juntos por la eternidad

siempre te cuidare dónde sea que estes

Cuando sentí la bala volteé a ver a mi hermana justo cuando en el cuerpo de ella penetro otra bala, no prestaba atención a los gritos, ni otros ruidos, solo me concentre en tomar de la mano a Rin, mi querida hermana menor, la volvería a perder.

Aun recuerdo cuando le dije que escapara que no llorara y no mirara hacia tras , morí para salvarla, después de pasar mucho tiempo en esa oscuridad y volver a ver a mi hermanita, esa otra vida que nos dieron para cambiar las cosa, pero tuve que perderla, otra vez volví a esta oscuridad, espero tener una tercera oportunidad de arreglar todo, mi querida hermana sufrió por estar en ese reino en el que gobernaba la traición, mi hermanita fue victima de eso y aun así la acusaron de ser tirana, cruel e inhumana, solo conocían una fachada que ella creo, pero no sabían como era en verdad, ella en realidad era un niña frágil que sufría mucho, pero aun así era tierna, adorable, cariñosa y mostraba una sonrisa.

En nuestra primera vida fuimos separados a los 5 años mi mama murió cuando Riliane tenia 12 dejándola acargo, Riliane solo era una niña que tuvo que gobernar a esa corta edad, sola, sin nadie que la ayudara, los primeros meses gobernó como nuestros padres, pero se dio cuenta que no la tomaban enserio, por eso comenzó a mostrarse seria, cruel, una persona que no sentía remordimiento.

Al cumplir un año de gobernar comenzó a volverse caprichosa e infantil, cuando nos separaron le pusieron muchas normas, como que no podía ser infantil. ¡Por dios solo era una niña de 5 años! cuando se volvió reina se dio muchas libertades que no pudo tener de niña, recuerdo cuando volví al palacio, Riliane tenia 13 años, me presente como su nuevo sirviente, ella al verme me miro con lagrimas contenidas, corrió hacia mi y por el impulso con el que me abrazo caímos los 2 al suelo, le prometí que no volvería a dejarla sola, después de eso ella me nombro como su sirviente personal, no quería que me mandaran otras personas, muchos creerán que me mandaba, pero no, ella me lo pedía respetuosamente, pero la mayoría yo se lo llevaba sin que me lo pidiera, éramos gemelos, la conocía muy bien (pues sus gustos no cambiaron nada de cuando éramos niños) como para llevarle las cosas sin que me lo pidiera, ella siempre me pagaba de más cuando me mostraba su sonrisa, además que me dio algunos privilegios, muchos se enojaron, puesto que la mayoría llevaban mucho tiempo ahí y no podían tener esos privilegios, recuerdo cuando me contó que se enamoró del rey Kyle, ese rey que venía del otro lado del mar, ella emocionada le envió una carta de matrimonio, pero el rey Kyle rechazó la propuesta de matrimonio, esa noche lloro mucho, yo sabía que su razón era una chica de cabello verde que conocí en un viaje fuera del país, a la mañana siguiente la hicieron enojar, gracias a eso ella mandó a matar a todas las personas con el cabello verde del reino al que pertenecía la chica, a mi me ordenó que matara a la chica pues sabía que la conocía, yo se lo conté en una de nuestras platicas,me dio una daga de plata,me quedé quieto un buen rato,no sabia que hacer,mantener esa dulce sonrisa de mi hermana o mantener viva a la chica que me gustaba, fue duro mi debate pero preferí a mi hermana, quien sabe qué hubiera pasado si no la hubiera matado, pero eso quedo en el pasado,se preguntaran ¿por qué pones primero a tu hermana,si ella te puso entre la espada y la pared? Mi hermana no me abandonaría, ella no iba a dejar de ser mi hermana, era quien me hacia feliz con solo su sonrisa y eso nunca cambiaría, por eso la elegi.

Después de eso presentía que el país se acabaría, que iba haber un golpe de estado, sabía que iban aprovechar que los soldados venían cansados, que hiban a matar a mi hermanita.
Pero ese castigo en definitiva no lo permitiría suceder.

Cuando regresaron los soldados comenzó el golpe de estado, estabas mirando por una ventana yo te jale para adentro y te dije -Toma mi ropaje y rápido póntela ya, date prisa, tu escapa y no mires atrás, todo va estar bien, somos gemelos al final, te prometo que nadie cuenta se dará- fue lo último que te dije cuando creí que no te vería más . Yo pensaba en ese momento que el destino nos había separado para siempre, llore cuando vi un pétalo amarillo caer dentro de la celda.

Cuando estaba frente a la guillotina no quise mostrar mi miedo que te encontraran y mataran por eso mi mirada era seria. Antes que cayera la cuchilla apareciste en frente de mi y sonreíste triste. Yo siempre te decia que nunca dejaras de sonreir. Me gusto ver tu sonrisa antes de ver como llorabas por mi ausencia, solo te pude abrazar y decir- si tal vez yo pudiera elegir volver a nacer, me encantaría ser tu gemelo otra vez-es lo último que te dije en esa vida antes de caer en esa espantosa oscuridad.

Después de despertar no te vi, pasó un año cuando volvi a verte intenté abrazarte, pero no pude, me dijeron que la unica que podia pasar esa pared transparente era Miku eso me sorprendió, Miku fue la primera en despertar, la segunda Rin, el tercero fue Kaito, la cuarta fue Meiko y yo fui el último. Ella no parecía mirarme, su mirada parecía perdida, como si estuviera acostumbrada a la soledad, puesto que no respondía a las palabras de Miku, parecía que no notaba que había más personas, como si pensara que estaba sola, no sabía porque lo hacía, sólo que miraba hacia esa pared vacía (la habitación estaba conformada por la pared que impedía que la tocará enfrente de ésta era una pared blanca y a los costados unas amarillas al lado derecho estaba una cama y un ropero, al lado izquierdo estaba un tocador y una puerta que según Hatsune era un baño), yo siempre iba a ver cómo estaba,así pasó un año sin que ella respondiera y ni me mirará, un dia vi a esa chica que mate, esa chica de cabello verde, traía una bata blanca, ella se colocó en medio de los 2 y toco nuestras cabezas entonces sentí como choco mi espalda con la de mi hermana, Rin volteo y al verme me abrazo llorando, yo le dije que cumpli la promesa, los dos lloramos de felicidad, era inmensa mente feliz volver a vernos, cuando creímos que nos habían separado para siempre.