Hermione Granger

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El gran comedor estaba abarrotado de estudiantes comiendo de prisa para ir a su primera clase, fue entonces que los grandes ventanales se abrieron para dar paso a las lechuzas que llevaban la correspondencia. Hermione no esperaba ninguna carta, ya que desde que sus padres perdieron los recuerdos de ella, no tenía quien le escribiera a excepción de los Weasley. Pero para sorpresa de la castaña una hermosa lechuza se posó cerca de ella, haciendo que Ron dejara de atragantarse con el cereal y se miraran entre si confundidos, siguiente a eso la chica desató la carta del ave, el cual al ser liberado emprendió vuelo sin esperar respuesta.

- ¿de quién es? - pregunto Ron con curiosidad

Hermione solo se encogió de hombros y abrió la carta para comenzar a leer.

Hermione, Ron

Espero que estén bien

Seré breve. El medimago y el ministerio de magia me han evaluado, y creen que estoy en la capacidad de regresar a Hogwarts. Ya hablé con McGonagall y dijo que podría volver en el tren mañana mismo.

Los veo pronto. X

H.P

La castaña, terminó de leer la nota de su compañero y miró al pelirrojo con una amplia sonrisa.

-Esto es grandioso, creo que estar con nosotros le ayudará- mencionó Hermione

-Creo que tienes razón ¿Qué podría salir mal? – dijo Ron, pero en el fondo el chico creía que la llegada de Harry quizá podría ser más negativa para el héroe que algo beneficioso.

- Ron ¿Qué pasa? - le preguntó Hermione, al ver como Ron ya no probaba el desayuno y solo jugaba con la leche restante dentro del tazón.

-Hermione ¿no crees que la fama que ha adquirido tal vez lo moleste?. Es el jodido elegido y salvador del mundo mágico, derrotó a Vol... Lo derrotó a él- dijo con escepticismo.

-Creo que tienes razón... pero Ron, nos tiene a nosotros.

-Si, creo. Entonces que Harry vuelva- Expresó Ron con una sonrisa.

Los chicos continuaron con su desayuno, pero algo llamó la atención de Granger.

-Es raro­- dijo Hermione mirado a la mesa que estaba frente a ella, ya que en todo el desayuno no había visto a alguien, el cual siempre se había hecho notar a la hora de cada comida.

- ¿Qué es raro, Herms? - preguntó Ron distraído, dándole un vistazo a la tabla de posiciones de su revista de quidditch

-Nada, tonterías mías­- respondió, dejando el tema zanjado

Pero su idea de no pensar más en la ausencia de esa persona fue inútil, ya que su curiosidad hizo que se preguntara por qué no había entrado a la clase de adivinación la que compartían Gryffindor y Slytherin. Pasó su mirada por cada puesto y vio que no solo no estaba él, sino que tampoco entraron Gregory Goyle, Blaise Zabini ni Theodore Nott, incluso observó que algunas chicas como Pansy Parkinson, Daphne Greengrass y Ella Wilkins tampoco estaban.

-Tonto hurón estúpido ¿en dónde estará metido con... sus amigotes haciendo de las suyas? – Pensó Hermione, extrañamente enojada, tanto que se sorprendió así misma dejando de escribir de inmediato.

- ¿Herms te pasa algo? Te noto molesta, esa es la cara que pones siempre que Harry y yo hacemos algo tonto- le susurró Ron a Hermione, la cual aún, tenía el ceño fruncido.

-Estoy bien Ron-­ respondió rechinando los dientes. No solo Ron se preguntaba acerca de su repentina molestia, también ella misma.

Ron al saber que no era buena idea moelestar a Hermione cuando estaba de mal humor, decidió ignorarla 

Sigue el plan Malfoy (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora