Capitulo 2

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Naruto despertó con un dolor de cabeza que le hizo derramar pequeñas lágrimas. No recordaba nada de lo que había sucedido anoche, solo recordaba haber llegado al aeropuerto, subir al automóvil y registrarse en el hotel. Ya después de ahí, no recordaba más.

Naruto miro a su alrededor, con la esperanza de que fuera su habitación, pero se dio cuenta de que no era así. Las paredes eran blancas con manchas extrañas, no estaban tapizados como la habitación del hotel y los muebles eran de madera simples sin ningún decoro.

Aparte estaba desnudo completamente, con una sabana blanca enredado en su cuerpo, no tenia la costumbre de dormir desnudo y la cosa mas importante es que... había alguien a su lado durmiendo.

"Volvió a suceder" pensó tristemente.

Se levanto con cuidado para no despertarlo, recogió su ropa del suelo y entro al baño para lavarse. No le prestó atención al baño, solo se acercó al lavabo para mirarse en el espejo, al ver su reflejo, quedo sorprendido; sus ojos estaban manchados de tinte negro, sus labios estaban hinchados y su cabello estaba alborotado como un nido de pájaro, fue fácil de adivinar a la "persona" que tomo su cuerpo.

"Kurama" es una de sus personalidades, es el típico chico "Bad boy" que le encantaba acostarse con cualquiera que le atrajera la atención. Aunque últimamente estaba algo obsesionado con las chicas de cabello negro.

El rubio sacudió la cabeza para olvidarse de esos recuerdos, se lavo la cara para quitarse los rastros de tinte y luego se vistió. Tenía que salir rápidamente de aquí, antes de que se despertara la joven.

Cuando salió del baño, la joven todavía no se había despertado, algo que lo dejo aliviado. Tomo su celular de la mesa y antes de salir, dejo algo de dinero para que la chica se fuera en taxi.

Grande fue su sorpresa al darse cuenta de que la habitación no era de un motel, si no de un club nocturno. Había varios empleados acomodando las sillas y limpiando las mesas, estaban tan concentrados que no notaron su presencia.

El rubio se retiró de ahí antes de que alguien se diera cuenta. Con celular en mano, marco el número de su secretario, solo tres tonos bastaron para que se escuchara su grito.

-¡¿Dónde demonios estas?! –

Naruto se alejó un poco del auricular y respondió con una voz cansada.

-Iruka, yo estoy en un club-

-¡¿Club?! ¡¿Qué rayos haces ahí?! ¡¿Qué no sabes que tenemos una junta con la abuela?!-

-Lo sé, pero yo no tengo la culpa –

Iruka no respondió por unos segundos, solo soltó un suspiro.

-¿Quién fue esta vez? – pregunto el secretario, pero se dio cuenta que no era necesario que le respondieran ya que supo de quien se trataba al recordar la palabra club, así que cambio la pregunta -Olvídalo ¿Dime el nombre del club? –

Naruto miro hacia el club y alzo la cabeza. El nombre Dance Night resaltaba por los colores fosforescentes.

-Dance Night –

-Vale, quédate ahí y no te muevas, iré a recogerte – colgó al terminar.

"No soy un niño" el rubio guardo el teléfono en su bolsillo y espero pacientemente a que lo recogieran. No conocía las calles de Tokio, ya que creció en los Estados Unidos junto con sus padres que lamentablemente fallecieron en un incendio.

Naruto no recordaba mucho ese incidente, algo dentro de su mente lo bloqueo, generando que tuviera "trastorno de personalidad múltiple". Nadie lo sabía, solo su secretario y el psicólogo que frecuentaba. Es un secreto que quiere llevarse hasta la tumba, como único heredero de los Namikazes, no debería tener defectos.

Pasaron solo dos horas cuando un automóvil color negro, se estaciono enfrente de él, la ventanilla del piloto bajo y se asomo la cabeza de su secretario.

-¡¿Qué estas esperando?! ¡Sube! –

Naruto obedeció rápidamente y se subió al auto. No le dio tiempo de abrocharse el cinturón, cuando este arranco, haciendo que se golpeara la cabeza con la cabecera del asiento.

-Ugh – lanzo un quejido.

-¡No vayas a vomitar el auto!-

El rubio se froto la parte trasera de su cabeza -¿Por qué tan apurado? –

Iruka no aparto la vista de la carretera -¡¿Enserio lo preguntas?! ¡Estamos llegando tarde! ¡Tu abuela me matara! –

Naruto hizo caso omiso -¿Tienes pastillas para la migraña? –

-En la guantera –

Naruto abrió la guantera, dentro había varias carpetas y una bolsa llena de pastillas. Tomo la bolsa y saco las pastillas para la migraña.

Las calles de Tokio no estaban transitadas como de costumbre, así que no fue difícil llegar a la residencia. La residencia era tradicional, hecha de madera y tejas, majestuoso por su altura y tamaño. Digna de personas millonarias que deseaban pasar su vejez, enfrente había un jardín llena de flores japonesas que le daban un aspecto de fantasía.

El auto se estaciono en el estacionamiento familiar donde al parecer no eran los únicos que habían llegado. Iruka se puso nervioso y bajo del auto para abrirle al heredero, Naruto bajo lentamente y se acomodo su cabello para verse por lo menos presentable.

Ya la ropa era un caso perdido y cuando Iruka se dio cuenta ya era demasiado tarde, ya habían entrado.

-Tu abuela le va dar un paro cardiaco – Iruka lo reprendió en voz baja -¡¿Cómo se te ocurre presentarte así?! ¡Me hubieras dicho para traerte ropa nueva! –

-Yo... se me olvido –

-¡Dios! ¡Si salimos de esta, te matare! –

-Por favor, pasen – dijo el mayordomo cuando los vio parados en la entrada -La señora Tsunade los esta esperando en la sala –

Iruka se acomodo la corbata y trago saliva, empujo al rubio para que avanzara. Este obedeció y camino hacia la boca del lobo.

La abuela estaba sentada en el sillón más grande con varias personas desconocidas a su alrededor, al parecer discutían sobre negocios.

-Ya he dicho un millón de veces, que luego me encargare de la empresa. Por ahora quiero que le demos la bienvenida a mi nieto, el es el futuro heredero de la familia Namikaze – la abuela sonrió hacia su dirección.

Naruto quiso esconder la cabeza como la tortuga al sentir las miradas curiosas sobre él. 

Libérame (Narusasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora