REM (GyuHao)

𝚁𝙴𝙼

Era un extraño don. Una habilidad que no había pedido, y que en realidad no tenía mucha utilidad, puesto que muy rara vez la utilizaba.

Era muy cansado para él hacerlo.

¿Qué habilidad, se preguntarán?

Kim Mingyu era una persona particular: Él tenía poder en el mundo onírico.

Y no sólo en el suyo, aunque obviamente al principio descubrió sus habilidades en sus propios sueños. Cuando era niño, recordaba que era normal para él vagar por las escenas surrealistas que creaba su imaginación mientras entraba en el sueño profundo. Podía hacer lo que quisiera y se sentía todo tan real, porque lo experimentaba como tal.

Despertaba y seguía el día como si nada. Pero en la noche, cuando cerraba los ojos y sus ondas cerebrales llegaban a la etapa MOR, era entonces que Mingyu tenía el control de su mundo mental, y si el sueño formaba paisajes maravillosos, él los recorría y admiraba.

Incluso tenía el poder de cambiar las pesadillas, por lo tanto, no recordaba tener ninguna, ya que al darse cuenta de que también podía crear sus sueños, no sólo dejarlos fluir, cuando veía el indicio de algo malo, lo cambiaba inmediatamente para no tener que experimentar algo tan vívido y aterrador como una pesadilla.

Pero no fue hasta que tuvo más edad, que descubrió que no sólo sus sueños eran los únicos que podía gobernar.

Por un accidente, fue capaz de viajar a los sueños de su hermana y descubrió que podía experimentar el mundo onírico de las demás personas. No supo cómo lo hizo, sólo recordó que pensó en su hermana en medio de un sueño con mucha fuerza y en vez de que ella apareciera en el suyo, él apareció en los de ella. Y pudo controlarlos como lo hacía con los propios, sin importar que no fuera así. Podía hacer presente su forma real o quedarse como un observador simplemente.

Así se le creó el hábito de a veces darse una vuelta por los sueños de su hermana cuando ella estaba en situaciones de estrés, para evitar que tuviera pesadillas.

Porque en realidad Mingyu no se sentía cómodo visitando los sueños de los demás. Por ejemplo, una vez, por curiosidad, entró en un sueño de su madre. Una escena de su juventud (obviamente con los elementos surrealistas), pero se sintió como un invasor. Así que la única excepción era calmar las pesadillas de su hermana y hacer lo suyo en sus propios sueños.

Aunque este uso de habilidad onírica lo cansaba mucho si lo aplicaba en los demás. Despertaba como si no hubiera dormido o peor de fatigado que antes de irse a dormir.

Con los años, Mingyu aprendió a controlar mejor su don y para él se volvió una costumbre.

De niño descubrió que no era algo que todos pudieran hacer, porque cuando le preguntó a su madre si podía controlar sus sueños, ella le dijo que nadie lo podía hacer en realidad; que eran una representación de nuestro subconsciente que se hacía presente al momento de dormir, o al menos así lo veía ella. Así que no había manera de que pudiéramos crearlos, mucho menos controlarlos.

Pero él podía, y nunca había mencionado eso a los demás.

Ahora, que era mayor (y desde su adolescencia) había dejado de utilizarla. Puesto que de niño su imaginación no tenía límites y no contaba con preocupaciones, pero a la edad de 22 años, aquello era secundario. Sólo quería dormir, soñar lo que sea y despertar como una persona normal.