Dia cuatro: primera cita

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Deacuy les aviso

Narra Freddie:
Era por ahí de 1971, era invierno y las calles de Londres estaban nevadas, un momento romántico ¿No crees?
Bueno me enamoré, de un nuevo integrante de nuestra banda: John Deacon, un chico listo, amigable, tímido, gracioso y sumamente apuesto.
Desde el primer día que lo vi supe que me habia flechado de el, realmente estaba encantado con el.
Se unió a nuestra banda con esos idiotas de Roger y Brian, idiotas pero los quiero.
—¿Creen que será el definitivo?—preguntó Brian cuando el chico se fue después de la audición.
—¿Y por qué no?—respondio Roger.—lo oíste tocar y vaya que es grandioso en eso aparte siendo callado creo que podriamos funcionar bastante bien.
Y claro que sí, realmente funcionamos muy bien.
Después fue nuestro primer concierto los 4 meses después, ya eramos muy buenos amigos pero empecé a sentir algo que verdaderamente nunca había sentido: me enamoré por completo de el.
Antes del concierto discutimos pues yo queria obligarlo a qué usara algún atuendo extravagante, pero el solo quería usar un simple short y una simple camisa, por mas sorprendente que pueda sonar, el ganó la discusión.
Llegó el invierno y realmente yo moría por decirle lo que sentía pero tenia realmente miedo de que el me rechazara o algo parecido.
En un ensayo, por accidente, nos terminamos dando un beso en la boca, sin embargo el no se quitó, es mas continúo con el beso, cosa que claro yo también hice.
Fue un beso dulce y tranquilo, sin prisas, hasta que nos separamos por falta de aire y nos quedamos viendo hasta que empezamos a reir.
—pensé que te quitarias.—confesó John mientras reía nerviosamente.
—pense que tú te quitarás.—confesé de igual forma riendo.
—¿Eso significa que...?—preguntó poniendose rojito de las mejillas.
—te amo Deacy, no amor de amigos mas bien...—
—yo ta-tambien te amo Freddie.—confesó nervioso.
Se volvieron a ver y se quedaron así un rato en silencio nada incómodo.
—Fred ¿Quisieras salir mañana?—
—¿a dónde?—
—podemos buscar un lugar a dónde cenar.—
—¿Cómo una cita?—
—si quieres.—
—claro que si, me encantaría.—
—ven a mi casa a las 8 ¿De acuerdo? Para ir a caminar a ver donde cenamos.—
Quedamos en eso y yo me fui muy feliz, realmente saldría con el pero me empecé a poner nervioso.
—demonios le pediré ayuda a Brian.—
Roger y John se llevan muy bien pues son los chiquitos así que supuse que estaría con el, por eso decidí llamarle al defensor de los animales.
Al día siguiente le llamé y vino a mi casa.
—hola Fred ¿Para qué querias que viniera?—
—pues....—
Le conté todo y este se veia muy feliz.
—entonces gané un apuesta, claro que te ayudaré.—
—espera ¿Apostaste?—
—si con Rog, yo aposté a que esto si podia pasar y el apostó en que no.—
—bueno no importa ayudame a elegir.—
—tranquilo Freddie, se conocen por lo que necesitaran menos citas para el siguiente paso.—
—¿Tu crees que el quiera eso?—
—lo conoces hasta mas que yo y sabes que el no bromea con cosas de sentimientos.—
—eso es cierto.—
Después de un rato fui a casa de John mientras Brian me veía desde la puerta como madre orgullosa.
Llegué a la casa de John y abrió la puerta, se veia realmente guapo.
—ho-hola Fred.—
Después pasé y platicamos un ratito hasta que empezó a llover.
—rayos, buen día para la lluvia.—comenté viendo el cielo a través de una ventana.
Y como si no fuera suficiente se fue la luz.
—vamos por velas.—sugirió el.
Fuimos por algunas y las prendimos hasta que se me ocurrió una idea.
—¿Por qué no tenemos nuestra cita aquí?—
—me parece genial.—
El cocinó cosas sencillas, lo que las cosas de su refrigerador le permitieron.
Después de un rato nos sentamos en el suelo y empezamos a cenar y a platicar, las velas le daban ambiente a la situación, la tenue luz iluminaba su rostro resplandeciente de alegria, se veía muy tierno.
Fue la mejor cita que yo haya tenido en toda mi vida.
Todo fue totalmente improvisado y aún así fue bellísimo el momento.
Después lavamos los platos mientras jugábamos con la espuma.
Mas tarde nos sentamos en el piso, el se recostó sobre mis piernas y empecé a cantar una vieja canción de cuna mientras el se iba durmiendo y después de un rato se quedó profundamente dormido, sus respiración era regular y se veía realmente cansado, no lo quería despertar pero se iba a enfermar asi que saqué fuerzas de donde pude para llevarlo a su habitación.
Lo dejé en su cama y me disponía a irme pero el me tomo la mano.
—quedate aquí.—dijo con los ojos entrecerrados y la voz cansada.
Le hice caso y me recosté en la cama con el, me abrazó y yo correspondí a su abrazo y después de que el se quedó dormido de nuevo yo también me quedé dormido.
—awww tío Fred que romántico.—comentó la pequeña Tiger Lily.
—lo se, y desde ahí empezamos a salir.—
—wow y se ven muy lindos juntos.—
Asentí mientras miraba a otro lado, creo que me puse rojo.
—Lily ven.—le hablo Roger mientras ella se iba corriendo a abrazarlo.
—papi, el tío Fred me contaba la historia de su primera cita con el tio John.—
—fue lindo ¿Cierto?—le dijo Roger mientras la cargaba.
—si, muy bonita historia.—
—hola hermano ¿Como estás?—le dijo Roger mientras iba con el.
—bien, de maravilla querido.—
—vamos que Brian nos está buscando.—
—tenemos que hacer ese concierto en honor a el lo mejor que podamos, gracias a el llegamos hasta aquí.—

Fictober :D *Queen* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora