Little Peachie - MinJeong

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Jeongin siempre había sido un Omega dulce, su sonrisa radiaba alegría, calidez, provenía de una familia sumamente estricta pero amorosa al cuidar a su único hijo Omega puesto a que tenia un hermano mayor, Changbin un alfa con un aroma a Avellana y Café, un aroma que podía calmar a su pequeño hermano cuando se encontraba débil.

A sus 12 años Jeongin tuvo su presentación como Omega, sus padres ya sabían debido a que su pequeño hijo tenía un ambiente dulce y tierno, además su fruta preferida eran los duraznos.

Actualmente Jeongin tenía 17 años, cursaba el tercer año de preparatoria y su hermano mayor el segundo año de universidad, había ocasiones donde el mayor pasaba por su hermano y otras donde el menor era llevado a su casa por su grupo de amigos, Felix, Christopher y Seungmin.

Felix poseía un aroma a Vainilla él era Omega dulce y sensible, al estar cerca de este, podías sentir como unas ganas de besar las pecas que iluminaban su rostro como una constelación de estrellas, este era de la misma edad que Jeongin, al igual que Seungmin un Omega con porte de alfa ya que su personalidad radiaba fuerza, aunque con su grupo de amigos era una bolita de amor, él mantenía sus sentimientos guadardos, su aroma era Fresas y Rosas, por último estaba su amigo Christopher, el alfa que protegía a todos sus pequeños Omegas de cualquier alfa que intentaba acercarse a ellos llegando a marcar a los pequeños con su aroma a Roble y Menta este ya cursaba la Universidad el primer año pero siempre lograba escabullirse y ver a sus pequeños en horarios libres.

Los martes sin duda eran los más pesados para aquel grupo de amigos ya que tenían 3 horas de Cálculo, aunque a ellos no les desagradable del todo ya que el profesor Yukhei quitaba todo lo malo de aquella materia.

Aquel trío camino hasta sus respectivos lugares, ambos compartían el mismo lugar, Felix en una esquina, Jeongin en medio y por último Seungmin en él otro.

– Innie~ mi lindo innie sabes que te quiero verdad?

Un meloso Felix canturreaba con un puchero en sus labios al menor, había olvidado su tarea de cálculo y sabía que Jeongin era un experto en esa materia no por el profesor si no por que amaba esa materia.

– Yah, esta bien, toma mi cuaderno y copiala, rápido que quedan 10 minutos antes que Yukhei llegue.

– Oigan ¿sabían que hay un alumno nuevo en el piso de la Universidad? Un Lee Know? dicen que es más lindo que Hyunjin, osea nadie es más lindo que ese bombón, Jeongin por que no le haces caso de una vez?

Jeongin solo negó, girando su vista a la ventana de aquel salón, ignorando un poco a su amigo, se notaba que Seungmin estaba más interesado por aquel alfa con olor a tierra húmeda que él, ya habían pasado unas semanas desde que Hyunjin se había confesado a Jeongin, pero este solo había pedido que se conocieran más ya que aún no creía poder entregar su corazón a un alfa y menos Hwang, el príncipe de la Universidad, no quería ser odiado por una multitud de Omegas y Betas locos solo por salir con el chico más codiciado.

Las clases habían transcurrido con facilidad, ambos amigos del Omega solo miraban con amor a su profesor mientras que él apuntaba cada dato interesante en su cuaderno, los exámenes pronto llegarían y estaba seguro que aquellos datos le serían de gran ayuda.
Al terminar las clases los Omegas se dirigieron a sus respectivos talleres, Seungmin y Felix estaban en el taller de actuación, y él en canto, tenía una pasión por la música  y sabía que poseía una bonita voz.

Caminaba con ambos audífonos en sus oídos, tarareando en voz baja con sus libros entre sus brazos, hasta que estos junto a su móvil fueron caídos al suelo, un poco nervioso y preocupado bajo su mirada hasta estos levantándolos con cuidado ignorando la presencia ajena, temblorosa rejuntaba cada libro hasta que su mano tocó con otra, provocando una corriente eléctrica viajar por todo su cuerpo.

– L… lo siento.

Con ambas mejillas sonrosadas tomó de su móvil junto a sus libros, y corrió en dirección al salón dejando a un confundido y preocupado castaño que miraba a un pequeño pelinegro que llevaba arrastrando sus audífonos.

– Lindo.