- ¿Te he dicho lo mucho que te amo?.- dije en un susurro aquella pregunta que resonaba sin parar desde la última vez que te vi, desde aquella vez que acordamos en terminar.
Un hermoso sueño que quisiera nunca despertar...
Estaba tan nervioso desde que desperté, estaba muy feliz... ¡por fin hoy lo vería!
En serio te extrañe tanto, esperaba con ansias a que llegara la hora de vestirme y tomar el autobús que me llevaría lo más rápido hacia ti. A la hora, corrí rápidamente a tomar un baño, en serio quería verme bien... tardé demasiado en escoger que ponerme,hace mucho que no me esmere en arreglarme, no lo se, tal vez quería que al verme te dieras cuenta de lo mucho que me extrañaste y me pedirías volver estar juntos.
En el autobús, mis nervios aumentaban conforme el tiempo pasaba, no dejaba de pensar en ti, en lo que haríamos, ¿Comer en alguna parte?, ¿Ir directo a su cuarto para que así me besaras desesperadamente mostrándome lo mucho que me extrañaste? ¿Que las caricias sean más profundas para decirte lo mucho que te amo? no lo se y no importa, solo pienso en tus dulces labios, que me beses aunque sea una vez para tener fuerzas y esperar a que se repita en unos meses... tal vez o incluso un último beso si nuestro rompimiento será definitivo.
Estalló de emoción, dirigiéndome a los túneles, donde fue nuestra ultima vez juntos, la caminata es larga y cansada; húmeda por las gotas de agua que caen en los túneles, lo que alumbra mi camino son las luces de los automóviles pasando a un lado de mi, pero lo que más ilumina el camino es mi sonrisa a la hora de verte a tan solo metros de mi... se que eres tú, conozco tu cuerpo, al que lleve 3 años abrazando y acariciando cada parte de tu ser, tu forma de andar, esa chistosa forma de andar que tienes pero que a la vez me vuelve loco por lo varonil que eres. Muero al verte más de cerca con esa bella sonrisa, ESA MALDITA Y JODIDA SONRISA QUE AMO, esa sonrisa que me causa paz en mi interior, me vuelve feliz; te ves tan seguro y tan apuesto desde el día en que te conoci, mi sonrisa se vuelve más grande al tenerte tan cerca de mi para así poder abrazarte... después de tanto tiempo y lo hago muy fuerte que no quiero dejarte ir, amó estar entre tus brazos, estaría mil años abrazandote y seguiría igual de feliz como la primera vez, mi corazón se rompe al sentir el como haces lo mismo, me abrazas tan fuerte o incluso más de lo que yo te abrazo fue asi el como se que me extrañaste de la misma manera que yo lo hice. Las lágrimas salen al pensar en lo mucho que nos extrañamos, no quiero dejarte ir, ya no más, sabemos que este tiempo separados nos dolió o por lo menos para mi si y demasiado... fue una tortura el mantenerme alejada de ti, acaricias mi cabello mientras llamas mi nombre en un susurro, no estoy listo, no me hagas esto, no me dejes porfavor.
No dices nada, sabes que solo necesito abrazarte y lo sabes muy bien por eso mismo solo me sigues abrazando mientras te meces levemente de un lado a otro intentando tranquilizarme y lográndolo en pocos minutos, enserio no sabes lo mucho que te he extrañado, sacó fuerzas para poder ver tu rostro... tu bella cara que me hechizó desde la primera vez que te vi, tus facciones que bese miles de beses, al que acariciaba casi todo el tiempo, al que presumía diciendo que era mío, al que aprecie verlo desde nuestros buenos y malos momentos, al que vi hacer miles de muecas, aquel rostro del que me enamore.
- ¿Te he dicho lo mucho que te amo?...- dije en un susurro aquella pregunta que tenía en mi cabeza todos los malditos días, que no dejaba de resonar sin parar desde la última vez que te vi, desde aquella vez que acordamos en terminar. Y sonreíste, una pequeña sonrisa que significó mucho para mi para despues decir... "si, miles de veces, pero yo te amo aun mas", rei felizmente por tu comentario sintiendo el como mis ojos volvían a humedecerse, acaricie tu rostro sintiendo de nuevo esa gruesa y suave para unirnos en un beso, un bello beso, un beso desesperado, sintiendo tus dulces y suaves labios sobre los míos provocando un suspiro de alivio entre ambos, sentía aquellas caricias en mi rostro, cabello, cintura y espalda como si no quisieras dejarme ir mientras que yo acariciaba tu rostro y te abrazaba fuertemente del cuello, podríamos estar así por mucho tiempo...
Pero te alejaste de mi...
Te alejabas dando pasos hacia atrás aun mirándome, seguía extendiendo mis brazos hacia ti para que volvieras, para volver a tenerte en mis brazos, pero no lo hiciste, seguiste retrocediendo para después darme la espalda y avanzar aún más rápido. Algo se rompió en mi al verte cada vez más lejos de mi y decidí seguirte, decidí correr hacia ti, correr a tus brazos, a tus labios y cuando por fin pude rozar mis dedos con tu espalda desperté...
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