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Aun lado, a esto le llamo "No terminar lo que tengo pendiente".

JAJA perdónenme.

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Hinata atiende a un nuevo paciente que dice estar en un "genjutsu". No es nada fácil y para rematar, le dice que deje de jugar al doctor y que lo ayude a escapar.

Hinata ciertamente está descolocada, pero trata de hacerle entender, con toda la amabilidad que posee, que esa es la realidad y no hay ninjas ni enemigos.

Hinata se desconcierta cuando la información que pidió de su paciente es nula ¿Cómo puede ser eso posible? Así que cuando le pregunta la historia de su familia a Sasuke, esté sola mira fijo y sin decir nada. Le contesta hostil y ella entiende que ese tema es delicado. Capaz si tantea por allí, será de capaz de encontrar algo.

Siendo trabajadora del estado, en un hospital psiquiátrico, su sueldo era lo que necesitaba para mantener justo a dos personas. Pero las horas extras fuera del trabajo ella sabía que nadie se las pagaría. Sin embargo ese paciente era como un laberinto. Se había creado un mundo fantasioso, para esconderse de algo, capaz.

El hombre seguía insistiendo que dejara de jugar y se pusiera hacer algo para liberarse. ¿Era eso una sugerencia? Sinceramente, así lo creía Hinata, pero primero, debía saber algo más sobre ese paciente.

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Nada.

Absolutamente nada. Un hombre salido de la nada, eso era Sasuke Uchiha.

Si es que así se llamaba, claro.

En sus años de trabajo nunca le había tocado algo así.

Sin historial médico, aparecido en el medio de una avenida asaltado a cualquiera que intentara acercarse. Capturado y deportado al hospital público, cedido al hospital Psiquiátrico para que ellos lidearan con él.

A veces Hinata se pregunta si la gente se informa bien antes de ir a votar.

Su hermana adolescente le dijo que era mejor relegar el caso. Pero para ella era como si sintiera una conexión con ese hombre.

Día tras día, el sujeto seguía protestado y llamándola inútil, la verdad es que se lo estaba creyendo al no poder con él. Lucia como un hombre cuál había pasado por mucho para la edad que dijo que tenía. Sus ojos mostraban eso que solo ojos experimentados y sufridos podían expresar.

A veces, él cedía y simplemente la miraba, esperado algo. Ella trataba de averiguar qué. Lo miraba a los ojos, y sentía que se ahogaría en lo tormentosos que se veían, pero él, en su rostro, expresaba indiferencia. Se esforzaba, quería descifrarlo, que era lo que ocultaba, entonces él apartaba la vista, capaz incómodo, capaz vencido. Le gustaría lo último.

Sasuke le preguntaba "y", ella contestaba "y qué", entonces él rondaría los ojos. Ella se había criado en un hogar, y a pesar de que aquel gesto era visto por todos lado, era uno de los únicos gestos que lograban molestarla. Su hermana sabía de eso y lo usaba, Hanabi era tremenda.

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