El sueño de Genesis.

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"El sueño de mis padres y el mío es, algún día, servir a Sephiroth una de nuestras manzanas. Ya que somos casi de la misma edad me gustaría mostrarle lo que he logrado en la vida."

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"El regalo de la diosa." Dijo Genesis con dificultad.

"¿Esta manzana?" Preguntó Zack confundido alzando la bobozana en su mano.

Genesis negó con un suave movimiento de cabeza y Zack parecía más confundido aún.

"Angeal.." Abrió los ojos mirando a la nada frente a él." El sueño... se cumplió."

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   Junio, martes 06:45 am. Villa Icicle, lvl 38.

Entrenabas como siempre en la sala de Hologramas. Villa Icicle, una tierra desolada blanca sumida bajo la nieve.

Habías elegido enemigos al azar y hasta ahora todo bien, pero se acercaba el ultimo nivel: el Bandersnatch. Una especie de león blanco con una melena amarilla y dientes muy filosos. Alteraste el tamaño para simplemente hacer un espectáculo para ti misma.

Y allí estaba.

Se alzaba imponente entre la colina del este, rugió y la tierra a tus pies tembló y jurarías que la nieve de los árboles cayó al suelo por las vibraciones. De un saltó apareció frente tuyo. Desenvainaste tu Shamshir, un sable largo  de un místico color verde y una esmeralda incrustada en su empuñadura. Su mango estaba cubierto por cuero ya gastado y decolorado. La hoja era irregular y curva en la punta.
La bestia alzó su pata izquierda y la dejó caer encima de ti. Diste un salto hacia un lado, girando por la nieve y empapándote de ella. Sería difícil moverte en ese escenario. Aprovechaste el impulso y dirigiste tu espada hacia  uno de los dedos de la pata del gigantesco animal y le arrancaste una garra. La bestia gimió fuerte con un rugido que hizo retumbar tus tímpanos e instintivamente cubriste tus oídos con ambas manos. El  Bandersnatch hizo un giro completo y te golpeó con su cola, lanzándote lejos directamente hacia un árbol. Recibiste el golpe en pleno vientre y por poco no vomitas todo el desayuno de ese mismo día. Usaste tu espada como soporte para levantarte y, sin mucha gracia, caminaste hacia el animal tambaleándote ligeramente. 

Hurgaste en tu pequeño bolso y de él sacaste una Materia roja. En tus labios se dibujó la palabra "Firaga" y apareció fuego en tu mano, intenso y rojo, lo lanzaste directamente a la cabeza. El animal se levantó en sus patas traseras y retrocedió varios metros pero el fuego le siguió y golpeó en todo su hocico. Parte del pelaje de este se chamuscó y su piel alrededor quedó negra. Como un felino, levantó la parte trasera de su cuerpo y agachó la parte delantera, dispuesto a atacar. Movió su cola dos veces y se abalanzó sobre ti.

Tu espada brilló y la sujetaste con ambas manos a un costado, flexionaste tus piernas preparándote para el impacto, pero este nunca llegó.
Frente a ti, como el destello de la materia que acababas de usar, rojo y peligroso, apareció un hombre de pelo castaño quien detuvo a la bestia con un solo corte de su arma.

CONFLICTO RESUELTO.

Quitaste de tu cabeza el casco de realidad virtual frustrada y frente a ti estaba Genesis con una leve sonrisa burlona en su rostro.

   —Otra vez sobrepasando tus límites. —Dijo envainando su Rapier. —La próxima vez no estaré aquí para ayudarte.

   —No necesito tu ayuda, ni la de nadie más. Ya soy 1ra clase, puedo con esto.—Envainaste tu propia espada. Solías entrenar con las espadas estándares de los SOLDADO pero hoy, justo hoy, querías probar orgullosa la espada que te había regalado tu padre luego de volverte 1ra Clase hace tan sólo un par de meses. Quizás Genesis tenía razón y llevaste tus límites mucho más allá de lo que podías en ese momento.—Lo volveré a intentar otro día, sólo espero que no me interrumpas a no ser que esté al borde de la muerte.