Por una mala experiencia en el pasado el alfa Min Yoongi prefiere mantenerse alejado de todo aquello que incluya amor, relaciones y sexo. Es por eso que al llegar Park Jimin a su vida, le será imposible no caer en los encantos del dulce omega que ca...
–Ya te vas? –preguntó uno de sus compañeros detrás de él.
El pelinegro se detuvo –Si, necesito hacer unas cosas.
La última llamada de su hyung lo había dejado pensando durante toda la mañana. Se escuchaba asustado o preocupado, ver a Yoongi así era realmente dificil. Salió de la empresa encontrándose con el alfa atractivo que conoció en el bar.
–Hola Jungkook.
Una sonrisa abierta plasmada en su rostro, el menor hizo una reverencia torpe.
–Ho-hola Seok hyung.
–Se que no te avisé, pero te estaba esperando para ir a la cafetería de la esquina.
Mordió su labio avergonzado y negó con la cabeza –No podré ir, tengo que ir a mi departamento.
–¿Pasó algo? –un poco de preocupación en su tono de voz.
–Ni yo lo sé, mi rommie me llamó y me necesita ahora.
Hoseok asintió entendiendo la situación. A veces olvidaba que Jungkook no vivía solo. No era alguien particularmente celoso, mucho menos con el omega frente a él con quién solo llevaba una relación de amistad nada más. Pero con sentimientos ocultos.
–¿Te puedo llevar?
–¿Ah? No, no hace falta, no quiero incomodarlo.
–Vamos, de paso me presentas a tu rommie.
Jungkook lo pensó unos segundos, si era lo mejor que Yoongi conociera al chico que le gustaba. Asintió con una sonrisa y subió al auto. Inhaló con disimulo el olor del alfa adentro, mientras esperaba que este se subiera.
–Gracias. –habló con sonrojo notorio. El mayor sonrió de nuevo encendiendo el motor.
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Estaban teniendo una charla trivial mientras iban en el elevador. Hoseok hacía reír al menor con alguna anécdota de su vida o de su trabajo, siempre siendo tan encantador y respetuoso. Cómo omega admiraba que aún quedaran alfas como él.
Había tenido encuentros con otros quienes intentaban sobrepasarse aprovechándose de su rango. Harto de todo eso decidió inscribirse en una clase de defensa personal. Aprendió en esta a sobrellevar situaciones y hasta Yoongi práctico con él para ver si realmente había aprendido algo.
Jungkook era omega, eso no lo podía cambiar, pero si que podía darse a respetar teniendo presente que era una persona como cualquier otra.
–Jungkook.
–Oh.
–Es que te quedaste callado.
Las puertas del elevador fueron abiertas. El menor salió primero seguido de Hoseok quien no paraba de mirarlo fijamente.
–Estaba pensando en que no tengo nada para ofrecerte.
Una risa fuerte salió de su boca –No pienses en eso, no soy alguien importante al que dabas atender bien.
