Me despierto en otra habitación diferente a la mía, aunque está oscuro y a penas puedo ver nada. Huelo un delicioso aroma a comida. Tengo un profundo dolor de cabeza, y un hambre atroz.
Cuando intento moverme para levantarme, me doy cuenta de que también me duele el cuerpo.
Con muchas dificultades, consigo ponerme de pie y dar dos pasos fuera de la cama. La habitación es enorme ahora que me fijo. No veo mucho, pero puedo distinguir cuadros en las paredes.
El suelo está realmente frió y voy descalzo. Huele cada vez más a comida, me rugen las tripas. Intento moverme sin hacer ruido para encontrar la luz, pero me topo con una puerta. Mi corazón empieza a acelerarse.
Estoy muy nervioso, no sé dónde estoy.
Abro la puerta lentamente, la luz de fuera me deslumbra por unos segundos. La puerta da a un pasillo, de paredes rojas granate y una gran alfombra gris. Hay grandes lámparas que salen de la pared y lo iluminan todo débilmente.
El olor se hace más intenso ahora;lentamente saco la cabezo y miro a ambos lados para ver si hay alguien.
Nadie.
Con cuidado, salgo de la habitación y dejo la puerta entreabierta. Tengo muchísima hambre.
Echo a andar por el pasillo. El olor viene de mi derecha; avanzo paso a paso, tengo algo de miedo.
Me acerco al final del pasillo; a parte del olor, puedo sentir los golpes de cubiertos sobre platos y una dulce voz tarareando una canción llena de ritmo..
Estoy al final, a un paso de la puerta. Inspiro profundamente y me preparo. Abro la puerta esperando encontrar algo desagradable, pero me asombro tanto que me deja sin habla.