La inutilidad (I)

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Asgasgdagfada. Ok, ya pasó.... Lo siento, necesito deshaogarme de alguna forma, y esto era lo mejor que se me ha ocurrido.

Primero de todo: yo no soy médico ni poseo ningún tipo de titulación ni conocimientos más allá de lo que te explican el el instituto y las series de televisión, pero lo que sí que considero que tengo es sentido común, cualidad de la cual, al parecer, carecen quiénes gobiernan. Ala, ya lo he dicho.

En segundo lugar, creo que todos somos sabemos sobre la situación que se está viviendo actualmente en todo el mundo (ehem, ehem, pandemia mundial...) y, aunque los políticos ya prácticamente hagan oídos sordos del virus, éste sigue rondando por ahí, matando gente.

No me quiero extender en lo mal que se hizo antes de que empezara el estado de alarma (al menos en España), ya que podría dedicarle otro capítulo entero (puede que haya "La inutilidad parte II") y me voy a centrar en lo horriblemente mal planteada que ha sido la vuelta a la escolarización. Ten preparado tu chupito de cloroz por si lo necesitas y aprieta bien el esfínter, por que estoy a punto de narrar mi experiencia personal.

Mi instituto (un público) empezó las clases el 14 de septiembre, como es habitual. Primer error , pues todavía no habían tenido tiempo siquiera para organizar el instituto: las directrices marcadas por el gobierno cambiaban día sí y día también, mareando a los pobres proferoses. Hicieron una reunión informativa en la que no se nos dio absolutamente ninguna información importante, pues todavía tenían que terminar de plantear la estrategia para poder mantener las distancias en clase. Lo único que recuerdo claramente de aquella reunión fue que a los de bachiller se nos dijo que: "Como nuestra educación no es obligatoria, no hace falta que asistamos a clase". ¿Te lo puedes creer? La propia directora soltó eso.

El primer día de clase fue un desastre: la gran mayoría de las medidas de seguridad eran absurdas y muchas veces incluso generaban más concentraciones de gente de las que se formarían si nos dejaran funcionar como siempre. La minoría restante sí que tenían sentido, pero no estaban bien ejecutadas: para desinfectar las mesas y las sillas, nos daban un trozo minúsculo de papel y cuatro míseras gotas de desinfectante, y ni siquiera han impuesto una mascarilla estándar, por lo que quien lleve una de cirujano, será contagiado por quién lleve una KN95 o similar. Segundo error.

Pero, el error más recalcable por parde del instituto son las horas del recreo: nos han querido dividir en grupos, para que distintos cursos no se mezclen en el patio. Todo bien hasta ahora, ¿no os parece? El problema viene cuando llevan a cabo el plan y... Oups, parece que algunas delimitaciones se nos han quedado pequeñas. Mi hermana tiene que espachurrarse junto a otros siete compañeros para poder sentarse en un banco, acto irresponsable popr su parte, que debería ser corregido por algún profesor responsable. Resulta que no tenemos profesores responsables en el instituto. Mi sensación es que, a muchos de los adultos que trabajan en mi escuela les importa una kk lo que hagamos mientras no nos acerquemos demasiado a ellos, con nuestros gérmenes y viruses. En el fondo, este pensamiento no estaría mal, mas en este caso sí: "Tu eres responsable de tus acciones, y puedes hacer lo que te venga en gana, siempre y cuando no vayas a perjudicar a nadie más que a ti, pero no estamos hablando solo de contagiarse, si no de contagiar, y allí ya no eres el único que sale mal parado".

Volviendo a mi historia, al cabo de solo una semana de ir a clase, mi hermana empezó a encontrarse mal, a tener una tos muy fea y a costarle respirar, junto con prácticamente todos los síntomas principales del COVID-19. El lunes de la segunda semana faltamos ambas al intentar ser precavidas. Aquella tarde fue al médico y le atendió una pediatra, que no sé si es que estaba muy caragada de trabajo, o que le habían dado el título de doctora en un garaje a cambio de plutonio o yo qué sé que; que le diagnosticó bronquitis alérgica con las siguientes palabras:

-Bueno, vamos a decir  que es bronquitis.

La mujer le recetó salbutamol en inhalador, y tira pa casa, porque al no tener fiebre, no le pensaban hacer un PCR. A ver, esto va dirigido a los inútiles que hayan decidido los parámetros para decir cuándo es o no necesario realizar una prueba: Sabiendo que hay asintomáticos que pueden transmitir el virus, ¿t

Además, recalcó que yo debía ir al instituto, pues no era nada. Hicimos caso a la doctora y, el miércoles por la tarde empiezo a tener síntomas yo, que por suerte se rebajaron al cabo de dos días y, no solo eso, si no que una amiga de mi hermana empezó a tener fiebres altísimas el martes mismo.

¿Cómo acabó todo esto? Al cabo de una semana de pasarlo mal mi hermana, y que todos y cada uno de mis familiares (yo incluida) con los que convivimos pasaramos por algún tipo de "resfriado" o "gastroenteritis", conseguimos que le realizaran el PCR... Y que finalmente se confirmara lo que nos temíamos.

Por suerte, nos andamos con cuidado, e ignoramos a las personas que nos trataban de paranoicas y no hemos comenzado una cadena de contagios en el instituto.. Ahora, si hubieramos hecho lo que aquella doctora nos decía, y lo que marcaban las pautas, Dios sabe qué hubiera pasado. Que, quien sabe, puede que no hubiera pasado nada, el destino es caprichoso... Pero no podemos permitirnos depender de la buena suerte que cae del cielo y, como comunidad debemos responsabilizarnos de velar por el bienestar de todos.

Gracias por leer mis rollos, puede que vuelva a pasarme por aquí para seguir quejándome, o puede que no vuelva a tocar esta historia, ya veremos... Me gusta desahogarme, pero no suelo publicar mis quejas. ¿Quién sabe? Tal vez me vuelva una aficionada a esto.


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⏰ Última actualización: Oct 01, 2020 ⏰

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