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Gilbert al finalizar en ensayo, camino en dirección a un cabello recogido en un proligo moño pelirrojo, como le gustaba ese cabello
Decidido a seguir las instrucciones de Cole comenzo con lo primero
Acercamiento
No solo físico si no mas bien lo que a el le importaba que sea emocional, queria sabes cuales eran sus cosas favoritas- ya que solo sabia 3- pasiones, sueños, etc
Toco el hombro de la chica que se giro de inmediato con una sonrisa presente
-Gilbert Hola, buen ensayo el de hoy- ella se agachó para tomar su bolso
-Hola Anne, si estuvo bueno, digo tú bailas excepcional al lado tuyo soy nada- le dijo sonriendole
-¿Enserio lo crees?- en su cara vio el mismo brillo que de aquella noche
-Aqui lo único que importa en lo tú pienses- tomo su cabeza con sus manos y dejo un suave beso en su pelo, para despues acercarse a su oreja- si lo creo
Ella rio nerviosa, primero por el acercamiento del chico y segundo por que para el ella es excepcional
-¿No le molestaria que la acompañara otra vez a su casa?- le paso su brazo mirandola de costado
-Para nada, solo deje ire a traer algo- ella corrio un poco hasta tener en sus manos un cuaderno
Como la noche de la vez pasada, hablaron de temas, conociendose mas y mas
Anne notaba la audaz emoción del pelinegro cada vez que hablaba sobre la medicina y salvar vidas
Mientras el tambien notaba la emoción con la que la chica expresaba su sueño de ser una gran maestra algún dia
-¿Te... gustaria... ir por un helado?- lo solto con muchos niervos, ¿ y si Anne le decia que no?, o peor aún, le decia que el helado no le gustaba, pero vamos aquien no le gusta el helado
-Si, me encantaría, hace mucho no pruebo uno
Los 2 bajaron a una heladeria comprando asi uno de fresas con crema para Anne y Chocolate con trozos de frutas para Gilbert
No estacionaron muy lejos asi que vieron un banco libre y se sentaron
Los autos pasaban con sus luces ensendidas, el tranvía con pequeños destellos de luz que salian por sus ventanas, los vendedores de flores
-Me da una por favor- La pelirroja le paso un billete al hombre que le entrego una flor pequeña blanca- gracias
La bailarina toma como si fuera un plato de porcelana la mano del bailarin uniendose ambos meñiques
-Gilbert prometamos hoy que apesar de las deciciones que tomemos, los sueños que cumplamos, lo caminos serados, siempre estaremos el uno para el otro
Anne y Gilbert aquella noche prometieron en sus corazones que cada uno se pertenecia al otro
