Solo una mirada basto para que terminará rendido ante de él.
Eso ojos almendrados te enseñaban un hermoso paraíso, te sentías perdido con solo mirarlo, y eso era lo que volvía loco a Yoongi.
Ya llevaba una semana sin saber algo sobre el pelinegro, ni siquiera lo había visto en la Academia practicando con el azabache, por alguna extraña razón había desaparecido y al parece sentía que era su culpa. No lo volvió a ver desde ese día en las afueras de su Universidad, aquél día, los recuerdos de ese día no pueden dejarlo en paz, quiso regresar y tratar de alejar al pelinegro de aquél idiota pero no pudo, no tuvo el valor suficiente para hacerlo y eso lo odiaba. Quería saber como estaba el pequeño pelinegro, quería saber que le pasaba con tan solo ver sus hermosos orbes almendrados. Quería que le diera una señal de que estaba bien, no le bastaba los "Está bien" de su hermano, no lo convencía ni un poco, él quería saber más; necesitaba verlo.
-No va a venir Hyung- voltea sus cabeza para ver a su hermano que tiene una sonrisa de lado pero parece apagada, tampoco ésta bien con saber que su amigo no se encuentra en buenas manos- Ya es suficiente- murmura volviendo su vista al frente para ver a su novio practicar junto con los demás alumnos.
Desde hace media hora había empezado la clase y el pelinaranja tenía la esperanza de que el pelinegro llegaría, que causaría esas puertas de madera y todo estaría bien para él, con ver al pelinegro y saber que esta bien sentiría tranquilidad en su interior, lo quería. Ya no podía con ese sentimiento que lo estaba comiendo vivo, necesitaba saber del pelinegro si no perdería el control de todo e iría por él.
-Tengo esperanzas Taehyung, es tu amigo- dice tan irritado por lo poco que le importa a su hermano el si está bien el pelinegro o no.
-Yoongi...
-No trates de negarlo Taehyung, deberías estar preocupado por él pero no lo estás, es como si no te importara- dijo mirando una vez más la puerta pero la respuesta era la misma, él no llegaba y parecía que no lo haría, no una vez más.
-Me importa- el castaño suelta con su voz afligida, claro que le importa su amigo, él hizo tantas cosas por él que él se sentía estúpido por no hacer lo mismo pero las palabras del pelinegro seguían en su mente, No quiero ver a tú hermano, ¿Qué tenía que ver él con que estuviera alejado?, no lo entendía, su hermano jamás le hizo nada, más bien siempre que tenia la oportunidad preguntaba por el pelinegro, era algo extraño.
-No parece- solto con recelo y el castaño ya estaba a un nivel de estrés alto, su hermano se había vuelto irritable desde que el pelinegro desapareció.
-¡Joder Min Yoongi!- gritó desespero llamando la atención de todos, obligando al maestro a detener la música, no le importaba al castaño- Entiende de una buena vez que no va a venir, ese es el problema, no quiere ver a nadie, no quiere saber de nadie y menos de ti, eh hecho todo pero él no está listo- siente como su corazón late fuertemente, siente un peso menos dentro de él, lo dijo y lo necesitaba decir. El pelinaranja no dijo nada, se quedo callado con la mirada perdida en algún punto del enorme salón de practicas, no entendía, ¿No lo quería ver?, ¿Por qué?, ¿Qué hizo?, no lo entendía y de verdad quería saberlo.
-Jovencitos- la voz fuerte y gruesa del profesor llamo su atención, los dos hermanos miraron atentos al profesor que era seguro que los iba a sacar del lugar si seguían discutiendo o interrumpido su clase- Le voy a pedir...
-¡Llegue!- ese gritó hizo que la piel del pelinaranja se erizara, ya sabía perfectamente quién era, volteó su cabeza para conectar su mirada en el cuerpo del pelinegro; ahí estaba él, con su respiración alterada, sus ojos inchados como si hubiera llorado horas o tal vez dormido demasíado, no lo sabía, su ropa deportiva mal acomodada, con su mochila colgando en su hombro. Se veía tan inocente y dulce que el pelinaranja quería correr a él para estrecharlo contra sus brazos, estaba sientiendo miles de cosas en su interior que no podía explicar y que lo confundían.
-Joven Jeon, ¿Sabe la hora que es?- el profesor coloca sus manos en su cintura apoyando el peso de su cuerpo en una sola pierna. El pelinegro asiente y sus ojos se conectan con los oscuros de su Hyung, aquélla persona que no quería ver, la persona que estaba prohibida para él pero parecía no importarle en esos instantes, se sonrojo de inmediato apartando la mirada para dirigirla a su profesor.
-Lo siento de verdad, tuve algunos problemas personales, se me olvidó avisarle que faltaría, lo siento- bajo su cabeza sientiendo una cargada mirada en él y no sabía de quién era pero se sintió incómodo.
-Está bien Jeon, solo porque eres un buen estudiante te lo dejaré pasar pero a la otra no voy aceptarlo- se giró para seguir en su clase con sus estudiantes que de inmediato aportaron la lirada del pelinegro y éste pudo respirar con más tranquilidad.
-Gracias- hizo una reverencia y dejo sus cosas junto a la de los demás para luego retirarse su sudadera y dejarla junto a sus pertenencias.
Corrió a lado del azabache que lo miraba con sorpresa y una enorme sonrísa, estaba feliz de ver otra vez a su amigo y saber que estaba bien. Juntos empezaron a seguir las indicaciones del profesor que miraba atravez del espejo a todos sus alumnos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pelinaranja esperaba que el pelinegro lo mirará o tan siquiera le hablara pero eso no paso, simplemente lo ignoró, como si él no estuviera ahí, como si no existiera y eso lo empezaba a irritar, y es que no le gustaba que lo ignoraran sin saber los hechos del porque, ese comportamiento se le hacía infantil.
El pelinegro acomodaba sus cosas para regresar a casa, no quería faltar otro día a sus practicas cuando sabe muy bien que ama esto y quitarle atención por sus problemas no le agradaba así que después de luchas con él mismo se decidió por no faltar nunca más así se esté derrumbando en pedazos.
-Jungkook- esa gruesa voz hizo que se quedara inmóvil, se estaba acercando a él, su Hyung se estana acercando a él, no sabía como reaccionar, ¿Debía correr?, ¿Huir lejos de ahí?, ¿Inventar alguna escusa para no hablar con su Hyung?, ¿Qué?.
No se dio cuanta, cuando alzo la mirada ya lo tenía enfrente de él con un semblante serio adueñandose de su angelical y hermoso rostro, así lo pensaba el pelinegro, y sentía su cuerpo temblar, su Hyung daba miedo con ese semblante rudo y serio.
-Hyung.
-Jungkook.
Hasta aquí lo dejo, mañana subo la otra mitad, Feliz cumpleaños!!
