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Este mundo oculta cosas... Cosas antiguas y extrañas, tan antiguas que de ellas solo quedan mitos, mitos que fueron moldeándose poco a poco a través del tiempo, mitos que en su deformación se acercan muy poco a lo que realmente fue, y tan extrañas estas cosas son que hoy en día las veríamos con horror y sin sentido, para nosotros hoy en día es mera fantasía... Pero es una realidad, una realidad a la que le mundo no está preparada para conocer, y de conocerla, la cabeza de las personas explotaría por el pensamiento y la indagación que llegaría de forma crítica y catastrófica al no poder digerir tan pesada verdad, todo lo que conocemos cambiaria, las teorías del origen del hombre, las creencias religiosas, la formación del mundo, la existencia de especies antiguas y las historia de la humanidad en general...

Historias y leyendas de monstruos, dioses y muchas otras cosas abundan a lo largo de la historia humana en las viejas y extintas culturas, muchas de estas culturas solo eran leves reflejos de lo que quedo del antiguo mundo, un mundo mucho más antiguo del que ya no queda nada, un mundo condenado al olvido por la soberbia, curiosidad y maldad del hombre, mismas que le trajeron desgracia a nuestra especie y con ella el origen de otras cosas poco naturales que si aún siguen vivas, y estas se esconden... Esperando en silencio, ocultos en la oscuridad a que el tiempo de su retorno toque a sus puertas otra vez...

Tan extraño y fantasioso es... que no muchos lo creerían, los estudiosos y científicos se encierran en sus indagaciones y teorías sin querer ver más allá del velo de la verdad...

Como dijo Lovecraft: Los hombres de ciencia sospechan algo sobre ese mundo, pero lo ignoran casi todo. Los sabios interpretan los sueños, y los dioses se ríen.

Ultimadamente esta época comienza a asemejarse de forma distinta a la primera edad, mundo lleno de soberbia y maldad... Bien dicen las escrituras bíblicas: Los tiempos de Noé volverán.

Y desgraciadamente con ellos también volverán los horrores de esos días, los pecados, la muerte... Y las "otras cosas" también volverán.

Mucha gente no cree en nada de esto, solo se guía por la ciencia, y hasta que no vean estas cosas con ojos propios, no lo creerán...

Mi amigo Saúl era una de esas personas. Ambos crecimos en familias bien acomodadas, 2 de las más ricas de España, nos conocíamos de toda la vida, el creció lleno de vida, con deseos de conocimiento, era intrépido y parecía no tenerle miedo a nada, un futuro científico en todo su esplendor, yo por otro lado, solo me ocupaba de cosas vanas, como la música rock y el sexo, aunque éramos polos opuestos siempre nos llevamos bien, bastante bien diría yo, incluso llegamos a mas pero eso... Solo lo supimos él y yo.

Saúl siempre demostró cierta determinación y valentía por lo menos nunca demostró miedo ante nada, hasta el día en que salimos de aquella cueva... hoy en día sigo indagando y tratando de averiguar que fue de él, el único vestigio que me queda de él es una carta que escribió para mí, la dejo antes de desaparecer, y no fue lo único que dejo para mí, también dejo cierto artefacto, artefacto que obtuvo aquel día, el día que su locura comenzó...

He guardado sus extrañas investigaciones, investigaciones que comenzaron después del día que descendió a aquella cueva, investigaciones raras, sobre culturas antiguas, mitos y cosas bíblicas, me pareció extraño ya que nunca se había interesado por ese tipo de temas...

Pues bien, todo comenzó a principios del año 2001, Saúl y teníamos un gran interés en visitar cavernas poco exploradas para aumentar un poco nuestra adrenalina y tener la mente ocupada, ya habíamos explorado una buena parte de las pocas cuevas de España, así que decidimos extender nuestras fronteras y viajamos a México, para ser más específico al estado de Puebla, de fuente de un buen amigo de Saúl supimos que habían unas cuevas inexploradas en ese estado así que nos consiguió una habitación barata en un hotel de un pueblo cercano a estas cuevas, esa fue la última noche que dormimos juntos...

Habían rumores de una cueva muy extraña, una cueva a la que nadie se atrevía a entrar, la llamaban la cueva del diablo. La gente la llamaba así por sus historias.

Según las historias se dice que desde que los españoles llegaron en los tiempos de la conquista las tribus indígenas de la zona ya le tenían miedo a entrar en esta cueva, decían que algo horrible moraba en ella, entonces un capitán español llamado Rafael Avellaneda llevo a sus hombres a la entrada pero entro a explorarla solo con la idea de que era un cuento de los indígenas para esconder y mantener a salvo una gran cantidad de oro, ya que mientras eso pasaba en otro lado los españoles ya habían robado gran parte del oro azteca en Tenochtitlan, paso el rato y Avellaneda no salía, hasta que de repente salió despavorido y gritando, no dejaba de gritar repetidamente: ¡El demonio! ¡El demonio! Pero... No dio más explicaciones de lo que vio allí, no hablo del tema con nadie, y al poco tiempo murió en circunstancias muy extrañas. La historia nos pareció muy interesante, pero no creímos en ella, típica superstición de pueblo pensamos Saúl y yo.

Llego el día finalmente y nos aventuramos solos en las cuevas, no olvidare esa mañana, y sé que si Saúl siguiera vivo... El mucho menos podrá olvidar.

Shavoy: La desaparición de Saúl Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora