Capítulo especial: Rockabye

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Créditos: Stella_Bohemica




En esos momentos Izuku sabía que estaba en un sueño, lo que ocurría muy pocas veces. Lo sabía porque lo único que podía oír eran sonidos de fondo típicos de una ciudad, pero ni una sola persona hablando. 

O quizás si lo hacían, pero él no los entendía. Tampoco les preocupaba.

Su cuerpo se mantuvo liviano mientras andaba por un camino que conocía: estaba regresando del parque luego de haber jugado toda la tarde con Kacchan. Debía regresar rápido porque al parecer lloverá y a su mamá no le gustaba que estuviera en la lluvia porque podría resfriarse.

Pero eso no podía ser posible.

Llevaba con orgullo su traje de All Might, nada podía pasarle. Él sería un héroe, el mejor… Y mientras saltaba de la felicidad y emoción que le provocaba estos pensamientos se cruzó con alguien.

Un joven adulto larguirucho, sentado en la esquina de un callejón, llorando a moco suelto. 

Su llanto era amargo, desconsolado, como si suplicara en el que alguien, por favor, lo ayudara.

Izuku era un héroe, o al menos lo sería. Sí tenía la oportunidad de ayudar a alguien lo haría, porque eso sería lo que haría All Might. 

Apretó con más fuerza su figura de acción y se acercó a la persona que no dejaba de llorar. Y por más que intentaba llamar su atención, no lo lograba.  

Él sólo lloraba y lloraba, sus lágrimas grises estaban inundando todas partes. Esas lágrimas eran capaces de deteriorar a las personas de una manera ciertamente horripilante.

La contempló un rato que se le hizo bastante largo, evitando las peligrosas lágrimas; Midoriya se asustaba cada vez más. No sólo era horrible la manera en que sus lágrimas destruían todo, también se sentía terriblemente triste.

Cómo cuándo un bebé llora tanto que sientes que debes consolarlo por el bien de ambos. Izuku necesitaba consolarlo.

De la nada, se le ocurrió algo. 

Se acercó despacio y tomó su rostro, apartando lentamente esas manos tan maltratadas… con un poco más de fuerzas logró levantar su rostro.

Ojos granate inundados en lágrimas grises.

Cómo lo esperaba, se estaba deshidratando por tanto llorar, y aún así sus lágrimas no paraban. 

Él lo miró confuso, pero también muy asustado. 

Izuku pensó que esa era mucha agua salada la que corría de sus ojos, así que debía detenerla. Con unos cuantos besos de libélula en cada lado de su rostro, logró secarlas… 

Quizás eran amargas, pero era un pequeño sacrificio que debía hacer por él. A veces debes hacer sacrificios para ayudar a quien quieres...

Ahora era un niño quien le miraba asombrado. Ese niño -que antes era el hombre- no era muy distinto a Izuku. 
Sus ojos grandes y acuosos, su cuerpo frágil y tembloroso.

Por alguna razón, Izuku lo sentía como un igual. Quizás como un niño perdido que necesita de un héroe.

Bueno, Midoriya Izuku puede serlo. Lo abrazó con todo el cariño, y no pasó mucho hasta que el niño volviera a llorar…

Pero ya no eran lágrimas amargas. Eran lágrimas de agradecimiento.

¿Cómo explicar? 

Esas lágrimas que terminas llorando cuando sabes que estarás bien, que estás a salvo; era aquel sentimiento tan grande que no puedes retener en tu corazón y que al final sale en forma de lágrimas.

Incluso el cielo también comenzó a llorar. Pero lloró en gotas suaves y dispersas, gotitas purificantes.

Para cuándo Midoriya quiso darse cuenta, él era ahora el adulto y entre sus brazos sostenía a ese pequeño. 

Un pequeño niño carente de amor y protección. Pobre y solitario Tenko. 

Izuku no podía evitar querer llorar al ver la vulnerabilidad que Shigaraki siempre ocultaba recelosamente de todos… 

Su centro: Ese niño que siempre quiso ser un héroe como su abuela, pero fue un sueño que el mundo -y sus seres queridos- se encargó de destrozarle.

Lo abrazó con más fuerza, murmurando canciones suaves para dormirlo. Pronto él sería quien lloraba. Quería que algún descansará como se debía, que colocara todo sus dolores al olvido y que se dejará cuidar.

Izuku quería que Tenko durmiera sabiendo que alguien vigilará su sueño, lo cuidará mucho.

" Rockabye, mi bebe… "

Sus palabras sonaban más como un eco en su mente, pero al final parecía que Tenko se consolaba poco a poco, y su llanto comenzó a menguar. Se acurrucó más a su cuerpo, mucho más.

Midoriya dejó caer su cabeza hacia atrás, permitiendo que la gotas de lluvia aterrizaran en su rostro y se mezclaran con sus lágrimas, algunas cayendo en sus ojos y empañando su vista.

Poco a poco sentía que el cuerpo que cargaba se hacía tan grande, que ya no podía cargarlo. Ya dejando de ser un niño, volviéndose nuevamente un hombre, un Alpha… pero uno que se permitía mostrar su pequeño y vulnerable interior. 

" Esto está bien "



Ya lo estaban abrazando y él le devolvía el abrazo. Todo un gesto cargado de sentimiento. Pegaron tanto sus cuerpo que inclusive sus latidos querían sincronizarse...

"No me dejes, 
te lo suplico..." 



Tenko… Él necesitaba ser cuidado de verdad. 

Sentirse querido y protegido.


"Rockabye, mi amor, yo te cuido…"


Y solo Izuku podría hacerlo.

Izuku embarazado( Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora