peqυeñaѕ нιѕтorιaѕ con loѕ perѕonajeѕ de apeх legendѕ...
roмance, нυмor, тrιѕтe, venganza... υѕтedeѕ pιden :^)
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nιngún perѕonaje eѕ мιo, eхcepтo "___" o "тn", тodoѕ perтenecen al vιdeojυego apeх lege...
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Y ahí estaba él, Mirage, intentando tener una cita.
—¿Y bien? —pregunto coqueto Elliot.
—¿Y bien qué? —respondió con otra pregunta Loba.
—Te pregunté si saldrías conmigo —se recargo en la pared dando haciendo una cara "coqueta", que más bien parecía que había chupado un limón.
—Dejame pensarlo... No —respondió con una sonrisa y apunto de marcharse.
—Sí, sí, yo sabía que acep-... Espera, ¿No? —cambió su expresión y la siguió— ¿Como que no?
—Tengo mejores cosas que hacer, cariño —habló mientras caminaba y se miraba en su espejo de mano.
—Oh vamos, solo será una pequeña salida —dijo rogando— te mostraré los lugares más hermosos de Solace y además estarás con él hombre más guapo del lugar... Y ¿que dices? —preguntó con un ceja levantada.
—Mmm... está bien, vamos a salir y yo pagaré todo, ¿Ok? —respondió con una sonrisa— Te veo a las 20 Hs, dulzura, hasta luego —y se marchó del lugar, caminando tan elegantemente como siempre.
—¡Sí! Nadie rechaza una cita Al Gran Mirage.
—¿Sabes que te engañará, cierto? —se metió Ajay, burlándose de su amigo.
—Shh —le puso un dedo en sus labios—, ella no sería asi conmigo, yo lo sé —habló confiado.
—Me sorprende que tan ingenuo eres —chocó su palma en su frente mientras cerraba los ojos.
—Bueno, tengo que ir a prepararme, hoy consigo novia —dijo guiñando su ojo a Lifeline mientras se iba.
—Idiota.
...
Ambas leyendas se encontraban paseando por las calles de la ciudad de Solace, decidieron ir a un lujoso restaurante por pedido de Loba.
—Buenas noches, ¿en que les sirvo? —pregunto la persona a cargo del restaurante.
—Buenas noches, reservé un lugar esta tarde, al nombre de Loba Andrade —dijo la chica.
—Entendido, una mesa para dos —habló y llamó a una mesera—. Señorita Violet, llevelos a la mesa 8.
—Si señor, siganme —dijo aquella mesera.
Ambos adultos siguieron a la mesera hasta su mesa y Elliot, como el caballero que es, ayudo a sentar a Loba.
