LA VERDAD

8 1 1
                                    

                                                                                                                         Solo quiero irme de aquí 

Katia

—Sabes lo que me gusta de todo esto Katia— me dice una voz que odio con toda mi vida.

—No lo sé amor— le digo con una sonrisa falsa.

—Que al fin podremos ser felices mi Katia— me acaricia la mejilla.

—Voy a ver a mis hermanos—

—Tienes que estar con tu esposo— su voz sono seria

—Aún no estamos casados— digo saliendo de la habitación sin antes soltar un suspiro con tristeza, me dirijo donde mis hermanos pero veo a mi papá.

—Hola hija— me sonríe pero yo no lo hago, odio recordar lo que me hizo.

—Regreso después— me volteo para cerrar la puerta pero el me detiene con su mano.

—Katia no puedes odiarme el resto de tu vida soy tu padre, esto lo hice por tu bien, por el  bien de la familia— me dice agarrando mi mejilla.

—Papá, por favor deja de sacar ese tema— lo miro con tristeza— me entregaste a alguien que no amo, yo los podía mantener, el no me deja trabajar y no me gusta estar en la casa sin hacer nada— miro hacia el suelo.

—Para que quieres trabajar hija el te da todo, deberías estar agradecida— me suelta.

—Solo quiero irme de aquí—lo miro y le agarro las manos—regresemos a nuestro país yo te daré todo papá ya no tendrás que trabajar, pero vámonos.

—Katia no digas eso, te vas a casar— me mira serio.

—Yo no me quiero casar papá— comienzo a llorar.

—Katia, esto es por el bien de la familia— me toca la mejilla tratando de secar mis lágrimas.

—Por favor papá vámonos— le suplicó.

—Solo trata de amarlo no es mala persona te da de todo—

— Tratare de hacerlo— digo cabizbaja por que ya había tenido estas conversas antes y no terminaban bien—

—Respecto al otro tipo, ya no has estado buscándolo, ¿verdad?— pregunta antes de irse.

— No papá—

Termino por salir de la habitación y solo me senté en una silla que estaba adentro, sé que mentí la verdad seguía buscándolo quería saber toda la verdad. 

¿Mateo de verdad me olvidaste?
¿Con quién estás en esa foto que me enviaron?

No sentí en qué momento me quedé dormida y siento como alguien me toca el hombro haciendo que despierte algo confundida.

—Que...¿Qué pasó?— digo rascándome los ojos.

—Te e estado esperando por mucho y ahora quiero que regreses a nuestro cuarto—

—No quiero ir, me quedaré aquí— digo sería.

—No te pregunté Katia, te lo estoy ordenando—dice entre dientes y me agarra fuerte el brazo.

—Marcos por favor, déjame en paz—digo con miedo y eso hace que mis lagrimas vuelvan a caer.

—¿Enserio estás llorando? —dice riendo— Vamos Katia suplícame más—me empieza arrastrar del brazo para salir de la habitación, quiero hablar pero me tapa la boca, trato de soltarme de su agarre pero eso lo enfurece mas y entrando a la habitación me tira fuerte contra el piso.

—Si dices algo te lo juro que le hago daño a tu familia— se cerca a mi cara y en eso tocan la puerta de la habitación—

—¿Está todo bien hija?— pregunta mi padre del otro lado.

—Vamos di que todo está bien—me toma de la mandíbula.

—Está todo bien papá—digo con dificultad.

—Abre la puerta quiero verte—dice tratando de abrir la puerta, pero Marcos se pone de pie rápido y saca una pistola que tenía en uno de sus cajones y la pone atrás de su pantalón—

—No papá estoy bien, tranquilo—digo asustada ya que si el habré la puerta es capaz de dispararle—

—Marcos abre la puerta—dice ahora enojado y el solo hace una cara de molestia sacándose la camisa, y con la mirada me ordena que me suba a la cama.

—Dígame señor Enrique—abre medio la puerta y le da una sonrisa muy falsa a mi padre.

—Quiero ver a mi hija—dice serio.

—La verdad señor Enrique estamos en algo, si me entiende— pone su mano en la pistola que tiene atrás.

—Papá mañana hablamos si, vete a dormir yo estoy bien—miro hacia la puerta preocupada, pero él no me ve.

—Ok hija, mañana hablamos—dice y escucho sus pasos alejarse, Marcos solo cierra la puerta y me mira con una sonrisa.

—En qué estábamos—dice acercándose a mí.

—Marcos por favor no quieres hacer esto—le digo y comienzo a llorar.

—Cállate—se sube rápido encima de mi.

—Marcos basta— me besa a la fuerza trato de sacarlo de encima de mi, pero me es imposible.

—Tienes suerte de que tu padre esté aquí—  dice entre dientes— Sino Katia ya te hubiera hecho de todo en esta cama—se baja dirigiéndose al baño, y solo me levanto rápido para ir al cuarto de mis hermanos, le pongo seguro a la puerta tirándome al piso sin hacer ruido mientras lloro.

—Mateo.... ¿Dónde estas?, Mateo ayúdame... —digo abrazando mis piernas mientras sigo llorando.





.......................................................................................

TE ENCONTRAREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora