SADIE
En un pequeño pero acogedor departamento de Nueva york se encontraba una chica apenas despertando por los rayos del sol. Después de acostumbrar su mirada a la luz se dispuso a ver su reloj de mano el cual para su mala suerte le daba exactos unos 45 minutos antes de la entrada a su trabajo, salió de su trance para ir como rayo a tomarse una ducha y vestirse apropiadamente para un día duro de trabajo.
Una vez lista salió como alma que lleva el diablo a un starbucks cercano a su oficina. La fila era inmensa y no fue está que vio a un chico conocido quien la saludó que pasó al frente de toda esa fila sin importar las miradas asesinas que la gente le daba.-¡Sadie! -le saludo con una sonrisa mientras le entregaba dos cafés - aquí tienes, son tus lattes-le dedicó una radiante sonrisa.
-!oh, gracias! -se los recibió correspondiendo con una dulce sonrisa-me has salvado la vida- acomodó ambos lattes como torre para evitar que se cayeran y salió como rayo del lugar.
Miró su reloj y le quedaban unos 10 minutos para llegar, entró al gran edificio alcanzando el elevador a duras penas. Todo marchaba perfecto, pero como la vida no es tan sencilla, al salir del elevador un mensajero se le atravesó haciendo que el café de arriba se derramara por toda su blusa manchandola al instante.
-¡Genial! -dijo con fastidio al mirar la blusa.
-Lo siento-dijo el chico mensajero con una mueca restando importancia mientras sus compañeros reía bajo y al mismo tiempo soltaban una que otra burla.
-Si bueno... Un lo siento no quitará la mancha-dijo para darle una mirada asesina y luego suspirar en cuanto lo vio desaparecer al mensajero.
-Parece que este no es tu día Sads-comenta burlona su amiga más cercana de aquella editorial mientras le da una sonrisa pequeña.
-Dímelo a mi, Mills, prestame tu saco -le señala el objeto que estaba atrás de ella para que la propietaria se lo alcanzara, se lo colocó y fue a la oficina de su jefe para acomodar su latte y algunos manuscritos que se debían revisar en su escritorio.
Recibió una notificación en su celular que decía "¡El diablo encarnado llegó! ",alzó la mirada y pudo ver como todos se movían a la velocidad de la luz trabajando o fingiendo que lo hacian. Se acomodó en el escritorio individual al lado del de su jefe.FIN
En un apartamento amplió y meticulosamente ordenado se encontraba Fin Wolfhard llegando después de correr pues su apartamento estaba justo en frente de Central Park ,tomó una ducha rápida, desayunó cereal y se vistió con uno de esos trajes armani hechos a la medida de un pulcro negro, una camisa blanca y una corbata perfectamente anudada, siguió con su cabello peinando apenas esos rulos los cuales parecían acomodarse justo a su estilo perfeccionista y a la vez rebeldes.Tomó suMeserati Quattroporte y llego a su oficina en punto mientras revisaba correos desde su celular.
Veía al entrar como todos parecían moverse en cuanto pasaba y sonrió de medio lado hasta que por fin entró a su oficina y entonces la vio a Sadie, su asistente que aún siendo timida no podía negar que era eficiente, pero eso jamás lo diría en voz alta.NARRADOR OMNISCIENTE
-Buenos días-saludó cordialmente mientras le alcanzaba el latte a él-Tiene una conferencia en 30 minutos.
-Si, sobre los libros de primavera, lo sé -Tomó el café para después sentarse en su silla.
-Junta de empleados a las 9-le recordó mientras le acercaba un manuscrito.
-¿llamaste a el del acento raro... A..? - se acomodó en su escritorio.
-Gaten Matarazzo-le recordó -si, le llame y le dije que si no tenía su manuscrito a tiempo no abría lanzamiento-saco su libreta y recordó algo importante Llamó su abogado de inmigración y dijo que era imperativo que...
-Si,si, cancela la conferencia ,pasala para mañana y que espere el abogados mientras ojeaba el manuscrito- y llama a relaciones públicas para que hagan un comunicado, Jaeden Martell irá con Oprah.-Wou, exelente-le dijo Sadie con un tono de emoción mientras él le dirigía la mirada ignorándole .
-Oye, si quiero un alago te lo pediré -dijo mientras giraba su silla viendo por la ventana y tomaba un sorbo del café-Amm y ¿Quién es Wyatt y por qué quiere que lo llame? -le cuestionó mientras giraba su silla para verle y enarcaba una ceja girando el vaso mostrando así una nota escrita con plumón en la que se leia el nombre y número de teléfono del chico.
-Bueno, esa era mi café -le decía apenada.
-Y voy a tomar el tuyo ¿por qué...? -la miró incrédulo.
-Por que derramé tu café... -contestó nerviosa mientras miraba hacia abajo levemente mientras él tomaba un sorbo más.
-¿Bebes un café con leche de soya?-cuestionó con un toque de diversión mientras la miraba ponerse nerviosa.
-Es que... Soy vegana-miro hacia otro lado y justo en ese momento sonó el teléfono salvándole de dar más explicaciones, atendió la llamada- Hola Caleb-miró a Fin y este le hizo una seña de que irían con él justo en ese momento- de hecho iremos a tu oficina ahora, si- colgó el teléfono extrañada-¿Para qué vamos a su oficina? -le miró hacer un moin mientras chasqueaba la lengua indicando que algo planeaba, no algo bueno por experiencia.
Ella salió antes y escribió un mensaje para que todos leyeran un "El diablo está suelto" y lo envió justo segundos antes de que él saliera de su oficina para después caminar a su lado.
-y amm, ¿leíste el manuscrito que te mande? -cuestionó esperanzada.
-Leí unas páginas, no quedé impresionado.
Siguieron su caminó hasta una puerta que se leía el nombre de Caleb Mclaughlin ,abrieron la puerta y entraron sin prestar mucha atención.
-Ah! Nuestro audaz líder y su competente asistente -Fin Alzó su café en señal de saludo con una sonrisa fingida-pasen, es su oficina- siguió revisando algun documento.
-Oh, hermoso mueble-miro el librero que estaba en una esquina- ¿es Nuevo?
-Es neoegipcio, del siglo XVII, pero si... Es nuevo en mi oficina.
-Que gracioso-se paró enfrente de él -Caleb... Te voy a dejar ir.
Tanto a Sadie como a Caleb se les fue la sonrisa en ese momento. sadie miró a fin con duda.
-Te pedí mil veces que Jaeden fuera con Oprah y no lo hiciste, estás despedido... -Sadie cerro lo puerta de la oficina ante esto.
-Eh... Ya te dije que es imposible, Jaeden no ha dado entrevistas en estos años.
-Si... Eso es interesante porque acabo de hablar con él y lo hará -Sadie pasaba su mirada de uno al otro.
-¿Disculpa?-Caleb miró incrédulo a Fin.
-Ni siquiera lo llamaste ¿Cierto? - Fin lo miró con una frialdad para después mostrar una cara neutral -Lo sé, lo sé... Sé que Jaeden puede ser aterrador para ti, bien, te voy a dar dos meses para que busques otro empleo y les vas a decir a todos que renunciaste-le decía mientras tomaba un libro del escritorio de Caleb y se lo daba Sadie para salir de la oficina.
Ella lo siguió y volteo a ver a Caleb.
-¿Qué está haciendo? -le preguntó en tono bajo a Sadie siguiendo su camino y en la oficina de Caleb se le veía a este como león enjaulado.
-Camina, creo que enloqueció-justo en ese momento Caleb salió de su oficina furioso.
-No lo hagas Caleb, no lo hagas...
-Tú! Engendro del diablo!-todos en la oficina dejaron lo que hacían para admirar el espectáculo que Calen Mclaughlin les ofrecía-No puedes despedirme, ¿tú crees que no sé lo que estas haciendo? Me regañas por lo de Oprah para quedar bien ante el consejo porque te sientes amenazado por mí.
Sadie miró a todos y después a Fin quien tenía una sonrisa fingida y divertida.
-Tú como no tienes nada parecido a una vida fuera de está oficina creés que puedes tratarnos como tus esclavos personales,¿sabes qué? Siento pena por ti... Porque no no habrá nada ni nadie en tu lecho de muerte.
Sadie miró a Fin y este sólo suspiro fastidiado para luego ponerse serio y mirar a Caleb.
-Quiero que pongas atención Caleb, no te despedí por sentirme amenazado, no, te despedí por holgazán, arrogante, incompetente y pasar más tiempo pasando engañando a tu esposa que en esta oficina... Y si dices otra cosa más Sadie llamará a seguridad-Caleb cambió su semblante a uno preocupado e intento debatir -otra palabra más y saldrás de aquí escoltado por guardias, Sadie lo filmará con la cámara de su celular y lo subirá a ese sitio de internet... ¿cuál era? -miró de reojo a Sadie buscando respuesta.
-Youtube-le dijo mientras le miraba.
-Exacto...¿es lo que quieres? -lo miró arrogante mientras tomaba un sorbo a su café que tenía en mano para no recibir respuesta de Caleb-eso creí, tengo trabajo -se marchó dejando a Caleb enfrente de todos y Sadie le seguía como siempre -Que seguridad quite ese mueble de su oficina y lo lleve a mi sala de juntas.
-si, claro-sadie tecleo unas cosas en su celular.
-Te necesito este fin de semana para revisar esos manuscritos.
-¿Este fin?
-¿Algún problema?
-no, es que es el cumpleaños 90 de mi abuela así que quería ir a casa y... No importa, lo cancelaré -dijo con una sonrisa fingida.
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La propuesta
RomanceFin Wolfhard es un poderoso y estricto editor de gran éxito de Nueva York que, por un problema con su visa se verá envuelto en una mentira junto con su asistente Sadie Sink, a quien lleva torturando tantos años y la cual no se la pondrá tan fácil. ...