— Emily — llamo un chico alto de cabellos oscuros a una chica con apariencia de niña de doce años. Su hermana estaba parada frente a la ventana observando, como siempre solía hacerlo.
— Este lugar cambio mucho — fue lo que respondió Emily en un usual tono distante.
El se acercó hasta ella y encendió la lámpara que estaba junto a la cama iluminando así la habitación. Era la habitación de una típica chica de dieciocho, el problema es que la chica no era una más del montón, una chica común y típica. Ella era diferente y no precisamente por sus ojos de distinto color, No. Los ojos raros eran un rasgo común en aquella familia.
— Todo sigue igual Emily — dijo el chico junto a su hermana intentando encontrar lo que ella tanto observaba pero solo observo al señor Piter cerrar la puerta de su casa con una sonrisa en el rostro y a las típicas niñas de la cuadra jugando por las aseras — No te empeñes en buscar algo donde no lo hay.
Revolvió el cabello casi blanco de la chica y camino hacia la puerta deteniendose al escuchar la respuesta de su hermana.
— Siempre hay algo más Elliot — Emily se dió la vuelta hacia su hermano el cual se puso notablemente rígido, se le hacía difícil ignorar a su hermana cuando lo miraba de esa forma, como si supiera cosas — Tu más que nadie debería saberlo, siempre hay alguien más.
Ese énfasis fue la gota que lleno el vaso, aunque ese vaso había rebozado hace mucho el intentaba ver siempre el vaso medio lleno, posibilidades...
Golpeaba rítmicamente el piso con la punta de su zapato. Su hermana sabía el efecto que había causado en el, así que se acercó y se puso de puntas hasta que sus labios rozaron el oído de Elliot.
— Me mentiste Elliott— susurro eso con despreció, al parecer no había hecho bien su trabajo en desahcerse de aquella pelirroja rara. La única chica rara que necesitaba Elliot era a ella.
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°°°°°°°— ¡Tienes que entenderme Elliot! — Gritaba con rabia impregnada en su voz pero con rostro neutro.
— ¿Que quieres que entienda? — decía molesto mientras golpeaba con su dedo índice una y otra vez la mesa que los separaba — La mataste Emily, La mataste aunque te dije que a ella no la podías tocar.
La chica estaba furiosa, no se notaba pero el si podía percibirlo.
— ¿Estás escuchando? — preguntó clavando uno de los cuchillos llenos de sangre en la mesa de madera — Si no la hubiese matado, me hubieses abandonado ¡Encontraste una pareja y pensabas dejarme! No pienso quedarme sola Elliot, Tenía que hacerlo. — fue lo último que dijo antes de dirigirse a la puerta, no esperaba aquella respuesta de su hermano. No la esperaba y por eso se devolvió y le lanzó el cuchillo, cuchillo que el atrapó cortando a el tiempo la palma de su mano.
— Tu no debías matarla, tu lo querías hacer.
— Si Elliot, quería matarla — sonrió — era eso en lo que más pensaba desde que dijiste que te mudarías a Chicago.
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°°°°°°°— Simplemente vayamos a cenar, mamá y papá aguardan por nosotros.
— ¿Desde cuándo le dices papá? — preguntó con ¿Burla? Era complicado saberlo, estaban bajando las escaleras camino a la cosina. Elliot ignoro el comentario de su hermana y se paró junto a su madre, una mujer alta y delgada de cabello rubio metálico.
Candance era una mujer calculadora y perfeccionista, aunque su apariencia la hacía ver seria y de temperamento fuerte era dulce. Ella se giró con una hermosa sonrisa y con una mirada que dice “ No intentes mentirme, yo lo sé todo”
— Cocine algo delicioso el día de hoy, costillas con arroz con azafrán y judías verdes con patatas — informó de forma encantadora y llevo todo a la mesa, allí se encontraba Bob, un hombre delgado y de cabello largo recogido en coleta y un bigote negro. Los ojos de este hombre eran inusualmente combinados, eran mitad azul, mitad verde. No era heterocromía, era una mezcla muy bonita en ambos ojos. A diferencia de Cande que tenía el síndrome de Alejandría.
Si, está familia estaba llena de peculiaridades.
— Se ve muy bien — Bob estaba por agregar algo más hasta que notó la pequeña mano de Alicia, su hija menor y suspiro — Emily.
Fue lo que dijo el señor y la pequeña camino con pereza hacia el hombre.
— Su vuelves a lastimar a tu hermana te sacaré un ojo. Y si haces algo peor, te dejare invidente.
Cande no les prestaba atención, para ella era una escena más del día, Elliot comía y comía como si no se hubiese alimentado en meses, era de comer rápido, Alice estaba rígida en la mesa no le gustaba ver a su familia actuar de esa forma, ella era lo que esa familia necesitaba pero no sabía cómo recibir.
— Me gustaría ver qué lo intentes — le respondió Emily de forma sádica y su padre le sonrió con burla
— Esa es la gracia niña, que no veas. Eres igual de estúpida a tu madre cuando la conocí.
— Debo suponer que era toda una niña de casa, después de todo era bailarina de ballet y termino matando a cuatro hombre con sus zapatillas, toda una bailarina, quizá eso fue lo que te enamoró de ella, que estúpidamente asesino a cuatro hombres con sus zapatillas — río burlón uniendose a la conversación Elliot con un tono de voz algo socorron, Candance sonrió mientras tomaba un sorbo de aquel líquido rojizo.
— Termino odiando el ballet después de eso — añadió Emily
Candance suspiro y dejó la copa con fuerza sobre la mesa.
— Familia hace tres meses que tenemos que volver a Egnis, El señor y consumador insiste en que debemos regresar, saben que las cosas aquí se pondrán peligrosas para la gente como nosotros.
— No quiero ir — susurro Alice y bob ma miro con desden
— Nadie te está preguntando si quieres o no quieres ir, cuando el señor da una orden nosotros debemos cumplirla. Desde que tús hermanos se pusieron a jugar con esos chicos en su viaje a Chicago el señor se encuentra muy molesto.
Elliott se limpio los labios con una servilleta y algo desorientado aporto a la conversación su duda — Hades está molesto con la familia y al final si cumplimos con la parte de nuestro trato
— ¡Ten un poco más de respeto por tu creadoe Elliott! — le ordenó Bob — Por todos los demonios si el señor te escuchará hablando así de el...
— Porsupuesto que lo escucha, lo sabe y escucha todo ¿no? Ah no entiendo, si ya le dimos el alma que quería para que tanto afán en hacernos volver a Egnis? — se quejó Emily y Candance suspiro con cansancio
— Si ya terminaron de suponer estupideces permítanme voy a hablar. Cuando Elliott fue a Chicago se enamoro de una mestiza, todos sabemos lo que ocurrió ese día así que no voy a profundizar en ese tema. El caso es que todo el grupo de amigos hizo el pacto, por lo tanto todo el grupo de amigos debía consumar el pacto cumpliendo la última face, en vez de eso se asustaron cuando vieron lo que ocurrió en la fiesta y huyeron. Hades está molesto, se llevó muchas vidas esa noche pero no tiene las que por ley son suyas. Y todo es culpa de ustedes dos, debemos volver a Egnis, debemos dar la cara y tú — señalo a Elliott — Vas a pagar caro eso de enamorarse de una mestiza.
— Nos terminarán matando a todos — susurro Alice — todo por cinco idiotas que a mitad del camino se asustaron y termino pagando la más inocente
Emily bufo — ¿La mas inocente dices? Mejor cierra la boca, te pones a hablar estupideces...
— No es para que peleen solo les aviso que no voy a meter las manos al fuego por ustedes, arreglenselas como puedan, que en este aspecto prefiero decir muy fuertemente que no tengo hijos.
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JUDE
RandomJude era la representación de aquella hoja marchita en medio de un jardín hermoso. La venganza de una gemela herida, enamorada y enojada. ¿Podrá Jude cumplir su venganza y salir ilesa? ### Si te llama la atención los libros dónde se practica lo satá...