La propuesta

La mentira

FIN
Él sabía perfecto cuantas horas había perdido Sadie con su familia, posiblemente podrían considerarlo egoísta por no permitirle irse, pero la realidad es que sabía muy bien que sin Sadie para arreglar su agenda su alto instinto de perfeccionismo se iría al carajo si alguien le suplantara aún si fuera un sólo día.

Siguió tomando de su café y leyendo unas hojas de un libro que habían tomado de la oficina de Caleb mientras veía muy escasamente como Sadie parecía apurada al marcar y confirmar todas las citas que tenían. Después de un rato sonó el teléfono y Sadie atendió la llamada.

-Oficina del señor Wolfhard -la miró escuchar atentamente y asentir para después contestar- Claro- colgó y se dirigió a su jefe- llamaron los hermanos Duffer ,le requieren en su oficina.

-Bien, iré un momento y después de unos 20 me sacas diciendo que tengo una cita o alguien llamo-se paró de su escritorio y se dirigió a la puerta sin antes medio leer de reojo un mensaje del celular de Sadie.

-¿Tu familia? -miro desinteresado.
-Si
-¿Quieren que renuncies?
-Como cada día...

Fin salió de la oficina y se dirigió a la de los dueños de aquella editorial, pasó por el escritorio de la secretaría de sus dos jefes la cual le saludó y este siguió de filo con su andar elegante.

-Ross,Matt- miró a los dos con una sonrisa fingida.
-¡Fin!  Felicidades por lo de Jeaden-le sonrió Ross mientras tomaba de su vaso de wisky.

-Un gran logro sin duda- comentó Matt.

-Gracias, gracias ¿No hablaremos de mi aumento cierto? -sonrió burlón y altanero.

-Fin como recordaras acordamos que no irías a la feria del libro de Frankfurt porque aún no se procesaba tu solicitud de visa-dijo Ross mientras tomaba otro trago.

-Si,claro- contesto Fin restando importancia.
-Y... Fuiste a Frankfurt.

-Y fuí, perderíamos Donde el hilo con Grazer así que no tenía opción  o si-dijo serio.

-Pues parece que a nuestro gobierno no le importa quien pública Donde el Hilo- continuó Ross.

-Amm... Hablamos con inmigración -continuó Matt.

-Bien-asintió -¿Todo en orden?  ¿Qué pasó?

-Fin la visa solicitada fue negada-le miró Ross y después bajo su mirada a leer un papel.

-Y... ¿Entonces? -cuestionó con duda.

-Vas a ser deportado -le aseguró Ross en un suspiro.

-¿Deportado? -cuestionó sorprendido.

-Y al parecer también hubo unos papeles que no llenaste a tiempo comentó haciendo una mueca.

-¿Cómo?  Ni que fuera un inmigrante,  vengo de Canada señores, tiene que a ver algo que se pueda hacer o no-les dijo alarmado.

-Podría intentarlo pero por desgracia tienes que dejar el país al menos un año-se metió Matt mientras Ross pasaba su vista de Fin a Matt y viceversa.

La cara de Fin era todo un poema e intento encontrar algo enseguida.

-Entiendo, bueno, no es lo ideal pero, lo puedo manejar todo desde Vancouver en videoconferencia e internet y...

-Por desgracia Fin, si eres deportado no puedes trabajar para una compañía americana- concluyó Matt mientras se cruzaba de brazos.

-Hasta que se resuelva voy a asignar las operaciones a Caleb Mclaughlin -comentó Ross.