Tu Compañía Es Mi Trofeo-Your Company Is My Prize

I

El destello del sol te despierta repentinamente. Por ese pequeño calor sobre tu piel, ha de ser mediodía. Al menos así crees antes de abrir los ojos y cerrarlos de tanta luz. Se te escapa un quejido y tapas tus ojos entretanto tu vista se acostumbra a tanta luz. Te sientas y estiras tus brazos y piernas. Estas adolorida, no te sorprende por notar que estabas al aire libre, en un bosque, tirada sobre tierra y pasto fresco ¿Qué te pasó?¿Por qué no recuerdas nada antes de llegar a ese estado? O incluso, ¿Por qué tu ropa está rasgada y en algunas partes, quemada? Afortunadamente no muestra nada privado, y te incorporas descalza.

La suavidad de la hierba no logra calmarte del todo, pues cuando logras aclimatar tus ojos, te percatas de... ¡Santo Cielo!¿¡Hay tres soles!?¿Cómo demonios era posible? Se te cae la mandíbula, y una orda de asombro mezclada con miedo te invade.

Uno brilla como esperas que lo haga una estrella, el otro es rosado, y el restante, opaco, como si en cualquier momento fuera a apagarse.

En cuanto procesas esto, miras a tu alrededor, saltas del susto al ver a tantas criaturas, aunque más pequeñas que tú, pero de apariencia muy inusitada. Algunas huyen al verte, otras se te quedan mirando, quietas y alertas. No puedes describir como es todo ese peculiar escenario, pero sí decir que parece sacado de un cuento de hadas. Mágico. En tus labios se dibuja una parva sonrisa, tal vez es un sueño, uno muy sereno y hermoso.

Deseas aprovechar para ver que más te puede dar esta fantasía, y decides caminar, con cuidado y cubriendo un poco tu vista. La presencia de tres estrellas difieren mucho de una sola.

Mientras avanzas, contemplas cada animalito extraño que se te cruzaba. Hay plantas vivientes, de sonido tierno, unidas a los árboles, enormes bestias similares a las cochinillas, incluso unos "perritos" redondos con los que quedas facinada. Definitivamente puedes bautizar esta tierra como tu lugar feliz, se siente tan... el suelo que pisas, la brisa, el calor de los soles, todo está tan detallado que hasta piensas que lo vives en carne propia.

(...)

¡Esa maldita cortada en tu pierna! La percibes tan real, tu sangre, el dolor, el olor metálico. Te habías tropezado mientras perseguías un insecto grande y rojo, y te hiciste un tajo con una piedra bastante afilada. Debes tener más cuidado con tu niño interior.

Uno de esos canes se te acerca, se ve preocupado. Agradeces el gesto, pero no dejas que te lama, no conoces bien su comportamiento ante el sabor de la sangre, y no quieres comprobarlo. Rasgas una parte de tu pantalón holgado y, a duras penas, haces presión sobre la herida para detener el sangrado. No es tan profunda.

Das por concluido que no estás soñando. Por mucho que intentas buscar signos oníricos, mirarte las manos, probar si tienes alguna "habilidad especial", pero nada.

Pasas un rato procesando tu situación, ¿Cómo llegaste a esta tierra tan fantástica?¿Alguien o algo te trajo?¿Qué te hicieron? Y otras preguntas profundas: ¿Cómo vas a sobrevivir si desconoces todo el entorno?¿Eres el único ser humano?... ¿Estás sola?

Sacudes la cabeza, lo que menos necesitas ahora es cuestionar al destino por tus desgracias. Decides que vas a armarte de valor para enfrentar todo esto. En el momento en que notas que la sangre cesa, envuelves tu pierna y te pones de pie. No vas a morir.

El cielo está un poco más oscuro, unas pocas estrellas se divisan. Retomas tu caminata, esta vez buscando un refugio donde pasar la noche, alguna fuente de comida y agua. Mantienes ojo de avizor por unos minutos. Te topas con ciertos animalitos comiendo felizmente lo que parecen unas bayas. Te acercas con cuidado y uno de los pequeños soltó gruñidos.