Capítulo 18: "¿Cita?" Parte 2

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Bobby se movía entre la gente, intentando alejarse de la orilla (dado que el culpable estaba en el primer piso), y podía observar el mar de personas yendo a rebasarlo debido que, conforme avanzaba, iba perdiendo velocidad en sus piernas, su mente le insistía en no dejar aquél sitio, pues, no estaba seguro de que tan bueno, tan seguro y válido, sería salir y esperarlo afuera del edificio... tenía que buscar a su amigo.

Se preocupaba que Spencer estuviera en peligro... y también se preocupaba del otro.

Detuvo sus pasos, sabía que si se adentraba con los demás, en un intento por salir de ahí, estos le aplastarían y saldría herido... decidió ir en lado contrario.

Billy estaba junto a Spencer, el más alto lo abrazaba como si tuviese miedo de que se lo quitaran; ambos tenían los nervios al tope y podían observar múltiples piernas corriendo hacia el exterior, era una escena que disgustaba ver por cómo las personas bloqueaban las puertas, en un intento desesperado por salir.

–¡D-Debemos buscar otra salida, Spencer!—El mayor tomó, sin dudar, la muñeca del menor y fueron en búsqueda de alguna puerta de emergencia.

En su mente pasó la pregunta "¿por qué no optaron por usar las salidas de emergencia?", de un momento a otro se había respondido esa incógnita con lógica de que nadie pensaría en eso cuando sólo quieres salvar tu vida. Desafortunadamente, al sentir que estás en peligro, tu cuerpo actúa por la adrenalina y no siempre comprendes de dónde sale tanta energía.

Todas esas personas que se atascaban en las puertas, habían visto fácil salir por la entrada más cercana: la que da visibilidad al exterior. Sin embargo, no parecía haber opciones.
No querían arriesgarse a salir por el otro lado, de ahí venía el causante de esto. La suerte de otros fue que ya estaban cerca de las salidas y pudieron escapar pero, lamentablemente estos tuvieron que ir por la más estrecha.

Finalmente, ambos encontraron una salida y poco les importó si había alguien siguiéndolos.

Dieron a unas escaleras que los guiarían hasta el exterior del estacionamiento de la planta baja.

–Vaya suerte—Spencer suspiró, aliviado.

Sus ansias de salir eran notorias, bajaban y las piernas les temblaban a más no poder.
Billy iba cubriéndole la espalda, mientras el otro baja a toda prisa. Compartía la misma sensación del menor, deseaba poder salir de aquella pesadilla.

Finalmente, Spencer había recorrido la mitad de su objetivo.
Pudo visualizar la luz del exterior, junto con una sombra esperando frente a la salida... no, no... había alguien ahí, ¿qué hacían esperando?, aquella persona no parecía tener intenciones de dejarlos pasar.

Spencer paró en seco, Billy chocó con su espalda y pronto lo empujó para que se devolvieran al segundo piso.

¡Hey!, ¡no escapen¡—Una voz gruesa resonó por las escaleras, Billy captó al instante que alguien más estaba ahí con la intención de que no escaparan.

Spencer rebasó a Billy, la adrenalina estaba en su cuerpo y sabía que tenían que perder a quien los venía siguiendo.

2 segundos, tal vez en 2 con 16 milisegundos ocurrió todo, eso pensó Spencer al ver que Billy se había detenido sin explicaciones, hubiera perdido tiempo.

El mayor no dudó en quitarse su saco, lanzándolo contra el rostro del tipo mientras se dirigía hacia arriba (de modo que le cegara) para después apoyar sus manos con el pasamanos de la pared y la barra de la escaleras, levantó sus piernas y se abalanzaron contra el cuerpo ajeno, de modo que lo empujó para que éste regresara cayendo.

¡Hey, Ese Es Mi Chico! [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora