El mes de Julio había finalizado, lo que significa que las clases comenzarían nuevamente y una chica no estaba ni un poquito contenta con eso.
La menor de las hermanas Choi se encontraba completamente relajada sobre su cama vistiendo un short y un camisa hasta los muslos.
Sus sabanas estaban completamente desordenadas, su ligera manta en el suelo al igual que su enorme Gato de peluche, abrazada a la almohada como si su vida dependiera de eso, parecía una niña pequeña descansando sin alguna preocupación.
No podía negarse que su imagen era adorable y nadie se atrevía a interrumpirla; bueno, solo una persona lo haría.
-¡Choi Yuna son casi las siete treinta y tu aun durmiendo!- Una histérica pelinegra entro a la habitación y levanto las cortinas para que la luz entrara.
Yuju como solían llamarle solo murmuro y continuo con su sueño, o eso trato hasta que su hermana mayor le quito la almohada y golpeo su espalda y cabeza con ella.
-Ve a ducharte y ponte algo decente- Insistió la mayor.
-Ya voy Sanake- Gruño con molestia la menor mientras se sentaba lentamente en el colchón para estirarse.
-Date prisa, Yerin no tardara en llegar por nosotras y sabes qué odia esperar- Dijo esto ultimo apuntando a Yuju con su dedo índice y saliendo del cuarto para darle privacidad. Esas palabras fueron suficientes para motivar a la joven a dar un salto y correr directo al baño, a pesar de odiar que la levantaran de aquella forma, sabia que su día podría ser perfecto si veía esa hermosa sonrisa que la mejor amiga de su hermana poseía.
Usando una botella de champo como micrófono comenzó a cantar bajo la ducha, era una de las canciones que ella misma había compuesto por puro aburrimiento, uno de las tantas cosas que guardaba en su diario, ese preciado diario. Con sus tapas pintadas a mano por ella misma y con su nombre escrito en la primera hoja, era su confidente desde que tenia dice años.
Recordaba muy bien que antes solía ser el cuaderno ordinario, lleno de polvo entre libros del estante de su vieja habitación, porque si, ella no había vivido siempre en un solo lugar.
Los padres de Yuju se divorciaron cuando ella tenia diez años y luego de una larga pelea por la custodia, su padre la obtuvo totalmente agradecido. La pequeña Choi internamente estaba muy aliviada, ya que comenzaba a no soportar los ataques de ira y los malos tratos de la mujer cuando se quedaban solas.
Estuvieron un par de semanas en la casa de sus abuelos hasta que su padre recibió una mejor propuesta en Japón por trabajo, seria algo obvio aclarar que el hombre no dudo ni un segundo en aceptarlo. Es por eso que ese mismo sábado de un mes de octubre, ambos se encontraban en un vuelo rumbo a un nuevo país.
Para Yuju, no fue muy difícil adaptarse, aprendió el idioma con rapidez e hizo amigos el primer día de clases.
Su casa era muy bonita y tenia un jardín amplio, su papa se veía muy cómodo en su nueva oficina y además le habían permitido traer un perrito a casa, cosa que su madre nunca le autorizo.
Por las tardes habían inscritos en un taller de arte cercano a su instituto, y siempre llegaba a casa con una enorme sonrisa y manualidades hechas para su mayor, quien las exhibía con orgullo en una vitrina de la sala. Los Choi eran felices, solo los dos, pero claro las cosas con el tiempo cambian y eso ocurrió cuando un día que Yuju estaba dibujando sobre el lienzo en la mesa del comedor, su papa llego con una invitada, o mejor dicho dos.
Los ojitos de la entonces castaña analizaron con cautela a la mujer en frente de ella, era hermosa, alta, con un rostro cálido y sereno; a su lado una niña un poco mayor que ella con rasgos similares a la mayor mas tierno y juvenil.
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I wish I was her~ Yeju
Fanfictionadaptación No existe peor dolor, que un corazón roto por un primer enamoramiento. Y el dibujo de un suéter plasmado en el diario de Choi Yuna junto a miles palabras de amor tachadas lo confirman Esta obra no me pertenece, es una adaptación de @iRECA...