Anny y los shinigamys

Mi sentimiento raro:

Al día siguiente Santi me volvió a esperar y llegamos juntos al colegio y así al siguiente día y al otro y al otro ya era una especie de rutina

· Irnos juntos al colegio

· Volvíamos juntos

· Ir a la tarde a hacer la tarea juntos mientras comíamos ''chuchería'' (otra palabras rara para decir cualquier tipo de dulce)

· A las 6:00 o 7:00 pm aprox nos íbamos a nuestras casas

· antes de dormir esperar su llamada de buenas noches

Cabe destacar que poco a poco mi sentimiento raro iba creciendo más por él, con el pasar de las semanas.

Ya han pasado un par de meses desde el día que llegue a este bello país y todo a marchado de maravilla al fin tengo una autentica vida normal y también tengo amigos aunque hablo bastante con chicos de otros años todos son muy amables y muy divertidos con ellos siempre hay conversaciones muy locas conversaciones que jamás hubiera tenido con nadie más y hasta Diego poco a poco me fue agradando más y creo que a Santi también ya que empezaron a conocerse mejor debido a mí, Moisés un compañero mío nos invitó a su casa, iba a dar una fiesta en la piscina y mi padre lo conocía así que obtuve rápido el permiso sin contar que también le saque el permiso a Santi, su mama es muy linda me agrado es una señora muy dulce.

Llego el día de la fiesta no había tantas personas como yo lo imaginaba pero todo estaba preciosamente decorado se notaba que no lo había hecho solo, llegamos, saludamos y entramos en la piscina estuvimos ''jodiendo'' (otra palabra extraña para decir que estábamos jugando o riéndonos de cualquier cosa o algo así no tengo una explicación muy específica para esa palabra)por un par de horas, es curioso pero con los venezolanos jamás te vas a aburrir no es que yo sepa mucho de los demás países del mundo pero en mi país las personas no son así obviamente que existía ese cariño entre compañeros yo nunca me involucre con nada debido a razones obvias pero no era tan fuerte como aquí, mientras pensaba en eso alguien me llamo y entre en razón de que me habían hecho una pregunta

~Disculpa estaba distraída ¿Qué ocurrió?

-¿En qué mundo estabas? Te estábamos preguntando si quieres jugar la botellita (me respondió uno de los chicos cuyo nombre no recuerdo bien pero estudiaba conmigo)

~ ¿La botellita?, ¿Qué es una botellita? (todos rieron mientras ponían cara de sorprendidos y Moisés hacia una mueca burlona de decepción)

-De verdad ¿jamás la as jugado? (Respondió Diego)

~No, ¿debería?

-Pues sí, en fin consiste en rodar una botella dos veces para elegir a dos personas... (Me explicaba Santi)

~ ¿Y qué hacen esas dos persona?

-Se besan (respondieron varios entre risas)

~ ¿Besar? (sabía lo que significaba la palabra aunque nunca la había empleado en el español solo lo pregunte porque estaba muy sorprendida de ello y pensé que me había equivocado)

-Sí, así mira (me dijo Diego haciendo una demostración tonta con su mano) pero en los labios obviamente

-Entonces ¿le entras? (me animo Santi)

~Pues supongo que sí (salimos de la piscina y nos sentamos en la parte del bar que estaba sola, una de la chicas creo que su nombre era Rut trajo la botella era de plástico aun le quedaba un poco de jugo o algo así, todo continuo empezaron a jugar todos parecían muy tranquilos como si lo hubieran hecho toda su vida aunque lo más probable es que así fuera, no puedo entender como lo estaban yo estaba súper nerviosa los primeros besos fueron cortos ya iban como 6 rondas y la botella aun no me elegía gracias pensé que era suerte hasta que en la primera vuelta cayo Santi él tampoco se había besado con nadie y ja, genial yo, ¡qué horror! ¿y si lo hacía mal? Debí decir que no pero ya no era momento para arrepentirme me di ánimos a mí misma algo muy inusual en mí y volteé a ver, el me miraba con esos ojos tan dulces como lo había hecho en otras oportunidades. Él se acercó y me acaricio la mejilla sus dedos estaban tan calientitos tuve un escalofrió el empezó a agachar la cabeza y yo ya empezaba a ponerme de puntitas se sintió una eternidad mi corazón latía enloquecido y mi respiración entrecortada daba vergüenza, su otra mano me sujeto la cintura mis mejillas debieron estar tan rojas como un tomate y allí cerré los ojos sentí sus labios rosando suavemente los míos tan dulce, era tan delicado casi me hacía sentir el ser más frágil del mundo, mis labios actuaron por voluntad propia y le siguieron a los suyos en esa danza tan elegante sentía que iba a desmayarme y mi estómago no ayudaba giraba y giraba al igual que mi cabeza no sentía los ojos que me miraban, no sentía la música, no sentía nada estaba en otro mundo el mundo de Santi y eso era perfecto era sin mentira alguna lo mejor que jamás me hubiese sucedido, nunca había querido a nadie tanto como a él, bueno no se comparaba con Mei pero ella no era... humana y él se soltó, al abrir los ojos él estaba allí mirándome como si fuera la maravilla más hermosa del mundo).

Fuimos los últimos Santi no iba a jugar más así que entramos a la piscina y seguimos jodiendo hasta la madrugada cuando salimos nos secamos y se acabó la fiesta ya iba a amanecer, todos nos fuimos cada quien por su lado claro que Santi y yo no íbamos juntos cuando salimos de la residencia empezó a llover la nuestra estaba en todo el frente parecía ser algo pasajero así que nos sentamos en los bancos techados de la plaza la fuente* a esperar que la lluvia se disipara un poco, tenía mucho frío, él lo noto y me colocó su suéter y me abrazo estábamos hablando tranquilamente hasta que al cabo de un buen rato me di cuenta que yo sola era la que estaba hablando y el asentía, eso era raro casi siempre él era el que llevaba la conversación cuando me di cuenta de esto me quede callada y al voltear a verlo él estaba viéndome con esa mirada que yo tan dulce, y me dijo casi en un susurro.

-¡eres hermosa! (no supe que responder así que solo asentí e intente voltear la cara para que no se notara lo sonrojada que estaba pero él me tomo el rostro delicadamente con una mano y me pregunto con la mirada fija en mis labios) ¿puedo? (de nuevo me quede en blanco, no podía despegar mis ojos de los suyos y mi estómago brincaba alocadamente al igual que mi respiración, sus ojos aun me veían pidiéndome permiso pero casi como una súplica desesperada y solo pude asentir. Y me beso pero esta vez fue algo diferente, esta vez fue más rápido con más fuerza, fue intenso incluso me mordió pero me encantaba era perfecto notaba el revoloteo de mi estómago a la distancia, al igual que el sonido de mi respiración y mis mareos todo era tan lejano tan poco importante, él era lo único que me importaba lo único que tenía en la mente, lo único que quería, él era mío y jamás lo dejaría, no sé cómo pude vivir sin él desde hace tantos años, me tomo de la cintura y me apretó aún más a él, mis labios también estaban desesperados por mas y en medio de uno de mis jadeos el paro y me encontré con sus ojos tiernos cuando me susurro).

¿Quieres ser mi novia?