UNA HISTORIA CASI REAL

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UNA HISTORIA CASI REAL

Camilo paseaba por las calles del centro de la ciudad, había salido de su oficina porque sentía que el ambiente estaba muy pesado y se asfixiaba, ahora muchas cosas le provocaban esa sensación, mientras caminaba sentía como su si cuerpo se hubiera transformado como si en realidad no estuviera allí, se sentía invisible como si fuera un espectador de una película cuyas escenas en 3D se proyectaban en una pantalla. Cada paso que daba lo ajena más de la realidad, en su cabeza iba recordando todo lo que le había llevado a ese momento, hubiera querido ser un condenado que caminará a su ejecución , por lo menos sabría que dentro de poco tiempo su dolor se apagaría, continuo así por varios minutos sin saber a dónde ir, tratando de disimular que estaba fuera de la realidad, hasta que se detuvo y alzo la mirada, estaba frente a un viejo edificio la gente entraba y salía apresuradamente algunos discutían, otros se reían, un vendedor ambulante anunciaba la venta de mote a los pasantes, y un lustrabotas se peleaba el espacio con el guardia de seguridad que no le permitía trabajar.

Alzo la mirada y en el letrero del edificio leyó Ministerio del Trabajo, una mueca burlona se dibujo en su cara, hacia tanto tiempo, y pensar que allí empezó todo, si no hubiera sido tan persistente para lograr que lo emplearan en esa entidad pública, pero una vez más reconocía que el destino está escrito en alguna parte, que las cosas pasan por que así debe ser, prefirió no pensar en asuntos filosóficos y mejor recordó cuando era estudiante de la carrera de leyes en la Universidad y su padre le propuso contactarse con un amigo de la familia que trabajada en un puesto alto en el Ministerio de Trabajo para ver si le podría permitir hacer prácticas allí.

LA FAMILIA

Su padre, había sido un tipo libre, pensó, durante toda su vida no estuvo atado a nadie ni ha nada en su calidad de veterinario su trabajo se había desarrollado siempre en el campo, a pesar de que era un empleado público, nadie sabía cómo hacia para desaparecer por tantos días y a veces semanas o meses sin dar ninguna señal de vida, durante ese tiempo su madre se desesperaba sin tener noticias, a pesar de que ya lo conocía, las cuentas y las deudas provocaban un ambiente insufrible en casa siempre había escases en esas temporadas el odio y resentimiento hacia su padre se hacía presente por solidaridad con su madre, pensó, porque en el fondo su padre era su referente. En los tempos de escases cuando su padre no estaba en casa sus abuelos y sus tres tías solteras se encargaban de cubrir mínimamente los gastos de la familia, esto incluía asegurarse de que los pequeños tuvieran algo que hacer durante todo el día para que no estén pensando en los problemas de los padres, esta era una especialidad en la que la familia era una experta, durante ese tiempo la atención y el cariño de ellos suplía con creses la ausencia del padre y borraba la imagen de desesperación y angustia de su madre. Por aquellos días su abuelo ya jubilado, pero aún en edad productiva, asumía la responsabilidad por el cuidado y dirección de los pequeños, para lo cual su filosofía radicaba en mantenerlos ocupados y distraídos, cuando no tenía deberes del colegio los cogía y se los llevaba a su finca, una propiedad muy cerca de la ciudad pero en una zona poco poblada, en la cual el y sus hermanos daban rienda suelta a sus fantasías, juegos y diversiones lejos de cualquier problema, era como un mundo solo para ellos a su medida en el cual nada era prohibido y las más grandes aventuras se hacían realidad, la finca no era muy grande tenía exageradamente dos hectáreas, pero en aquella época era como ser dueño de todo un continente, además estaban las montañas cercanas a la propiedad que encerraban cierto misterio ofrecían siempre un reto y una nueva aventura, nada podía superar las largas horas de juego en esa finca Camilo y sus hermanos se habían descubierto allí, no había poses eran auténticos, siempre unidos siempre solidarios, siempre amigos, siempre compañeros de lucha, eran cinco cada uno tenía su propio carácter y especialidad, el mayor era muy serio leía mucho y sabia de todo, además era muy bueno para contar historias de susto o risa las cuales fascinaban a los demás por que los llevaba de la mano a otros mundos en los cuales el ridículo era la regla, luego estaba Camilo su afición las maquinas, los alambres, las sogas, los inventos, en ocasiones era el más arriesgado de todos, le gustaba ser el jefe, el líder, el tercero era más introvertido pero fuerte de carácter, único en las artes culinarias, siempre sabia que llevar o como hacer que la comida tuviera un sabor exquisito, aunque esta fuera solo pan con guineo metódico en sus tareas siempre perfeccionista, el cuarto este fue por algún tiempo el último de todos sus hermanos mayores jugaban mucho con CAMILO persiguiéndole y tratando de burlarse o maltratarle sin malicia, era su muñeco de juegos, y finalmente estaba el último de todos el llego al mundo luego e ocho años del nacimiento del cuarto y cuando sus padres parecía que no tendrían más hijos, cuando llego desplazo a todos en la atención de sus padres, abuelos y tías, el único que mantuvo su importancia fue el primero a quien la vida le había deparado un sitial importante e insustituible en la familia y en el corazón de todos.