𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓 𝑽𝑺 𝑷𝒆𝒗𝒆𝒏𝒔𝒊𝒆 ✰︎ೃ °➫ En pausa

CAPÍTULO XII. QUIDDITCH

⚜𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒃𝒍𝒂𝒎𝒆 𝒎𝒆, 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒎𝒂𝒅𝒆 𝒎𝒆 𝒄𝒓𝒂𝒛𝒚⚜

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Aquello no fue un beso, fue el chocar de sus labios ocultando la verdad que ambos deseaban conservar, pues ninguno de los dos sabía por donde aquella flama de amor los llevaría a parar, si al radiante sol o al ardiente infierno.

-Granger yo...-el rey bajó la cabeza apenado-. Lo lamento no era mi intención ser así tan descortés contigo al darte ese..

Pero sus labios estaban tan secos y su corazón tan dispuesto a seguir hablando que los nervios le impidieron al rey el pronunciar de aquella palabra que quedó flotando en el viento.

-Eso... No fue un beso-negó Hermione mientras soltaba una nerviosa risa, deseando disfrazar los nervios de ambos por diversión y casualidad-. No tienes porque disculparte no fue lo que crees apenas y me tocaste eso no es un beso..

-Pero podría serlo-sin darse cuenta Edmund soltó la verdad de su corazón-. Si tan sólo tú... Lo desearas.

Pero la bruja y el rey habían olvidado la fuerza de las miradas al chocar, aquella capaz de desenredar la verdad.
Sus palabras decían lo contrario a lo que sus ojos le susurraban, Edmund lo sabía porque cuando veía a Hermione Granger el mundo entero era gris mientras ambos gritaban en colores una realidad que se aferraban a seguir ocultando.

¿Debía de quedarse?, ¿podría seguir mirándolo de aquella forma o sería un pecado?. Hermione sintió que en aquel momento los oscuros ojos del rey eran su prisión, estaba tan deseosa de escapar de ahí, estaba segura de ello, o por lo menos debía de estarlo, pues Edmund Pevensie era un verdadero dolor de cabeza, todo lo que un rey y niño bonito debía de ser; insoportable, egocéntrico, orgulloso, tan terco como una mula y... Tan lindo y caballeroso como el leer de una poesía, y tan apuesto como el caer de una constelación... ¿Qué demonios le estaba ocurriendo?.

Hay cosas que no se pueden evitar, como el frío en el invierno, el pintarse de los árboles en otoño o el mirar a Edmund Pevensie a los ojos y no sentir que así debía de sentir el mirar de una vida, algunas cosas están destinadas a ser...

Fue él el primero en agachar su mentón, el primero en acercarse hacia ella mientras Hermione se rindió; cerrando los ojos, esperando el impacto de sus labios como se espera del impacto de una bala; tan inevitable como fuerte.

-¡Hermione!-identificó Edmund la voz de su hermana Lucy.

El rey detuvo sus movimientos, cerrando sus ojos y frunciendo los labios, decidiendo cambiar su molestia por una dulce amabilidad hacia su hermana en cuanto volteó a verla.

-Estábamos buscándote para...-esta vez fue Ginny la que detuvo sus palabras en cuanto levantó la mirada para percatarse de lo que estaba por suceder entre ambos.