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"El beso"

— ¡K-Kyle!—gritó de forma nerviosa y alterada el pequeño rubio amante de la cafeína.

Después de que los amigos hubieran quedado dispersados, quedándose solos, Tweek había terminado el lo que parecía el vestíbulo que se unía con el salón principal.

Era demasiado amplio el espacio sin embargo estaba abarrotado de gente,Tweek comenzaba a ponerse ansioso al darse cuenta que desconocía cada uno de los rostros que alcanzaba a ver e incluso analizar, buscando por lo menos alguien de su colegio, claramente sin éxito.

El pánico comenzó a invadirlo poco a poco, al intentar salir de aquel lugar, pues la gente comenzaba a sofocarlo de calor y para ser más exactos  su pequeña estatura no le permitía saber hacia qué dirección se dirigía, encontrándose en un salón completamente diferente, sin saber a qué dirección tomar.

Tal vez las nuevas personas que lo llegaban a conocer e incluso aquellos que no veía en mucho tiempo, podrían decir que había dejado su paranoia  constante y aquella ansiedad igualmente regular en su persona, sin embargo Tweek sabía que seguía ahí, y que solamente lograba controlarla gracias  a sus nuevos mejores amigos.

No le importaba las opiniones e incluso insultos, siempre y cuando se encontraba acompañado de su pequeño grupo de tres personas.

Sin embargo como había mencionado, el pálido chico no lo había superado como tal, cosa que comenzó a demostrarse cuando finalmente el chico rubio termino en una habitación que para su fortuna se encontraba libre de personas y de aquel escandaloso ambiente.

El pobre  chico había terminado acurrucado en una esquina de la habitación, mientras intentaba controlar sus espasmos y temblores que comenzaban a hacerse presentes al no encontrar una solución para encontrar a sus amigos, e imaginando todo posible escenario desastroso que pudiera ocurrir.

Ayudaba un poco el ambiente calmo de la habitación ,con su gran ventanal que daba una bella vista hacia lo que parecía parte del jardín privado, sin embargo parecía que este hubiera sido restringido su paso. Pero de igual forma esto no evitaba que el pequeño comenzara a tirar de sus suaves hebras rubias tomándolas cada vez con más fuerza, de forma asustada.

Después de un largo periodo para el rubio, que en realidad solo fueron unos cuantos minutos comenzaba a perderse entre sueños al considerar qué tal vez dormir un poco lo libraría de su típica paranoia, sin embargo su sueño se cortó de golpe cuando alguien entró abruptamente gritando.

—¡Maldito idiota!—gritó la voz de forma molesta y a la vez en un susurro escandaloso—¡Uhg!...

Se detuvo al ver a rubio expectante que lo miraba desde el suelo acurrucado ente sus brazos aún temblando, ahora por el frío de la habitación.

—C-Craig—soltó dudoso Tweek al ver que el mayor lo miraba desconcertado.

—¿Que pasó?—habló mirándolo mientras cambiaba súbitamente su expresión enojada  por una de preocupación.

También deseaba preguntar por el atuendo del rubio,pues apenas iba con él y también igualmente apenas lo había logrado reconocer con las prendas que llevaba encima, pero no comentó nada al respecto al ver de esa forma tan indefensa al rubio con quien había compartido gran parte de su niñez y curso en secundaria.

—M-me perdí—hablo mientras sollozaba levemente—Y-y no e-encuentro Kyle.

—Mierda... Kyle...—dijo en un susurro para sí mismo asegurándose de que el estado del rubio era culpa de Kyle.

Realmente su relación con Tweek no fue la mejor ya que fueron "forzados" a mantener una relación, a pesar de que ninguno tenía sentimientos hacia el otro, de forma que terminó comprendiendo la personalidad y sus problemas contantes de ansiedad y paranoia. Lo cual ahora mismo se aliviaba de saber que podía calmar al rubio.

Virgins squad [south park]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora