¿Quién? Yo.

Capitulo 1

CAPITULO 1 

Una.
Dos.
Tres gotas cayeron en la ventana de la casa de mi mejor amigo, Francis, la fiesta estaba hasta el tope, todos bebían, bailaban, jugaban y charlaban, todos pasaban un buen rato, relajando su mente de exámenes, de trabajos de profesores, estaban agotados, lo sé por que estoy exactamente igual, estaba cansada, pero tenia una buena vida, no me quejaba, buen novio, buenos padres, buena universidad, buenas notas, buen promedio, buena vida social, perfecto, y estaba feliz, mucho.

-¿Quieres que nos vayamos ya? Había preguntado mi novio Daniel con ese cabello castaño claro y esos ojos miel, y cuando me miraba así, no me podía resistir a nada, ,me levante de un salto y me senté encima de él, le bese la frente, la mejilla derecha, la mejilla izquierda y luego los labios, un beso dulce pero rebosante de amor.

-Estas muy amorosa conmigo y eso me encanta pero dime si quieres quedarte un rato más, ó nos vamos ya para el campus.

-Quiero estar contigo en realidad me da igual donde.

-Entonces quedémonos un ratito más.

Bailamos después de eso, bailamos y bailamos, hasta que el cansancio me pudo y tuve que decirle a Daniel que nos fuéramos, pero estaba nerviosa, en mi casa no había nadie, papi y mami estaban en una finca familiar y mi hermana no estaba en casa y si estuviera no importaría mucho, y sé que Daniel se quiere quedar, y  eso implica que hagamos.. cosas, pero no quiero hacerlo aún. No me malentiendan no es como si él me obligara o presionará o algo por el estilo, pero sé que quiere hacerlo pero siento que aún no es el momento.

Nos subimos a mi coche, pero Daniel manejaba y mientras eso, cerré los ojos, y pensé en todo el tiempo que he estado con Daniel, llevamos casi dos años de noviazgo, y con él, he aprendido y crecido mucho, amo saber que tengo un novio que es a la vez mi mejor amigo, alguien en quién puedo confiar.

- Mi linda despierta, llegamos

Abro los ojos y parpadeo un poco para despejarme, quiero seguir reflexionando y pensando más.

-Tengo migraña de nuevo, hablamos mañana me quiero acostar ya, mi amor.

-Esta bien, pero llama antes de dormir quiero saber como sigues, te amo.

-Te amo, Daniel.

Subo rápido a mi cuarto en la residencia de estudiantes, me desmaquillo la cara, me la lavo, me pongo la pijama y me meto en la cama, observo el techo y en silencio le doy gracias a Dios por tantas bendiciones, mi vida es como una especie de cosa perfecta, me encanta saber que tengo personas tan valiosas conmigo y que esas personas me quieren y me cuidan, tanto o más que yo a ellas.

Poco a poco siento que va llegando el sueño, pero de repente abro los ojos, y a donde se fue el techo de mi cuarto? Me miro y por Dios!! Estoy casi desnuda, en una especie de bikini negro, miro a mi alrededor y me doy cuenta de que estoy en una hamaca, como en una cabaña, pero que mier..

-Sarahh!! Hasta que por fin despiertas, pensé que tendría que ir yo para despertarte con muchos muchos besos. –Dice un desconocido con una sonrisa gigante en el rostro.

Pero quien carajos es este tipo? Es un tipo de complexión grande, mucho más alto y grande que Daniel, tiene el cabello negro, y unos ojos de un color totalmente indescriptibles, ni azules, ni negros, ni plata, son.. mágicos, una nariz grande pero no fea, solo.. grande, contrasta con su cara, es muy varonil, fuerte, se nota que ejercita, y viene corriendo hacia mi también semi desnudo en una pantaloneta corta de natación.

Oh por Dios, me secuestraron? Estoy secuestrada? Siento ganas de llorar, pero las lagrimas, las lagrimas nunca vienen, están ahí las siento, pero no siento que resbalen por mi cara.

-Pero quien eres tu? –Medio hipo/sollozo

-Como que quien soy? Hola mucho gusto Gabriel, somos novios aproximadamente 3 años, nos conocimos hace 3 años y medio.

-Por supuesto que no, tengo un novio, se llama Daniel, no Gabriel y con ridículos hombros y cuerpo gigante, solo dime donde estoy, solo quiero ir a casa- Definitivamente es un secuestro, me quieren hacer creer lo que no es, ni siquiera reconozco al tipo, oh Dios mio, quizás sean caníbales!!

-Estas en tus lapsus de sueños o como sea que se llamen, no?

¿Qué?  ¿Pero de que esta hablando? Miro a mi alrededor y observo todo, y me doy cuenta de que solo hay dos cabañas, y no hay nada más que mar, mar y mar, si, son caníbales, intento llorar de nuevo, pero nada.. no sale.
Así que trato de actuar lo más calmado que me da la situación.

-No sé a que te refieres y francamente no me importa, solo quiero ir a casa a California, Norte america, USA, no sé si te suena, solo me quiero ir, ya!-Digo y se me resquebraja ligeramente la voz, se nota mi miedo y mi confusión.

-Haber vamos a tomárnoslo con calma, si? Te explicaré como es lo que siempre se hace cuando pasan estas cosas, y volverás en si.

-No tiene nada que explicarme, solo quiero volver a mi hogar –grito, porque me desespera esto, no se donde estoy, ni con quien, y este hombre me trata como si fuera una loca

-Sarah Bershak, naciste en California USA el 6 de Junio de 1996, tu color favorito es el rosa pastel, amas el chocolate, las serpientes son tus animales favoritos y todo animal que sea bebé, estudias idiomas, tu numero favorito es el 6, tienes unos padres que te aman y una hermana menor que te adora, te encantaría tocar el pian..

Lloro como una loca histérica y siento que me voy a descoser de las emociones que me abruman, me duele la cabeza, y siento punzadas en las sienes, me tiro al suelo y siento que me vienen arcadas e intento vomitar pero no lo logro, tiran de mi contra un pecho, un pecho cálido, una piel lisa con ligero vello en ella, y aspiro y huele, oh por Dios ese olor lo conozco, es a cítrico y algo más, me encanta pero no sé que es, se siente familiar, sé que es el tal Gabriel así que de ningún modo puede ser familiar, pero así, así se siente.. me siento mal, enferma, y no logro entender nada, porque el sabe todo de mi, porque me duele tanto, porque su toque es familiar, definitivamente no son caníbales

-No llores palito, todo se va a solucionar, ya volverás a mi, lo sé, siempre lo haces, eres fuerte, muy fuerte, estoy junto a ti, siempre lo he estado, siempre lo estaré, por favor, por favor quédate conmigo esta vez.

Sollozo y lloro porque inexplicablemente siento su dolor, lo siento en lo hondo de mi, hasta que siento que cierro los ojos.

Y los abro y estoy de vuelta en mi habitación del campus, bañada en sudor, con el olor en el ambiente de Gabriel, miro por toda mi habitación y no hay nada, gracias a  Dios fue un sueño, nunca me he sentido tan confundida en mi vida, tan abatida, y sigo sintiendo ganas de llorar, y lo sigo haciendo hasta que me vuelvo a dormir.