𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐘𝐎𝐔 | jacob black

─ᴛᴇ ϙᴜɪᴇʀᴏ

☾

Bella estaba igual de sorprendida que yo cuando le conté lo sucedido a penas mis pies tocaron la casa. Se enfadó por no haberla llevado conmigo, pero no me importó demasiado, no realmente. Creía que eso era algo que tenía que vivir con Jacob yo sola. El terrible y agonizante sentimiento del rechazo.

Me dolía el pecho. Sentía una especie de sentimiento opresor que me dejaba sin aire. Me había peleado con Jacob... realmente eso había sucedido. No era una pelea tonta, como tuvimos en el pasado, esta tenía algo más, algo oculto que no podía descifrarlo.

Me cambié la ropa mojada mientras recordaba sus ojos furiosos y su actitud violenta, como si pretendiera causarme miedo, pero había logrado todo lo contrario. Después de esa situación lo último que quería era alejarme. Algo andaba mal con él y yo quería averiguar qué sucedía.

Sam Uley no iba a sacarme a mi mejor amigo y andaría por ahí tan feliz de la vida mientras yo sufría encerrada en mi cuarto.

Sus palabras seguían razonando en mi cabeza luego de haberme quedado unos minutos sentada en mi cama mirando hacia la puerta, como si Jacob fuera a aparecer por ahí, riendo, diciéndome que todo era una broma.

Me acosté en la cama. No iba a bajar a cenar. No quería. No tenía apetito alguno.

Pensé en que le había declarado mis sentimientos indirectamente y él lo había pasado por alto, como si no fuera la gran cosa. Eso dolió. Significaba que para Jacob lo que yo sintiera no era nada, o por lo menos nada comparado con Bella.

Otra vez Bella en mis pensamientos. Ya se había hecho costumbre recurrir a mi hermana para hacerla culpable de todas mis desgracias, pero ¿Qué culpa tenía ella realmente? Sí, lo más probable fuera que a ella también le atraía Jacob, pero jamás quiso quitármelo, no de esa manera. Yo había estado alejando a mi mejor amigo de mí poco a poco, con mis inseguridades, con mi deseo de que él fuera feliz sin importar con quién, sin interesarme si era mi hermana quien lo consolara.

Divagué en los recuerdos otra vez. Algo había pasado cuando estaba yéndose. Jacob me había mirado como nunca antes lo había hecho, con una pizca de terror, pero a la vez contemplándome como si fuera lo más extraordinario hubiera visto en su vida. ¿Debía alegrarme por ello? No lo sabía. Al fin y al cabo había terminado volviendo con Sam.

Tonto Sam.

¿Y cómo sabía lo de los Cullen? ¿Acaso había estado enterado de eso hacía mucho tiempo y nunca me lo contó? Bueno... tal vez estaba asustado, como yo en ese momento. ¿Cuántas posibilidades había que alguien te creyera si le contabas una historia sobre vampiros? Muy pocas, a menos que los viera o tuviera dudas sobre su existencia, como yo.

Victoria probablemente estaba asechando nuestra casa, esperando el momento oportuno para matar a Bella y luego darme a mí a Laurent como comida para el león por su buen comportamiento. ¡Qué tontería! ¡Qué miedo! ¿Qué pasaría con Charlie? ¿A él también lo matarían en cuanto tuvieran oportunidad? La respuesta quedaba en el aire con un deje afirmativo.

Me desperté a oscuras. La sensación de ahogamiento me tenía cansada. Quería poder dormir una noche entera sin problemas. Sin gritos, sin pesadillas, sin dolor. Miré el techo en la penumbra. Tuve la impresión de que era bien entrada la noche. Estaba medio dormida. Los párpados se me cerraban pesadamente.

Fue entonces cuando oí el ruido que debía de haberme despertado al principio. Algo puntiagudo raspaba contra mi ventana provocando un chirrido agudo, similar al arañar de las uñas contra el cristal.

El susto me hizo abrir los ojos.

Estaba tan fatigada y confusa que dudaba de si estaba dormida o despierta.