El silencio y el aburrimiento reina en el salón de clase mientras todos esperamos ansiosos a que de alguna manera el tiempo avance más rápido y acabe con esta agonía llamada Química Orgánica. Claro, a excepción de algunos pocos que nos tomamos la clase en serio, sentado en primera fila me aseguro de haber escrito todo lo que está en la pizarra perfectamente ordenado en mi libreta sin poder evitar que mi mirada se desvíe hacia el reloj cada 5 segundos.
Y, como si nuestra plegaria alzada al cielo fuese escuchada, sonó la campana anunciando no tan solo la salida de clases sino el inicio de fin de semana. Doble celebración con un solo sonido. Todos en el salón no lo pensaron dos veces e inmediatamente guardaron sus cosas para precipitarse a la puerta del salón y al fin poder salir del infierno. O Preparatoria, como lo prefieran.
–¡Hey, Parker!–escucho a Brad llamarme antes de salir del salón, lo miro serio y espero hasta que esté a mi lado para retomar mi camino del pasillo hacia la salida de la escuela. Miro como Brad me sonríe como si fuéramos de lo más cercano y me dice –¿Te vas a casa? Por qué no vienes con nosotros al parque, vamos todo el grupo y sería genial si también te nos unes–me alza la invitación amistosamente. Brad Davis es conocido en la escuela como el típico chico que se lleva bien con todo el mundo, le gusta demostrar a todos que la preparatoria también puede ser un buen lugar para divertirte con amigos y pasar un buen rato. Si tienes amigos, por supuesto.
Le miro por el costado de mis ojos, y sin detenerme, le digo secamente.
–A diferencia de ustedes, a mí sí me interesa terminar mi tarea en tiempo y forma. No me gusta desperdiciar mi tiempo en cosas ni en personas que no lo valen. Adiós.– me despido rápidamente y apresuro el paso para alejarme lo más que pueda de Brad, lo último que alcancé a ver fue su mirada confundida y molesta por mi respuesta.
Al llegar a la calle varias miradas curiosas se posaron sobre mí al verme casi corriendo lejos de la escuela, seguramente preguntándose qué habrá sucedido conmigo, así que mejor decidí ignorarlas y seguí mi camino sin bajar el paso. Después de un rato comienzo a sentir como pequeñas gotas de sudor comienzan a bajar por mi sien hacia mi cara y mi respiración cada vez se agita más, no sé en qué momento me alejé tanto de la escuela que cuando me vi lo suficientemente apartado para que nadie conocido me vea, dejo salir todo. Oh no, ya llegó don berrinches.
Lanzo mi mochila al suelo frustrado y sujeto mi cabeza tirando de mi cabello maldiciéndome una y otra vez. Parker. Eres. Un. Imbécil. No puedo creer lo que le dije a Brad.
Bufo cansado y me suelto pesadamente sobre la banqueta, coloco mi cara sobre la palma de mi mano haciendo un puchero conteniendo mis ganas de llorar. En serio la había cagado, no pude sólo decirle que no puedo acompañarlos porque tengo que pedir permiso a mis padres por adelantado. No, claro que no, voy y le digo que pasar tiempo con ellos es una total pérdida de tiempo. Todo un imbécil.
Ésta pudo haber sido mi única oportunidad de llevarme bien con todos, mi oportunidad de al fin tener amigos, pero siempre pasa lo mismo. Siempre lo arruino. Siento mis ojos aguarse al pensar en que el lunes tengo que ir a clases con mis compañeros que seguramente se van a enterar de lo que le dije a Brad y me van a odiar aún más. Suelto un gemido lastimero y dejo caer mi cara entre las rodillas.
Siempre he tenido este complejo, toda mi vida he tenido que lidiar con esta timidez que no me deja entablar dos segundos de conversación con alguien sin que le insulte en la cara. Pero en verdad, no lo hago a propósito. Simplemente comienzo a entrar en pánico al ver que alguien está tratando de ser mi amigo y dejo de pensar en lo que hago o digo. Rasco mi cabeza cansado de volver a pasar por lo mismo una y otra vez. Estoy harto de esto, aunque siempre que me prometo no volver a hacerlo, fallo. No tengo remedio.
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Inocente Curiosidad.
FanfictionPeter Parker ha estado toda su vida siguiendo las reglas y viviendo como un "honorable miembro de la sociedad". Una noche, en la casa de al lado la música resonaba y las personas abundaban en el lugar a causa de la gran fiesta que había. Motivado po...