La hija de medusa

Capítulo II

Durante un momento dude el que me estuvo despierta en realidad, pues no sintió nada ni escuchó nada. En un momento intente moverme más al no sentir el movimiento pensé que aún no había despertado. Más la repentina sensación de humedad sobre la mitad de mi cara y cuerpo me hiso reaccionar.

Intente abrir los ojos más estos parecían negarse a obedecer. La sensación de humedad fue acompañada de dolor en muchas partes de mi cuerpo. Se sintió como si múltiples ramas me rascaran por dentro de la piel de una manera no muy dolorosa pero si incomoda. Intente tensar alguno de mis músculos mas no reaccionaron.

Durante un momento me queda ahí tirada donde fuera que estaba con una parte de no solo mi cara sino de mi cuerpo mojados. En un momento me llegó de golpe el recuerdo y con este todas las sensaciones de mi cuerpo me llegaron de manera brusca. Abrí los ojos de golpe para no ver nada incluso durante un momento pensé que aún no los abría. Durante unos segundos todo siguió siendo oscuridad mas esta se pareció dispersar y pude ver madera frente a mí.

Con un pensamiento me pude asegurar de que todas las serpientes se encontraban bien más estas parecían dormidas. Traje mis brazos e intente levantarme. Estos me temblaron un poco más eso no fue lo que me detuvo. Sino un repentina presión que caía sobre mi espalda y la parte de debajo de esta.

Gire la cabeza lo más que pude y observé un montículo de madera, piedra, tablas y escombros sobre mi cuerpo. Intente girar mi cuerpo y liberarme pero el montículo parecía negarse a dejarme libre. Me levanté con mis brazos lo más que pude y miré a mí alrededor buscando algo. No sabía que buscaba solo esperaba encontrarme algo que me ayudara. Más no había nada más que madera pudriéndose, agua y placas de piedras a mí alrededor.

En un intento desesperado por salir moví todo mi cuerpo y la parte del final junto con mi cola respondió. La traje hacia mí con cuidado entre escombros que no podía ver. El cuello poco a poco comenzó a doler. Deje una mano en el suelo y con suavidad pase mi mano por debajo de las serpientes inconscientes y coloque la palma de la mano sobre mi cuello. Una de mis serpientes despertó de manera violenta y se lanzó arriba con la mandíbula abierta preparada para atacar. Sentí el tirón que dio su cuerpo a no poder ir más lejos, esto provocó que soltara un leve quejido. Esta se quedó quieta un momento mirando el montículo que estaba frente a ella.

Esta se giró y me miró con preocupación en sus ojos. Yo por alguna razón le sonreí;

-Tranquila, estoy bien –le dije calmada a pesar de estar asustada-. Ayúdame por favor –me gire, lo que incluirá que mi cuello se relajara.

La serpiente me quedará ver el cascabel de mi cola bajando por la madera y piedra rota e hice que envolviera por mi abdomen. Cuando esta llegó debajo de mi pecho la detuve e hice que me sujetara con fuerza. El resto de mi cuerpo libre se deslizó a un lado mío hasta que sentí como se tensaba la parte que salía por el otro lado del montículo. Con algo de dificultad, respire y rogué por que diera resultado.

Con ambas manos me aferre a lo que estaba en el agua, intentando incluso el que mis uñas se aferraron a la roca de manera inútil. Mi cola se aferró con más fuerza a mi abdomen. Aplique toda la fuerza que pude y me esforcé por jalarme. Cerré los ojos y apreté los dientes y los párpados hasta que estos me dolieron. No me detuve ni siquiera ante el dolor sofocante en mi abdomen por la presión de mi cola. Ni tampoco ante las punzadas en la punta de mis dedos.

Cuando me estaba por detener, el sonido de la madera crujir acompañado de pequeñas piedras cayendo me hiso abrir los ojos y aflojar la fuerza innecesaria que tenía en mandíbula. Esto me hizo continuar a pesar de la dificultad que me daba respirar.

Poco a poco mi cuerpo se empezó a deslizar entre los escombros. Sentía pedazos de madera y piedra rasparme conforme este se arrastraba entre estos. En un momento dado empecé a comprender que estaba jalando un pedazo del montículo junto con mi cuerpo. Más no me detuve.