Podía salir del bosque en el que vivía con su manada y pasar completamente desapercibido entre los humanos, ¡incluso lo elogiaban por su aspecto!
Si bien ese pueblo era pequeño y no tenía muchos edificios bonitos o lindas plantas en los jardines algo descuidados de las casas, solo lo visitaba una vez o dos al año, por eso siempre parecía estar algo cambiado y le encantaba.
Por ejemplo, notaba cuando una puerta había sido pintada, o cuando el asfalto era mejorado y no habían tantos baches. Kaminari para eso era muy observador.
También se daba cuenta si una lápida había sido cambiada de sitio, o si habían añadido alguna más.
De hecho, ya estaba viendo las rejas con aspecto casi nuevo del cementerio del pueblo, se ve que las habían pintado.
Al entrar, distinguió las bonitas flores que dejaban a un lado de las tumbas, el césped casi rozándole los tobillos.
Caminó con seguridad por la zona, adentrándose cada vez más a la oscuridad, pues las farolas no llegaban a alumbrar demasiado el cementerio por las noches.
Pero no le importaba eso, aún si a veces tropezaba con alguna lápida, porque vale totalmente la pena.
Tiene otra razón para adorar Halloween como lo hace, de hecho es la que más ocupa todo su ser.
—Te estaba esperando.
Y su nombre era Todoroki Shoto.
Mientras comenzaba a mostrar una gran sonrisa, se dio la vuelta para quedar frente al contrario. —Pues aquí estoy. Feliz Halloween.
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