Remember ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

Único

[Importante leerlo con Heather de Conan Gray 🌧️]

Las gotas de lluvia caían impactando contra el mojado suelo, haciendo ver este húmedo y con pequeñas manchas sucias por la poca tierra que se encontraba en esta. Y el castaño lo sabía, sentado bajo un banco en aquel parque donde había acordado encontraste con el pelinegro hace una hora.

Habían acordado en encontrarse en aquel lugar, ir a comer un helado y después ir al cine y ver el estreno de su película favorita, después irían a la casa del castaño a jugar videojuegos y a hacer una pijamada.

El día perfecto.

Quería pensar que había tenido un inconveniente, pensar que tal vez, y solo tal vez, se quedó dormido para aliviar la situación. Pero no, todo se acabó cuando visualizó que el contrario público una foto en sus redes sociales con YoungMi, la chica la cual su amigo estaba perdidamente enamorado.

Dolía, dolía ver cómo el otro suspiraba cuando la veía pasar, dolía cuando prefería irse a casa con la pelinegra en vez que con el, su mejor amigo desde hace siete años.

Sintió su celular vibrar bajo la tela de su pantalón, exactamente en su bolsillo de este, al sacarlo formó una sonrisa, una llamada entrante de su pequeño amigo.

— No llegaste — habló, manteniendo la calidez y suavidad de su voz.

— Lo siento Taehyung, pero me encontré a medio camino a YoungMi y no pude desperdiciar la oportunidad. Sabes que ella me gusta desde hace mucho Tae — respondió agitado, escuchando las gotas de lluvia a través de la llamada, sabía que el otro estaba corriendo bajo la lluvia, seguramente cubriéndose de las saladas gotas, llendo destino a su hogar.

— No te preocupes Kook, te entiendo — susurró lo último, sintiendo su corazón palpitar y una gota de lágrima resbalar por su mejilla.

La llamada terminó, suspirando y guardando aquel aparato rectangular en su bolsillo, dispuesto a irse de aquel lugar que se había vuelto tan agrio para el.

[⛈️]

— Pensé que vendrías con Kook cariño, ¿Le pasó algo malo? — preguntó su madre, su tono de voz sonando preocupante y frunciendo su ceño, pensando en si algo malo ocurrió con el menor.

— El — suspiró -— se enfermó, llamé a su celular y me dijo que se había lastimado el pie al bajar las escaleras de su casa, quedamos en reunirnos otro día.

Una sonrisa falsa era lo único que podía brindarle a su madre para no preocuparla, subiendo poco después a su habitación y cerrar con llave su puerta, dirigirse a su cama y echarse boca abajo, llorar es lo único en lo que pensaba y podía hacer.

¿Porque le pasaba esto a el?

El sabía que su amigo no era homosexual, que a cambio de el, le gustaban las mujeres, pequeñas, tiernas, y con una piel de porcelana.

Algo que el no podía ser, odiaba tanto a esa chica, la odiaba tanto que quería matarla.

Ella es amable, incluso fué amable con el cuando se calló en la universidad en medio de todos los estudiantes, lo ayudó a pararse y curó los pequeños raspones que se hizo.

Deseaba ser ella, ser aquella chica para poder llamar la atención del pelinegro y formar una relación sentimental.

Dolía tanto que incluso pensó en decírselo al otro. Deseaba que este se diera cuenta de lo que sentía, quería que este se diera cuánta que lo amaba más que a su vida, que el era el único y más valioso tesoro que encontró en aquella isla perdida y vacía en su corazón.