- Maddi despierta ya - escuche la voz de mi madre en medio del sueño, abrí mis ojos y ahí estaba ella, con una gran sonrisa en el rostro. Me levante y aliste para ir a la escuela.
El día paso como los demás estos últimos días, en la tarde llegue a mi casa. Estaba muy emocionada por lo que haría con él.
- Maddi - oí como alguien decía mi nombre bajo mi cama, me asome y ahí estaba, con la misma ropa de siempre, pero esta vez su expresión era seria y fría. Fruncí el entre cejo y le dije que saliera de ahí, cuando salió me miraba de una manera muy extraña y sentí un poco de miedo, nunca le había visto así.
- ¿entonces qué haremos hoy?
- Algo muy divertido, quiero que te veas al espejo - dijo, fruncí aún más el seño pero aun así me mire en el espejo, llevaba una falda negra y un abrigo del mismo color
- Dime ¿Qué ves?- dijo acercándose
- Pues... a mí - digo recalcando lo obvio
- Sí, pero qué hay más allá de la imagen, qué hay más allá de tu cuerpo, ¿Qué hay en tu mente y alma?
Me mire nuevamente al espejo, mire mis ojos como por cinco minutos sin mover ni un solo musculo. Cuando la imagen se fue distorsionando me asuste y quise dejar de mirar pero no podía, me había perdido en mi misma; me sentía vacía y fría, sentía que la presión en mi pecho aumentaba más y más. Mi imagen ya no estaba, estaba una con una sonrisa escalofriante, unos ojos me miraban con oscuridad y frialdad. Sentí mucho miedo, nunca había estado aquí, esto ya no era divertido, él ya no estaba siendo divertido; la imagen era de aquel niño, de quien me había acompañado todos estos años bajo mi cama esperándome para ir a jugar. Pero esta imagen era muy parecida a mí, apenas vine a notar el parecido entre ambos, aunque sus ojos no lucían como los míos; estos eran más oscuros de lo normal, él era como...
- La peor versión de ti - susurro en mi oído - siempre fui la peor versión de ti, yo soy quien realmente eres Maddi - sentí el filo de algo pasar por mi garganta, la sangre empezó a salir, estaba inmóvil viendo su rostro, un rostro que nunca podré olvidar... o tal vez si, estaba muriendo, todos los recuerdos salieron del viejo rincón de mi mente donde los mantenía guardados, pero ya no eran tan alegres, yo no estaba feliz... todo era un engaño, tal vez después de todo la vida no es tan bella y la oscuridad termina apoderándose y acabando con todo.
A veces somos demasiado ciegos, pensé que matar animales al final del callejón con él no era malo, pero... ahora veo quien era realmente.
20 de agosto de 1995
"El lamentable suicidio de la joven Maddi Scott nos deja desconsolados, una bella niña llena de valores y amor acabo con su vida el Día 19 de agosto de 1995 al parecer la pequeña sufría de esquizofrenia lo cual la llevo a cometer esto tan lamentable, nuestras condolencias para su familia... el pueblo se viste de luto"
Fin...
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¿que hay bajo mi cama? (TERMINADA)
Short Storylas apariencias engañan, el mundo es muy ciego y no mira realmente el interior de una persona