Capitulo 4

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Aunque me corresponde el abrazo, se que lo hace por no hacerme sentir mal.

-¿Te pasa algo? -pregunta

-Yo creo...que n-n-no. Adiós Ray -dije, y lo empujo hacia la puerta, y la cierro de un golpetazo.

¿QUE FUE ESO?

Odio mis impulsos de chica enamorada.

Organizo la mesa, lavo los platos y vasos que utilizamos para comer, y me pongo mi pijama. Aunque mi cama es flácida y comoda, no logra conciliar mi sueño del cual hace parte Raymond.

***

La luz del sol resplandece junto a mi cara, lo que me obliga a levantarme de mi cama. El despertador no anuncia una buena hora: 08:45am.
Se supone que debería estar en la oficina a las 9:30am.

Y por eso, señores, es importante colocar las alarmas.

Me baño -por cierto, también prende el calentador si no quieres tener un baño helado- y salgo temblando de allí. Hoy no es buen día.
Además, hoy comenzaba la misión 20: rescate de RAM

Es una de las misiones más dificiles, por la habilidad y destreza que debes tener. El mafioso más importante de Nueva York, y probablemente de todo el país, era cosa dificil.

Mi atuendo asemeja a una espía: buso negro, y un pantalón flexible negro. Zapatillas negras y gorrito negro igualmente.
Aveces me gustaba estar así.

Esta vez, mientras bajo el ascensor, pienso en como enfrentar a Raymond. Más bien, la explicación del "inminente abrazo de oso" que apareció de la nada, o de como tu compañera de misión te invita a su casa y, justo cuando te vas a ir, demuestra su cariño afectuoso. Estoy frita.

Cuando llego al parqueadero, me cuesta elegir, pero decido llevar mi motocicleta negra. Es veloz como un cohete, y sin contar su belleza exterior.
Tomo las llaves del mueble destinado para ello, y salgo, preparada para enfrentar a Ray.

No me toma más de 15 minutos llegar a la central. Parqueo y me dirijo con confianza hacia la entrada, hasta que un sonido chillante me aturde. Nada más que un Ferrari 458 Italia se parquea al lado de mi moto.

Y sale él, arreglando su cabello, y dando zancadas hacía mi. ¿Y yo? Estoy petrificada.

-Hola preciosa -dice mientras su mirada encuentra mis verdes ojos.

-¿Como vas, Raymond? -digo, le doy la espalda y me dirijo al ascensor. Ignoro el hecho de que me sigue, de todas maneras tenemos que compartir el ascensor.

-¡Espera, Chris! -dice, y hala de mi hombro, para quedar a una distancia extremadamente corta.

-Que quieres ahora -digo y ruedo los ojos

-¿Te gusto, no? -dice,

-Por supuesto -y se asoma una sonrisa por parte de él- ¡QUE NO! -ahora la sonrisa se convierte en una mueca divertida.

-¿Por qué me abrazaste ayer, eh? -este era precisamente el tema que no quería tocar

-¿No puede tu amiga darte un cálido abrazo? -digo- Si te molesta, dámelo a saber.

-De hecho...

Y tengo un nuevo dicho: "Me salvó el ascensor"
Las puertas se abrieron de par en par, y el solo se queda allí, parado en la alfombra para entrar al ascensor.

-¿Subes? -digo, exaltada

-Tu si me gustas Christina -y en ese instante, la puerta se cierra en su cara.

Esto no es cierto.
Raymond Thomas no me acabó de decir eso.
Por favor, sólo, llega el y... Empeora todo.

Raymond Thomas no está enamorado de mi.

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Nota:

¡Hey! ¡Ya pasamos las 100 visitas! Estoy verdaderamente agradecida, espero que me sigan apoyando.
Gracias de verdad.

Pd: ¡CHRISTINA EN MULTIMEDIA! ¡Justo como la descripción de su atuendo en este capitulo!

-ImagineDivergent_01

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