El RATÓN MACHO, ENVÍA AZÚCAR EN SECRETO A SU ESPOSA [BL]

capitulo 86

Había una figura  sentada en el sofá invidividual, podría ser vagamente vista. Debido al alto respaldo y al hecho de que su posición estaba en el interior, Xie Yang no lo había notado cuando entró en la habitación. Las comisuras de sus labios estaban curvadas y lo  bajó  rápidamente: —Maestro Liao, ¿por qué está aquí?

—...

Qiu Xing se levantó, camino hacia la  puerta y encendió todas las luces de la habitación antes de  acercarse a Xie Yang.

Xie Yang entrecerró los ojos incómodamente después de exponerse a la luz y levantó la mano hasta las cejas.

Se le convenció de que bebiera mucho alcohol durante la cena y realmente estaba un poco borracho. Aunque podía purificar todo el alcohol con su habilidad, estaba un poco reacio ya que quería dejar  todo el poder de su habilidad  en el  ratón que no sería visto durante los próximos meses.

Qiu Xing agarró la mano de Xie Yang que estaba presionando sus cejas y miró los ojos rojizos de Xie Yang. Había un fuego   en su voz cuando preguntó: —¿Te duele la cabeza? ¿Cuánto has bebido?

—No mucho. Unas cuantas botellas de cerveza, unos cuantas   copas de vino blanco y medio vaso de vino tinto.

Qiu Xing no podía creerlo:  —¿Realmente te atreviste a mezclar bebidas?

Xie Yang entrecerró los ojos a Qiu Xing  y sonrió: —¿Por qué? ¿No puedo?

Qiu Xing se sorprendió. Frunció el ceño y alzó la voz: —Xie Yang

—¿Por qué? ¿No puedo? —Xie Yang volvió a preguntar. Retiró su mano, tiró del escote de su ropa y dio unos pasos hacia el lado para apoyarse en el reposabrazos del sofá. Se llevó una mano a la barbilla para ver a Qiu Xing: —¿No  puedo? Soy un adulto. ¿No puedo beber alcohol?

—Aún estás creciendo...

—Ya no estoy creciendo. Mi altura se  ha corregido, cuando te escondiste y te convertiste en secreto en el Maestro Liao. —Xie Yang tiró de su cuello otra vez. Como estaba borracho, su voz era mucho más ronca que de costumbre y sus palabras un poco más suaves: —¿Adivina qué altura tengo ahora? ¿Quieres saberlo? No te lo diré. Mereces perderte los últimos momentos de mi crecimiento como adulto.

Qiu Xing miró fijamente a Xie Yang, sus labios se apretaron.

—Esto es sólo el comienzo, echarás de menos más cosas sobre mí en el futuro. Un artista tiene que viajar con frecuencia. Si despido a Wu Shui, ni siquiera sabrás dónde estoy en el futuro.

Xie Yang sacó el teléfono de su bolsillo, lo abrió delante de Qiu Xing y lo apagó. Luego volvió a sonreír y dijo: —Hay esto. Mientras apague esto, no podrás volver a contactarme.

—Xie Yang. —Qiu Xing se adelantó y tomó la mano de Xie Yang. Quería decir algo pero finalmente lo suprimió por la fuerza—. No te enfades. Estás borracho. Te he traído un té para que estés sobrio. Bebé un poco  y luego toma una ducha para  descansar.

Xie Yang no sonrió mientras miraba a Qiu Xing sin ninguna expresión.

Qiu Xing y Xie Yang se miraron. Luego Qiu Xing bajó los ojos para evitar la mirada de Xie Yang. Extendió una mano para ayudar a Xie Yang a levantarse: —No te apoyes en el sofá. Siéntate, bebe un poco de té y lavate.

Xie Yang de repente extendió la mano para abrazar a Qiu Xing. Como estaba sentado en el reposabrazos del sofá, su cabeza se apoyó contra el corazón de Qiu Xing.

Qiu Xing se congeló durante mucho tiempo. Levantó su mano y la puso en el hombro de Xie Yang, no lo apartó pero tampoco la abrazó.

—Te pondrás mejor, confía en mí.