La llamada

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Tres meses y medio antes

No lo puedo creer Beatriz acaba de morir eso me tiene devastado, porque será que la vida se empeña en arrebatarme siempre lo que más quiero. Todos a mi alrededor están preparándose para su velorio y yo recibo a inversionistas del banco  y conocidos importantes de Beatriz.

Suena el teléfono y contesto:

Samuel: rancho Alcázar, bueno

Andrea: soy yo, Andrea

Samuel: que se le ofrece señorita, no estoy para insultos

Andrea: ya veo que no esperabas escucharme, me acabo de enterar de que Beatriz

Samuel: Beatriz ya no está, pero no creo que este llamando para darme el pésame o si

Andrea: yo siento mucho la muerte de Beatriz, ella siempre colaboraba conmigo en mis obras benéficas

Samuel: bueno si eso es lo que le preocupa le aseguro que el banco va a seguir colaborando

Andrea: no Samuel yo no estoy preocupada por las donaciones sino por ella

Samuel: a que se refiere

Andrea: es muy extraño que una mujer joven y sana como Beatriz se muera dos meses después de su boda

Samuel: ¿ está insinuando que yo la mate?. Así que piensa que mate a Beatriz, bueno pues siento desilucionarla señorita pero mi esposa tenía una cardiopatía severa por eso murió, puede pedir el informe si así lo desea y ahora sí me disculpa tengo cosas que hacer o hay algo más

Andrea: no, no hay nada más

Samuel: bueno pues hasta luego

Andrea: un momento

Samuel: ¿que pasó?

Andrea: yo quería mucho a Beatriz, era amiga de mi papá y si me dolió mucho que allá muerto pero más me dolió haberme separado de ella por tu culpa

Samuel: pero por mi culpa porque yo acaso yo hice que dejarán de ser amigas

Andrea: si de alguna manera si, sabes que ya no importa olvídalo

Samuel: está bien pues, adiós entonces

Andrea: si, adiós.

Esa mujer es insoportable aún en los momentos más difíciles consigue sacar lo peor de mi es una bruja y la odio.

Llegó el día de la lectura del testamento de Beatriz, y con a aquel buen corazón que la caracterizaba le había dejado a mi hermano Arturo el rancho Alcázar por el buen trabajo que hacía en el,  ella sabía que en sus manos crecería mucho más. A mí hermano Flavio lo había nombraron gerente de publicidad del banco y le dejó un 10% de las acciones del mismo para futuras inversiones. A mí me dejó el resto de su fortuna y todas las acciones que poseía en diferentes negocio. No cabe duda que Beatriz era una mujer excepcional y yo me encargaría de mantener en alto su buen nombre y ahora la fundación del banco que se dedicaba a dar donaciones para obras benéficas se llamaría Beatriz Alcázar en su honor.

Con la decisión de Beatriz de dejarnos a los hermanos Gallardos toda su fortuna no faltaron los comentarios mal intencionados, tanto así que pocos días después de su muerte el banco entro en una gran crisis. No me quedó más remedio que aceptar la ayuda que Emilio Valverde me brindó, sabía que mi hermano Arturo había tenido problemas con Isadora su hija y que no le hacía mucha gracia pero fue la única solución para sacar a flote el banco.

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