— ¡Yo la maté! ¡Yo lo hice!
Jungkook ahogó su aliento con la mano, tapando cualquier sonido que se atreva a escapar. Aquella extremidad tembleba sin control al igual que sus piernas, las cuales no sabian si quedarse para no levantar sospechas o salir corriendo de ahí, salirse de la casa lo antes posible.
Desde un principio supo que la visita de su tío traería problemas. Ya lo conocía a pesar de no cruzar ni una palabra más que para saludar, y es que no era un hombre bien visto.
Tras llegar de la escuela sumamente agotado y harto de la gente, en otro fatidico día en detención, descubrió que su padre estaba en casa lo cual le pareció raro. Siempre trabajando para mantenerlo a flote y se encontraba antes de las nueve de la noche ya en su casa, no tardó en percibir que algo andaba mal.
Lo notó nervioso, sudado y lo único que logró conseguir de él fue aquella noticia de que su tío venía para aca. No supo el motivo ni la hora de llegada, no obstante, a penas se enteró fue corriendo a la seguridad de su habitación para evitar cruzarselo.
Hora tras hora, escuchó las pisadas de su padre bajo el poder del nerviosismo y siendo las diez de la noche tuvo que bajar por algo de comida. Un grave error ya que el timbre sonó segundos despues.
— Vete a tu cuarto.— Ordenó su padre y con un asentimiento de cabeza emprendió su viaje hasta las escaleras.—
La curiosidad llegó a él a penas cerró la puerta. Esta vez su padre no insistió para que se quedara por educación, esta vez lo mando a ocultarse.
Estaba de más decir que Jungkook se encontraba complacido ante la idea, así que dejando a los adultos conversar, se dedicó a completar sus dibujos recientes y a perderse en su introvertido mundo.
— Mamá, disculpa. No estas aquí ahora así que no puedo retratarte del todo bien.
El chiquillo de dieciséis años le habló al dibujo de su madre el cual era toda una obra de arte, pero para sus ojos contenía un sinfín de errores.
Con intenciones de continuar, posó su lápiz en la hoja quebrando la punta cuando un grito grave atravesó toda la casa. Se asustó, se asustó bastante, dos horas de visita y ya su tío estaba armando otro de sus grandes alborotos. La curiosidad se apoderó de él al fin, obligandolo a ser cauteloso a cada paso que daba para llegar a la oficina de su padre. Un murmullo potente iba en aumeto a medida que se acercaba a la puerta, vio que estaba abierta así que pegó su espalda a la pared del al lado tratando de escuchar lo que podía.
Fue un error.
La confesión del principio fue revelada y, seguido a eso, nació un lamento proveniente del hombre que le dio la vida. La adrenalina que emanaba de el termino por salir en un grito desgarrador y luego un objeto atravesó la puerta y se estrelló contra la pared de enfrente.
Jungkook clavó los ojos en los restos de la lampara. Ahora sus lagrimas no paraban de salir y cada tanto ahogaba los gemidos porque tenía un puto asesino en su casa. Y lo peor de todo no fue entender que su madre ya no estaba por culpa de aquel demente, lo pero de todo fue escuchar a su padre suspirar, sorber su nariz y prometer que guardaría el secreto si lo recompensaba con dinero.
Dinero sucio manchado en sangre...
(04 de Mayo del 2014)

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I N V I S I B L E 》TwoShots
Fanfiction[Historia TaeKook] Jungkook estaba demente, sus ojos muertos manchados debajo por una manta gris que se expandía sin pudor funcionaban como prueba de ello. Si te atrevías a observalo, si corrías el riesgo de que te atrape espiandolo, descubrirías qu...