-Pues no le hayo la locura, ya han pasado casi veinticinco años y dudo que lo tuyo con Victoriano no haya quedado zanjado, ¿o me equivoco? — asesoró alzando la voz sin contemplar que detrás suyo tras una puerta entreabierta se encontraba una persona atenta a la conversación la cual fue interrumpida por la misma.
- ¿Quién es Victoriano? — preguntó Mariana saliendo de su escondite para encontrarle una respuesta a su interrogante. Inés y Enrique automáticamente intercambiaron miradas significativas ¿Y ahora qué harían?
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Por incontables minutos hubo silencio por parte de Inés y de Enrique quienes compartían miradas significativas. Mariana a brazos cruzados y con semblante de pocos amigos esperaba las respuesta pertinente a su pregunta mientras alternaba su mirada rabiosa de su madre a su padre y así sucesivamente.-¿Mariana que te he dicho siempre de escuchar detrás de las puertas?—reclamó Inés en tono severo tratando de contrarrestar la pregunta de su hija—Es de muy mala educación...yo no te he educado así.
-Ay ya Inés, eso no es lo importante aquí—caminó hasta colocarse en el centro de los dos—¿Quién es Victoriano?—volvió a preguntar.
-Princesa...—intervino Enrique—Victoriano es el nuevo socio con el que estamos negociando, el motivo por el que viajamos acá a México.
La joven asintió no muy convencida.
-¿Y por qué peleaban en su nombre?
-Porque...porque a tu mamá no le agradó mucho por un percance que tuvieron hoy en la reunión, pero nada que no se pueda solucionar—Inés abrió la boca indignada y fulminó a Enrique con la simple mirada.
-Claro...lo debí suponer—repuso Mariana mirando a Inés de arriba abajo con desprecio—Siempre todo lo malo que sucede es por tu culpa.
-Marina...
-No papá, es la verdad. Todo lo malo que sucede en mi vida y ahora hasta en tu negocio es por culpa de ella—señaló a su madre—Te aconsejo papá que no la relaciones más en tus negocios o te los va a terminar hundiendo todos—dicho aquello con la mirada flamante en ira se retiró de la habitación dando demandante portazo, Inés en respuesta suspiró profundo y prensó los ojos.
-Mi amor...es una adolescente...
-Mira Enrique tu mejor te callas que si Mariana está así de malcriada y caprichosa es por tu culpa—visiblemente enojada rodeó el cuerpo de su marido y caminó en dirección al baño.
-Inés tu y yo no hemos terminado de hablar—informó de espaldas a ella al ver como esta lo ignoraba.
-Tu y yo si hemos terminado de hablar...total—rió con sorna—Según tú, yo siempre tengo la culpa de todo y así de toda la vida se lo has hecho ver a mis hijos—y sin más para decir se insertó en el cuarto de baño necesitando una ducha inmediata para bajar aquel fuego que de repente se había avivado dentro suyo.
Hacienda Santos...
Por su parte Victoriano luego de tomar una refrescante ducha, se encontraba en su despacho realizando algunas diligencias que tenía atrasadas. Necesitaba de alguna manera despejar sus pensamientos que estaban un poco remontandos en su pasado; uno que creía tener resuelto pero que ahora después de su reencuentro con Inés no estaba muy seguro de haber sepultado del todo.
-¡Maldita sea!—gruñó frustrado—¿Por qué tuviste que volver a reaparecer? ¿Y por qué no puedo sacarte de mis pensamientos?—se autopreguntó mientras se frotaba el rostro con sus rudas manos.
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Imperio de Mentiras_I&V
FanfictionMe hubiese gustado vivir más contigo, me hubiese gustado ser el amor de tu vida, porque tú hubieses sido el mío, porque te juro que yo soñaba con envejecer a tu lado, hacer de nuestras vidas una plena felicidad...pero las cosas no salen siempre como...