1 de agosto de 1995

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- ¿Mamá por qué algunos niños no pueden ir a la escuela? – le pregunte mientras comía de mi cereal, recordé aquel niño que vi en el parque, tenía la ropa y al rostro lleno de tierra, él solía vender dulces fuera de la escuela y siempre me preguntaba Por qué no estudiaba como los demás niños

- Tal vez porque sus padres no se pueden permitir un gasto así, mi amor

- ¿Entonces nunca podrán estudiar? – digo un poco triste por aquellos niños

- Si amor, pero tal vez no ahora. Ya deja de pensar en eso y ve a lavar tus dientes

- Si mamá – le sonreí y subí a lavarme los dientes, cuando termine fui a buscar mi bolso para ir a la escuela, mi padre me esperaba como todos los días fuera de la casa en su auto, me recibía con un beso en la mejilla y me deseaba los buenos días, cuando llegábamos a la escuela me recordaba que tenía que ser la mejor y que tenía que superarme a mí misma.

Ese día fue igual a los demás, me gustaba la escuela, me encantaba estar ahí. Pero me gustaba más estar en mi casa, me gustaba pasar tiempo con mi amigo en mi habitación. Aun no sabía su nombre, solo sabía a qué hora podía encontrarlo bajo mi cama, era muy divertido y me enseñaba cosas nuevas. Quería que mis padres lo conocieran pero él decía que no era buena idea, que nadie podía saber de él porque lo pondría en peligro. Así que para no perderle decidí no decirle a nadie.

Recuerdo que cuando salí de la escuela me dirigí directo a mi casa, mis padres no estaban, nunca estaban. Pero no me molestaba eso, así podía pasar más tiempo con mi amigo. Apenas llegue hice todas mis tareas y adelante algunos trabajos, vi una película mientras mi amigo llegaba.

- Hola Maddi – escuche la voz infantil del niño, me di la vuelta y ahí está; con su cabello negro hacia un lado, un abrigo negro y jeans del mismo color

- Holaaa – dije sonriendo de oreja a oreja, él me devolvió la sonrisa y se sentó en mi cama sin apartar la mirada - ¿Qué haremos hoy? – pregunte, el me miro con complicidad y supe al instante que haríamos

- Sabes que me gusta hacer – me levante rápidamente y cogí mi abrigo, salimos de la casa y nos dirigimos al callejón. 

¿que hay bajo mi cama? (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora