Era temprano en la mañana hacia frío, estaba a punto de soñar con lo que más quería, pero tenía que sonar el maldito despertador, deseé levantarme pero el sueño me pedía que volviera a la cama, ahora no podía, el sueño era tan tentador y dulce que me hundía cada vez más como si se tratara de un profundo océano, aún así me convencí de abrir mis ojos y al fin me levante después de terminar de despertar, fui al baño, tomé una ducha rápida, Me vestí y bajé desayunar; al llegar al comedor solo estaba mi madre en la cocina, la saludé después de que tomé mi desayuno, luego de desayunar me fui a mi habitación otra vez y alisté mis cosas para el colegio, bajé me despedí de mi padrastro que ya había bajado y también de mi madre que hasta ahora estaba desayunando, salí de mi casa, me puse mis audífonos mientras caminé hasta la escuela para escuchar música, sonaba "Goodbye to a world"; era mi canción favorita del momento, con su letra me sentía comprendida, cada vez que la escuchaba el mundo desaparecía pero esta vez fue diferente, fue la primera vez que lo vi, un chico raro caminaba rápido como escapando de algo. Entró al colegio y despareció, no le di importancia, me dispuse a ir a mis clases, la canción terminó abrí mi casillero, guarde mi bolso luego saque unos cuantos libros y fui a mi primera clase, no era de muchos amigos, pero tampoco era asocial, solo que no había encontrado a esa persona que fuera la correcta para tener una amistad, hablaba lo necesario con la gente a mi alrededor, en el colegio no me iba mal, de hecho destacaba un poco y nadie se metía conmigo, no sé si es porque soy sobrina del director, pero la verdad no me importa. Las clases estaban a punto de acabar, fue un día muy pesado, así que ya deseaba marcharme, cuando sonó la campana todos salieron corriendo, yo empaque mis cosas y salí, afuera todo era un alboroto, entonces como estaba en un primer piso, decidí salir por una ventana, la verdad no sé qué pensaba, cuando estaba saliendo me tropecé y me caí, en ese momento, quería reírme pero había un grupo de chicos cerca, entonces decidí silenciosamente salir de allí, mientras corría de esa vergonzosa escena que se había visto mucho mejor en mi mente, fui hacia la izquierda para no toparme con mi tío, quien aunque era muy amistoso, siempre deseaba saber sobre mi vida amoroso, entonces lo vi de nuevo, el mismo chico del antes en la parte trasera del colegio casi al lado del parking donde todo mundo debió verlo pero, parecía invisible, tome la estúpida decisión de espiarlo, lo observé y vi que tenía sus manos rojas, me asusté y salí de allí rápido, con mucha intriga llegue a mi casa y deseando que no me hubiera visto entre a mi cuarto, hice los deberes escolares, baje a cenar y quería contarle a mis padres lo que vi, pero mi hermano mayor no dejaba de hablar de cómo hizo para entrar al equipo de rugby; no era su único deporte también juega básquet, futbol, water polo y por si fuera poco cantaba , él era un chico popular, a veces era un poco engreído pero era mi hermano entonces debía soportarlo, luego de cenar, mi madre recogió los platos, pero yo los lavé, la vi muy cansada y yo acaba de descansar en mi habitación, después de lavarlos, me alisté para dormir y me acosté, en la noche como de costumbre, me levanté a tomar un vaso de agua, cuando volví a mi cuarto escuche algo en la calle, me asomé por la ventana y otra vez el mismo chico, esta vez me asuste mucho, me corrí hacia un lado, creí que me había visto en la tarde, el chico siguió caminando y desapareció en el extremo de la calle, casi no pude dormir esa noche, a la mañana siguiente, me levanté un poco cansada, pero había casi que olvidado lo de la noche anterior, no me había dado cuenta pero era sábado entonces no tenía clase, pero si entrenamiento de Pole dance, mi padre decía que eso solo lo hacían las chicas de calle o las prostitutas, pero jamás me importo lo que él decía, cuando llegue al gimnasio, me encontré con una chica que era nueva y la entrenadora al ver que yo me le acerque, me dijo que le enseñara todo el sitio, así que con un poco de pereza salimos de ahí, le empecé a explicar todo y a enseñar todo, ella me preguntó que hace cuanto estaba ahí y también si era buena en lo que hacía, yo le empecé a hablar, la chica se llamaba Cho era de China, tenía 15 e iba a un colegio diferente al mío, pelo rubio, tes blanca y ojos azules. Salí de la clase, en la parada de autobuses me encontré a el chico otra vez, se acercaba a mi sereno y calmado, esta vez pude verle un poco mejor el rostro, el bus llegó y me monté rápido, el bus arrancó antes de que el chico pudiera subir.