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–Jimin, ¿quieres mas helado? –preguntó el omega pelinegro desde la cocina.

El omega castaño había sido invitado al departamento de su vecino. Jungkook había tenido el día libre después de las tres de la tarde y pensó que sería aburrido pasarlo solo. Así que llamó al menor esperando que se encontrara disponible. 

–Sí, por favor.

La compañía de alguien más que no fuera su rommie era grata, especialmente siendo Jimin, el cual su forma de ser era tierna y sumamente especial a la hora de hablar con él. Y no es que Yoongi no lo fuera, porque entendía que su mayor era algo reservado en ciertas cosas y cuando se sentía seguro podían hablar de temas serios y a veces graciosos, pero contar con alguien que ademas de ser omega al igual que él y muy extrovertido le ayudaba a abrirse más a conocer personas nuevas.

–Gracias. –tomó entre sus manos el tazón lleno de más helado de fresa.

–¿Te esta gustando la película? 

–Sí, esta es una de mis favoritas. –comentó emocionado metiendo la cuchara en su boca.

Jimin observó por unos segundos a Jungkook aprovechando que este se encontraba distraído. ¿Por que Yoongi no salía con Jungkook? Tal vez siempre se hacía esta pregunta cada vez se encontraba solo en su habitación, cuando su mente creaba pensamientos algo tontos y fuera de lugar. Y sí sabía que se lastimaba a si mismo pensando en eso, imaginando a ambos tomados de la mano y dándose tiernos besos.

–Jimin, –lo llamó el mayor haciendo que este volteara inmediatamente a verlo. –¿Puedo hacerte una pregunta?

Asintió sin pensarlo, porque de todo lo que le pudo haber preguntado jamás imagino algo como...

–¿Te gusta Yoongi?

–¿P-perdón? –balbuceó haciendo que pequeñas gotas de helado cayeran sobre su camisa. Ahora sus mejillas debían estar tan rojas que prodía ser comparado con un tomate, pero gracias a que la luz estaba apagada siendo iluminados solo por la luz de la pantalla de seguro no se notaría. Estaba apunto de responder cuando escucharon el click que indicaba que la puerta fue abierta.

Yoongi entró quitando sus zapatos con pereza, bostezó sintiendo su cuerpo cansado y pidiendo a gritos una cama. Estar la mayor parte del día encerrado en una oficina no era para nada bueno, pero al menos no tenía que lidiar con personas sí trabajara en algo como un restaurante de mesero o como cajero.

–Buenas noches, hyung. –comentó Jungkook desde la sala. Observó sin importancia la película que estaba viendo su rommie. Antes de dirigirse a su habitación notó también un bulto parecido al de una cabeza. Sabía desde ya de quién se trataba, había dejado esparcido por el aire un poco de su aroma a caramelo.

Optó por sentarse a su lado no queriendo parecer irrespetuoso al no saludarlo, Jimin se sentó de manera correcta sobre el sofá. El pelinegro lo observó de reojo, ahora esos dos comenzarían a hablar arruinando la película para Jungkook

–Hola Jimin.

Dejó salir el aire que estaba reteniendo. La reciente pregunta del omega a su lado lo había hecho plantearse pequeñas cosas en tan solo unos segundos. ¿Realmente le gustaba Yoongi? Al decir que sí admitiría que todo lo que le hace sentir ese alfa provoca cierto revuelvo en su corazón, desde su olor hasta su forma de comportarse tímida y evasiva cuando estaba cerca de él.

–Hola, hyung.

Pero decir que no, haría que su omega comenzará a ponerse triste. Odiaba encariñarse tan rápido con las personas que apenas conoce. Sin darle más vueltas se contestó a si mismo, reservándose la respuesta hasta que la pregunta volviera a salir de la boca de Jungkook.

𝑨𝒍𝒇𝒂 𝑰𝒎𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐《𝙔𝙤𝙤𝙣𝙈𝙞𝙣》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora