres para ir a la mazmorra asquerosa que me pertenecía como Sala Común.
O por lo menos así lo creí yo. Resumiendo todo puedo declarar que lo que pasó fue:
Los chicos se alejaron a la Torre de Gryffindor mientras yo me separaba de la multitud intentando encontrar a algún alumno de Slytherin para seguirlo hasta la sala común, pero me percaté que no encontré a ninguno y rápidamente quedé atrapada – sin saber como - en las escaleras que se movían de acá para allá sola. Me inquieté un poco, quien sabe donde podía terminar y que iba a hacer. Estaba en un castillo, enorme, que no conocía, donde me podía encontrar con cualquier cosa viva o no-viva que pudiera matarme.
Entre en una especie de pánico y la escalera se quedó quieta en un piso, me bajé atolondradamente y miré a mi alrededor.
No había nadie, no sabía si eso era bueno o malo, ya que, bueno... si había alguien podía ser malo, o más bien podía reírse de mi, una pobre estúpida que el Sombrero no entiende o bien, la persona podía ser un ser amable que me acompañase hasta la mazmorra donde debía llegar.
Mientras mis pensamientos divagaban yo caminaba por el pasillo sin rumbo, miraba adentro de las espaciosas aulas y para afuera de las amplias ventanas, miré los cuadros, pensé en pedir ayuda pero los personajes de estos no estaban o estaban sumergidos en un profundo sueño.
Me había empezado a impacientar cuando decidí sentarme en el frío piso contra el cálido muro del final del pasillo para esperar a que la Sagrada Providencia de Dios me ayude o me saque de esta pesadilla de una vez. Deseaba cerrar los ojos y despertarme en el Expreso para que todo pasara normalmente, sin Slytherin, sin Sombrero, sin misiones, sin perdidas en castillos.
En eso sentí un ardor en el brazo izquierdo, bastante fuerte, me pareció haberlo sentido otras veces, pero el dolor cesó rápidamente. No le di ni un ápice de importancia y seguí en mi mente.
Estaba muy sumergida en mis pensamientos cuando empecé a escuchar un crujido detrás de mí por decirlo de algún modo, en el muro. Creí que tal vez eran imaginaciones mías así que me quede apoyada tranquilamente, de la nada veo que a mis costados se empieza a formar una ¿puerta? de madera. No me dio tiempo para moverme que algo del muro se abrió haciendo que me golpeara la cabeza contra el piso y me desmayara.

Narra Draco

Salí del Comedor y antes de que cualquier alumno, prefecto o profesor se diera cuenta me fui a la Sala de los Menesteres, donde debía encontrar el armario que hacia de transportador. Vigilando por mi solo ya que no me pareció necesario traer ni a Crabbe ni a Goyle entré a la Sala y después de una ardua búsqueda lo encontré. Un armario alto, bastante, de caoba negro, calado, de forma triangular, con una puerta en uno de los lados.
Cuidadosamente lo inspeccioné y procure que quedara tal cual lo encontré.
Mi primer paso era arreglarlo, cosa que no tenía ni idea como hacer, y no podía pedirle ayuda a nadie ya que la maldita misión era completamente secreta. Al arrepentirme de la misión la marca comenzó a quemar y a arder. Aullé de dolor y se calmó. Que vida tan asquerosa me esperaba.
Iba distraído caminando para la salida para abrir la puerta. Cuando la abrí lo que menos me esperé fue que cayera una cabeza a mis pies. Esperen, no era cualquier cabeza, era SU cabeza, y su torso y su cuerpo. El golpe fue tan fuerte que se desmayó al instante. Si hubiera sido cualquier otra persona tal vez lo hubiera dejado allí tirado sin preocuparme. Pero no con ella, no la dejaría ahí. La culpa me invadió seguidamente y me pregunte por qué no soy mas cuidadoso cuando hago las cosas, pero Dios, que estaba pensando, como podía haber sabido yo que ella estaba allí del otro lado.
Ahora, qué estaba haciendo ella allí, estaría ¿espiándome? Una sonrisa pícara se escapo por mi rostro, justo en el momento que ella abría lentamente los ojos y me miraba confundida. Yo todavía estaba parado debajo de su cabeza, esta estaba sostenida por mis pies, cuando por fin abrió los ojos me miró confundida, no enojada, si no inocentemente, con ¿miedo?

“Vamos Draco haz algo” dijo una voz dentro de mi, una voz que muy pocas veces me frecuentaba la conciencia.

Draco: ¿Estás bien? – dije suavemente mientras me arrodillaba a su lado.
_____: Realmente no... – dijo con la voz débil.

No me esperaba esa respuesta, ¿qué iba a hacer? Ahí fue cuando razone. No quería dejarla con alguien, mas bien deseaba estar solo con ella, aunque sea un rato, por eso me dirigí a un lugar donde pueda cuidarla y al mismo tiempo estar juntos y sin interrupciones. No entiendo por qué pensaba todo esto pero era lo que realmente ansiaba.

Draco: ¿Me dejas levantarte?

Ella asintió con un gemido débil y una mueca con la cabeza, así que la levante en brazos suavemente y salí de la sala. Cerré la puerta y luego caminé hasta la enfermería donde, obviamente que ya no había nadie y nadie la iba a acudir hasta eso de las ocho de la mañana del día siguiente, tiempo suficiente para estar con ella.
Todo el camino hasta la enfermería – bastante largo hay que aclarar – la tuve en brazos y no le saque los ojos de en sima. Ella respiraba normalmente pero de vez en cuando hacía muecas de dolor; estaba aferrada a mi cuello con ambas manos y su cabeza reposaba en mi pecho. Debo decir que hubiera deseado dar 467 vueltas al enorme castillo de esta forma y no me cansaría.

WwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwW
Otro capítulo más que tal les va gustando la historia.

Necesito saber si les esta gustando la historia si es así degabme por los comentarios por favor.

Bueno las dejó.

Atte: Mary🌹

"Mi sangre" [Draco Malfoy & Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora