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Y ahí estaba de nuevo, llorando en silencio abrazando a mi hermano menor mientras los gritos desgarradores de mi madre hacian eco por toda la casa, pidiendo por favor que mi padre dejera de golpearla.
Se convirtió en una rutina pasar por esto,dia y noche,siempre era lo mismo; mi hermano y yo llorando,mi madre pidiendo por favor y mi padre golpeandola.
La peor parte era fingir que eramos la la familia perfecta a dónde fuéramos, mientras que a puerta cerrada todo era caos y dolor.
Siempre veía a los demas niños y me preguntaba; Sus padres se aman?Como será su familia? Sufrirán como nosotros?.
No podia evitar ponerme triste al ver que los demas niños llevaban una infancia normal.
Algunas personas tenian una forma de escape de la realidad, pero para mi no la había en ese entonces.
Escuela?
Solo recibía burlas.
Algún familiar?
Críticas y más críticas.
Amigos?
No los tenia.
Pase la mayor parte de mi infancia sola, deprimida. Quizas es raro pensar que una niña puede tener depresión, pero el entorno en donde vive,la falta de atención y de cariño inexistente en su hogar puede provocar eso y más.
A medida que crecía, los problemas también lo hacian. Empecé a tener problemas con la comunicación;no podia hablar abiertamente con nadie, así que solo me tragaba todo el dolor y los problemas.
Cada vez la pregunta de ¿Para que vine al mundo? Rondaba en mi cabeza y a su vez los pensamientos de querer morir.
Comencé a lastimarme, entonces supuse que ese sería mi escape de la realidad;esa seria mi forma de evitar el dolor emocional, remplazandolo con dolor fisico.
Aprendí a ocultar mis emociones, a fingirlas, así nadie sabría lo que sentía.Para la vista de los demas era una chica alegre, juguetona, que hacia bromas y siempre estaba sonriendo, pero en el fondo tenia el alma destrozada.

~Elizabeth~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora