𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐤𝐢𝐬𝐬𝐞𝐬 [Rulexby]

Two

۵

—¿Alex? ¿Me estas escuchando?— llamó la atención rubius a su chico que revisaba unos papeles del trabajo o algo así, no estaba completamente seguro.

Escucho un «Uhum» en respuesta y su ceño se frunció al confirmar que alexby lo ha estado ignorando todo este tiempo descaradamente.

Frunció los labios, e hizo un pequeño mojin. ¿Acaso bravo conocía siquiera que era el descanso?

Su mirada volvió al asache. Lucía cansado y tenía evidentes ojeras debajo de sus ojos.

Parecía un oso panda.

—¿Has dormido siquiera?.— murmuró preocupado, haciendo que el omega detuviera su lectura.

—¿Si? creo que como cinco minutos — bostezo y estiro haciendo tronar sus músculos.

—Pero si no has dormido nada, tío. — una mirada preocupada se instaló en las facciones del hibrido.

—Hombre, este trabajo es importante, no tengo tiempo para descansar.— le resto importancia el de ojos azules, retomando su atención en la hoja que tenía a mano; con una mirada decidida mientras leía sobre “la hermandad oscura”

Rubén se agarró el puente de la nariz sacudiendo la cabeza, ¿porque siempre se enamoraba de personas obsesionadas con algo? 

Primero vegetta con la simetría y ahora alex con su trabajo.

Solto un suspiró y se acercó al chico que parpadeaba continuamente, luchando por mantenerse despierto.

Sonrio ladinamente, su novio era un chico enamorado de su trabajo —y de el, obvio— que se esforzaba por mantener el pueblo seguro y un gran héroe.

¿Acaso se podía ser más perfecto?

Se agachó lo suficiente como para quedar cara a cara con lely —que aún estaba concentrado en su lectura— y acercó la mano bajando lentamente el informe con datos posiblemente interesantes para sus hermanos oscuros, se subió un poco la máscara que siempre llevaba puesta dejando a la vista sus labios, y cerró los ojos acercando poco a poco la cara a la contraria.

Volvió a abrir los ojos solo para ver cómo alex también cerraba los ojos esperando un beso.

Un beso que fue directo a su frente, provocando un jadeo exasperado al menor.

—Agh, ¿es enserio, chaval?.—, miró al más alto con el ceño fruncido, ahogó un ruido molesto que quería escapar de su garganta cuando el alfa se alejó con una sonrisa ladina, llevándose consigo lo que estaba leyendo segundos antes.

—¡Nos vemos, cariño!. — se despidió el teñido con una sonrisa inocente y se alejó.

Bravo se quedó ahí, sentado en el pasto; con la cara roja y avergonzado.

¿Cómo es que se fue a enamorar de ese oso otaku?