— ¡Exijo una explicación para...! ¿Po-p-por qué estás desnudo?
El corazón de KiBum se detiene cuando entra a su habitación y ve a un MUY DESNUDO JongHyun. Su tono piel es verde, como siempre, pero se ve sudorosa y... sumamente tentativa.
Por un momento, KiBum olvida su enojo. Más aún cuando siente un tirón en sus pantalones, que demuestran lo mucho que le gusta la vista.
— ¡Bummie llegaste! — exclama JongHyun dándose la vuelta con una sonrisa feliz. Cierta parte de su cuerpo hace a KiBum ponerse rojo. — Estaba esperándote.
— Desnudo.
— Sí — afirma el castaño, acercándose a su amo mucho más sonriente, — JjongHyunnie necesita una opinión completamente imparcial para sus fotos en Grindr.
El ceño de KiBum se frunce cuando lo escucha. Quiere darle un par de bofetadas, porque parece que no se ha dado cuenta lo idiota que suena.
Esa confianza mezclada con ternura sólo le recuerda a KiBum las razones de su enojo.
— ¿Para qué quieres mi opinión? Fuiste lo suficientemente adulto para crearte la cuenta en Grindr ¿no es así? — escupe el rubio, cruzando los brazos sobre su pecho. — Me pediste un maldito Iphone 11 sólo para ligar con otros hombres.
JongHyun hace un puchero, bajando la cabeza. El enojo de KiBum tambalea, pero se fuerza a mantener su compostura.
No puede flaquear ahora. Él es su amo, y tiene que hacer respetar su autoridad. Por mucho que le cueste ignorar la carita triste del genio, debe ser firme para que estas cosas no se repitan en un futuro.
JongHyun le debe obediencia. Es algo que él mismo dijo cuando llegó a su vida.
KiBum no debe sentirse mal por hacer lo correcto. Claro que no.
— Creo que volveré a mi lámpara — susurra el genio, de pronto con los ojos rojos y los labios apretados. — Perdón por ser un tonto, amo. Yo sólo quería... — alzando la cabeza JongHyun lo mira. El corazón de KiBum late como un motor de auto, — no importa. Son tonterías.
El rubio ve cómo JongHyun toma su ropa del suelo y se desvanece en el aire. La lámpara sobre la cama ahora tiene una luz encendida, indicando que el genio está dentro.
KiBum tiene sus emociones a flor de piel, mezclándose entre sí haciéndole confundir.
A estas alturas ya no es un misterio que JongHyun le gusta un poquito más de lo normal, y que pensar en él teniendo citas ha sacado un lado celoso que no conocía. Porque en realidad su molestia es por eso, no por haber gastado dinero en comprarle cosas.
KiBum lo quiere, en serio. Sólo que es demasiado cobarde como para decírselo.
Quizá si fuera-
— Bummie.
El rubio salta del susto al sentir una mano en su hombro. Cuando se da vuelta lo reciben unos ojitos de cachorro ligeramente húmedos.
— ¡Yah! ¿No estabas en la lámpara? - exclama KiBum, dándole un empujón al genio.
— Sí — afirma JongHyun, jugando con sus dedos, — pero quería preguntarte algo.
KiBum suelta un suspiro, relajajándose para poder hablar con JongHyun. Las conversaciones siempre son buenas, y tampoco quiere ser un mal educado.
Asiente, cruzando sus brazos de nuevo.
— Usé mi magia para poder tener citas en esa aplicación — continúa JongHyun, haciendo a KiBum apretar los puños, — pero ciertas personas querían que les mandara fotos de mi penecito, y yo no me siento confiado sobre eso.
Las mejillas de KiBum se vuelven a poner rojas. No esperaba para nada este tipo de conversación.
— O-okey... ¿Y yo que te tengo que ver ahí?
— Podrías darme tu opinión sincera — sonríe JongHyun, inclinando la cabeza a un lado. — Si me tomo una foto ¿podré impresionarlos?
— ¿Me estás pidiendo que le dé una calificación a tu pene?
JongHyun asiente, totalmente emocionado ante la idea. KiBum lo recorre de arriba abajo, y el calor en cierta parte de su cuerpo aumenta considerablemente.
— ¡Anda, Bummie! ¡Dame una calificación! — insiste JongHyun, saltando en su lugar como un niño.
— Nueve de diez, es todo lo que diré.
KiBum sale de la habitación oyendo unos gritos de alegría tras su espalda. Cuando a su entrepierna se da cuenta que JongHyun no es el único feliz con esa calificación.
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