Papa me cogió fuertemente de los tobillos y me levanto las piernas, comenzó a penetrarme, sentí como su polla entraba en mi coño, como me penetraba sin cesar, como mis carnes se movían con los empujones, los pechos, como mi cuerpo se bañaba de sudor.
Estaba gimiendo de placer y por dentro de mi ser me sentía curioso ya que reviviría como fui procreado, era como ver y sentir el milagro de la vida, estaba imaginando que esto pasaría 24 años en el pasado, como su semen entro en el cuerpo de mama y como un espermatozoide llego al ovulo, después nueve meses mas tarde nací yo.
Al ver que Papa no usaba un condón supuse que después de tres hijos alguno de los dos se hizo un corte o se hiciera una ligadura de trompas para no volver a tener mas hijos.
Me aferré con fuerza al cabezal de la cama y me cogió de mis caderas, para penetrar mi trasero, lo azotaba, sonreí alocada de placer, por los años se veía que mis padres habían mejorado su forma de practicar el sexo.
Me quede con los ojos como platos al ver que Papa sabia tanto, sabia como practicar algunas posturas que eran más de una película porno, paso sus manos por dentro de mis piernas, las llevo por detrás de mi nuca, haciendo que mis muslos se pegaran contra mis generoso pechos, yo me agarre a las sabanas sintiendo que no podía moverme, agachando un poco mi cabeza veía como esa polla me penetraba. Entre sudor y gemidos lleguemos al orgasmo, sentí como bastante semen cayo de uno de mis orificios.
Caí contra el colchón y mire a Papa agotada, él se levantó y se preparó sus cosas para el gimnasio, yo le mire forzando una sonrisa:
-Papa no digas nada de esto a los niños, no quiero que se sientan violentos...
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La daga corta cuerpos y la familia feliz
Dla nastolatkówDescubres una daga corta cuerpos en el sotano de tu casa y comienzas a experimentar con los miembros de tu familia, con tu hermana, con tu madre