-Hey, Crabbe, ¿es mi impresión o la sangre sucia esa tiene algo diferente en la cara? -preguntó Draco frunciendo el seño mientras señalaba descaradamente a la castaña situada en la mesa de los Gryffindor.
Giró la cabeza para verla junto con su amigo, buscando aquello extraño que tenía en la cara. Sonrió de lado al darse cuenta que la chica se le habían colorado las mejillas, seguramente notó que la estaban mirando. En aquel instante Draco y Hermione chocaron con la mirada, provocando que a ella le ardiera la sangre y quisiera golpearlo en aquel mismo instante. Él solo rio.
-No veo más que una simple muggle -respondió divertido Goile, quién también había fijado su vista en la chica.
-He escuchado que le pidió a Madame Pomfrey que le achicara aquellos dientes de ratón que tenía -se escuchó la voz de Pansy, quien estaba situada al lado de Malfoy como se costumbre.- También hay rumores de que le dio amortentia a Victor Krum para que la invitara al baile de los Tres Magos. Es imposible que una hija de muggles como ella pudiera cautivar a alguien como Krum. Ni siquiera es bonita -miró de reojo al rubio a su lado para ver la reacción de sus palabras en él.
Pero Draco seguía mirando a la castaña desde su puesto.
-Draco, ¿me pasarías el puré de papas? -preguntó Parkinson con voz dulce, con la intención de que el chico dejara de ver a Hermione.
-Goile, pásale el puré de papas -ordenó Draco sin mover un solo músculo.
Obediente, Goile le entrega el el pocillo a la pelinegra con una sonrisa tonta. La chica gira los ojos con desagrado, ya que no era eso lo que esperaba. Le gustaba tener la atención de Malfoy. Siempre había sido ella la que estaba a su lado en todo momento, siempre que él se lo pedía, y no soportaba que su atención se desviara hacia otras chicas, a menos que fuera para burlarse de ellas.
Aunque, pensándolo bien, no tenía por qué ponerse celosa por Granger. A Malfoy jamás le gustaría una sangre sucia, y menos ella, la mejor amiga del ''Elegido''. Así que intentó desviar su mente a pensamientos más agradables, como el día del baile cuando ella fue con el rubio. Soltó un suspiro tonto.
Por otro lado, Draco estaba muy concentrado en Hermione. Observaba todos sus movimientos, esperando que se pusiera nerviosa con su mirada. Quería intimidarla, aunque sabía que ella era una chica difícil de intimidarla. Si molestarla con aquellos horribles dientes de conejo ya no serviría, tenía que buscar otra forma de hacerlo.
-Hermione, estás completamente roja -comentó Ron con preocupación.
-Tengo calor -mintió la castaña sin levantar la mirada de su cena.
Harry y Ron se miraron antes de posar sus ojos en su amiga.
-¿Estás segura que solo es eso? -preguntó el chico de lentes con un dejo de temor en la voz. Tenía el mismo aspecto que cuando se enojaba con ellos, pero esta vez no habían hecho nada para molestarla, al menos nada que él recordara.
-Completamente -respondió bruscamente, aclarando con eso que la dejaran en paz.
-Si tú lo dices -dijo sin creerle mucho el pelirrojo antes de seguir con la presa de pollo que había dejado a medias.
No iba a decirles que Draco Malfoy estaba provocándola en aquel instante. Claro que no. Conociendo a sus mejores amigos, y sobre todo a Harry quien siempre buscaba un pretexto para discutir con el chico, armarían un escandalo enfrentando al Slytherin en medio del comedor, probablemente frente a los maestros, y sería por su culpa.
La cena de bienvenida fue muy silenciosa. Los chicos de su grado casi no habían entablado conversación con ellos. De hecho pareciera como si ignoraran al trío por completo. Hermione seguía sintiendo la incómoda mirada del rubio sobre ella. Y por si fuera peor, el discurso de aquella rosada mujer del Ministerio como nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras había declarado el peor primer día en Hogwarts.
-Ron, tenemos que guiar a los de primer año hacia los dormitorios -ordenó la chica una vez que Dumbledore anunció la hora de dormir. -Lo siento, Harry -se disculpó mirando a su mejor amigo con aprensión. Sabía que el chico no quería estar solo en ese momento, pero no tenían alternativa.
-No importa, puedo ir solo -respondió quitándole importancia.
Ron apretó los labios en un dejo de disculpa y siguió a Hermione.
Draco también estaba haciendo sus responsabilidades de prefecto, por lo que junto con Parkinson comenzaron a guiar a los nuevos Slytherin hacia la sala común de su casa. Y hasta el último mantuvo su mirada sobre Granger.
Como era obvio, ambos prefectos fueron los últimos en subir a sus habitaciones para dormir. Cuando Hermione llegó al suyo, se encontró a Lavender Brown y Parvati Patil sentadas en la cama de ésta última.
-¿Qué tal las vacaciones Parvati, Lavender? -preguntó Hermione una vez adentrada en el cuarto de las chicas.
Ambas chicas dejaron de cuchichear entre ellas enseguida para fijar la vista en quién les había hecho la pregunta.
-Bien -respondió Parvati elevando los hombros.
-También -dijo despacio Lavender, aunque carraspeo y enseguida habló con más seguridad-. Hay rumores de que ha vuelto el Innombrable.
La castaña miro fijamente a la chica, esperando a que dijera algo más, pero como no lo hizo, le respondió con la misma seguridad que la otra, lista para atacar si la atacaba.
-Sí, así es.
-¿Tú lo viste? ¿Lo viste cuando estuvieron en el Ministerio? -preguntó Parvati con susto en su voz.
-No, pero sí lo hicieron Harry y Dumbledore.
-Entonces nadie más lo vio, ¿verdad? -cuestionó desafiantemente Lavender, para luego lanzarle una mirada a su amiga como si le dijera ''te lo dije''.
-No necesito más testimonio que el de Harry y Dumbledore para saber que es cierto -se defendió la castaña, ya sintiendo que la ira florecía dentro suyo.- Explícame por qué otra cosa los Mortífagos entrarían al Ministerio de Magia.
-No lo sé, ya los vimos hacer un espectáculo el año pasado cuando fue el Campeonato Mundial de Quidditch. Todos sabemos que ellos están locos -obvió la chica-. Además, el Ministro y los Aurors llegaron casi de inmediato, y ellos no vieron nada cuando llegaron.
-Sí que vieron, es solo que son unos cobardes que no quieren enfrentar la realidad, al parecer igual que tú.
Realmente ella estaba intentando contenerse, pero no iba a permitir que los trataran de mentirosos. Menos si todo el mundo mágico estaba en peligro. Tenía la esperanza de que quizás cambiaran su opinión al escucharla, pero era muy difícil no enojarse en el camino.
-Pues yo creo que Harry Potter está mintiendo para llamar la atención - insistió Lavender, esta vez de pie a unos metros de Hermione-, y no me sorprendería que Dumbledore se creyera todo lo que dice su alumno favorito.
-Ni te atrevas a llamar mentiroso a Harry en frente de mi, y más te vale que cierres la boca o yo misma me encargaré de eso -instintivamente tanteó el lugar donde se encontraba su varita en la túnica que tenía puesta.
Ofendida, Lavender le lanzó una última mirada desafiadora a Granger antes de irse directo a su cama y acostarse en ella, cerrando las cortinas de golpe. Hermione hizo exactamente lo mismo, y pudo escuchar cómo Parvati cerraba las suyas con cautela antes de quedarse profundamente dormida.
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Inside You [Dramione]
FanfictionDraco siempre ha abusado de su poder, y la llegada de la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras le ha caído como anillo al dedo. Lo que nunca pensó es que esto le haría acercarse a una de las personas que más desprecia, creando algo par...